La transición (1)
Hemos llegado al punto donde el camino se topa con una pared. No da más, es intransitable. Son muchos los países que en su devenir histórico han sufrido lo mismo. Y muchos los estudiosos que han interpretado estas coyunturas, planteando la necesidad de encontrar mecanismos de restitución de la legalidad perdida. Uno de ellos es el profesor Manuel Díaz Rodríguez de la Universidad de la Sorbonne, notable experto en este tema.
Nos habla de la transitología, denominación conceptual de la politología moderna, que “ estudia y analiza los procesos políticos e institucionales mediante los cuales los sistemas pasan de un régimen autoritario o totalitario a un régimen democrático”.
Revisando uno de sus ensayos, conseguimos importantes aportes que ayudan para el futuro de Venezuela. Encontramos las fases por las que muchos países han transcurrido, comenzando por la gran dispersión e ingobernabilidad, hasta la ruptura definitiva y el surgimiento de nuevas instituciones.
No es fácil este proceso, nunca lo ha sido, sin embargo, son varios los ejemplos de países que vivieron situaciones parecidas y lograron salir adelante hasta convertirse hoy en faros democráticos y de gran solvencia económica.
Se me ocurre pensar que las fuerzas democráticas – no solo los necesarios e imprescindibles partidos políticos – sino todos los sectores sociales, deberían impulsar firmemente la discusión en torno a la transición, mediante una agenda que discuta entre otros aspectos:
– La escogencia de un candidato a Presidente para la transición que se comprometa en un periodo corto- dos años- tras los cuales renunciaría, a realizar algunas tareas, comprometiéndose a no aspirar nuevamente a ningún cargo de elección.
– ¿Cuáles son esas tareas? :
1. Lo más importante es abrir la participación política, mediante la libertad y el cese a las ilegales inhabilitaciones, para que todos los partidos y sectores se fortalezcan y puedan participar libremente en elecciones generales.
2. Crear los mecanismos para la conformación de una estructura socio-económica con predominio del mercado.
3. Devolver industrias, comercios y fincas a sus legítimos propietarios.
4. Organizar a los actores y movilizadores sociales mediante el impulso de mecanismos legales e institucionales.
5. Respeto a la diversidad, el debate plural y el compromiso ciudadano.
6. Crear los mecanismos para recibir la ayuda del mundo ante la hambruna, deterioro de la salud y de la educación, aprovechando los casi tres millones de Venezolanos refugiados, que constituirían organizaciones de impulso a esta urgente tarea.
7. Fortalecer la descentralización y los agentes locales para la lucha contra la crisis de sus regiones.
Precisamente en estos momentos, los Padres de la Constitución Española, han planteado la “mutación constitucional”, para atender los grandes problemas, mediante la reinterpretación de la Carta Magna bajo un amplio consenso democrático, sin necesidad de falsas constituyentes y ni siquiera procesos de reforma o enmienda. La urgencia amerita un gran acuerdo de las fuerzas democráticas sin excepción alguna.
