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La sociedad pospandemia, destinataria y protagonista

Aislamiento, restricciones e incertidumbre han marcado un largo año. El individualismo y el populismo ofrecen caminos para la pospandemia. ¿Logrará una visión centrada en el ser humano y en la solidaridad ofrecer una alternativa?

La pandemia del coronavirus ha trastornado las relaciones interpersonales, nuestros modos de vivir y convivir, y ha dejado en evidencia viejas falencias. El aislamiento social y las restricciones a la actividad económica que se impusieron a lo largo y a lo ancho de América Latina como medios para disminuir los contagios y, consecuentemente, las muertes, han cuestionado el rol de la sociedad en el diseño y la gestión de políticas públicas. La convivencia y la economía están en crisis. Atento a ello, es necesario que redefinamos ese rol, para salir de la pandemia y, sobre todo, para la pospandemia.

En Latinoamérica, el neoliberalismo radical ha promovido una sociedad individualista, que elimina a la comunidad, mientras que el populismo ha propiciado una sociedad corporativista, que suprime a la persona. Ambos fracasaron. Desde una política humanista, hay que rescatar el rol de la sociedad como primera destinataria y, sobre todo, como partícipe necesaria de y en las políticas públicas. Para recuperar la confianza perdida por el individualismo y el colectivismo populista, tenemos que innovar en el rol de la sociedad. Al respecto, me permito cuatro conjuntos de innovaciones:

1. Protagonismo de los sectores privados y ciudadanos

Es fundamental la participación de los actores privados y, por supuesto, de los ciudadanos, tanto en el diseño como en la gestión de las políticas públicas. Hace falta que la participación, tanto sectorial como ciudadana, sea capaz de transformar una simple sociedad en una comunidad organizada. Necesitamos que los gobernantes y administradores del Estado faciliten la participación social, que la vean como una oportunidad y no la consideren como una amenaza. Se precisa que los actores privados y ciudadanos ejerzan su derecho a la participación porque, a la vez, esa es su obligación.

2. Respeto irrestricto de la dignidad humana

Es primordial el respeto irrestricto de la dignidad humana. Se requiere buscar una ética de mínimos que parta del irrestricto respeto a los derechos de toda persona y de todas las personas, varones y mujeres, sin importar su condición. Hace falta progresar en la defensa de la dignidad humana, sobre la base de consensos y también de disensos entre humanistas de disímiles orígenes. Necesitamos asumir que ninguna persona debe claudicar de sus propios máximos éticos para encontrar algunos mínimos compartidos que nos permitan vivir y convivir en paz.

3. Búsqueda incesante del bien común

Es indispensable la búsqueda del bien común, priorizando la satisfacción de las necesidades de quienes tienen menos recursos. Se precisa realizar cambios de fondo en las estructuras políticas y económicas, asegurar la igualdad de oportunidades y garantizar la libertad de divergencias. Se requiere que esos cambios se basen en la práctica de los valores de la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad. Hace falta comprender que esos valores son el sustento del desarrollo de cada persona y de todas las personas en las sociedades donde viven y conviven, en general y particularmente en América Latina.

4. Satisfacción de las necesidades y aceptación de los ciudadanos

Es imprescindible que un buen gobierno conozca y entienda cuáles son las necesidades de la sociedad, tanto las demandadas como las no demandadas. Necesitamos que se ocupe de resolver los problemas que impiden u obstaculizan la satisfacción de las necesidades demandadas y que se preocupe de las necesidades no demandadas, elaborando planes y buscando recursos para satisfacerlas. Se requiere de un buen gobierno que desactive las demandas que no respondan a necesidades, con la firmeza necesaria para no causar crisis fiscales y la prudencia suficiente para no promover crisis políticas.


Diálogo Político es una plataforma de difusión de ideas del Programa Regional Partidos Políticos y Democracia en América Latina de la Fundación Konrad Adenauer

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