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Lo tecnológico y educativo en Latinoamérica

Ilya Prigogine, reconocido investigador belga que naciera en Moscú en 1917, expresa que no hay que creer que las teorías son las leyes ocultas del universo, y que son simplemente reveladas por los investigadores al azar de sus descubrimientos, puesto que la creatividad científica existe con el mismo rango que la creatividad artística. Prigogine recalca que los sabios, los físicos, los químicos, son autores con el mismo derecho que los escritores. “Acá no hay distinción en la creación intelectual de los hombres, unos somos más osados que otros, pero todos somos creadores”.

Y esta posición de Prigogine es pertinente en razón de que en los países desarrollados el contingente científico es asumido como el elemento de exclusividad para el sostenimiento de teorías o principios, mientras que el países latinoamericanos el contingente científico es reducido a grupos que aisladamente intentan dar respuesta acerca de temas y asuntos de los cuales ellos saben que no llegaran a ser una autoridad teórica, pero sí una referencia para otras investigaciones. En este umbral entre la soberbia y la humildad científica, se encuentra el componente tecnológico en el nuevo orden mundial. Por esta razón, antes de tocar el tema del avance de esa evolución tecnológica en la conformación de políticas de Estado en vías a responder a las necesidades de la sociedad, es necesario comenzar definiendo cómo llegamos a la era tecnológica y qué significado tiene ella para la consecución de la civilización y por ende del espíritu de conquista y descubrimiento que caracteriza al hombre moderno.

En el Eclesiastés (antiguo testamento) se dice que hay un tiempo para todo, una para distanciarse, un tiempo para construir y otro para destruir. Y así somos y así vivimos, construyendo y destruyendo. Eso permite el progreso, como también la angustia y la necesidad de estar siempre más allá y más lejos en el futuro. Suzía, un antiguo filósofo, explica: “El tiempo no existe. El pasado es lo que ya no es. El presente es lo que está siendo a cada instante de ser para volverse pasado. Y el futuro es el ser que aún no es, la nada que tendría que llegar a ser no / nada.” Todo es movimiento. La destrucción por tanto es el factor que prevalece.

La innovación, a todas estas, es dinámica, constantemente se tiene que cambiar y buscar el último avance tecnológico. Lo tecnológico no puede apreciarse fuera del contexto de la ciencia, puesto que ésta es el medio que le permite ir modelándose y dando respuestas a la sociedad en el marco de esas necesidades técnicas que tiene para la conquista de su medio natural.

En un aspecto concreto, el término que se aplica al proceso a través del cual los seres humanos diseñan herramientas y máquinas para incrementar su control y comprensión del entorno material, es lo que se conoce como tecnología. Su significado proviene de las palabras griegas “tecné”, que significa “arte” u “oficio”, y “logos”, “conocimiento” o “ciencia”, “área de estudio”, por lo tanto, la tecnología es el estudio o ciencia de los oficios.

Algunos historiadores científicos argumentan que la tecnología no es solamenteuna condición esencial para la civilización avanzada y muchas veces industrial, sino que también la velocidad de cambio tecnológico ha desarrollado su propio ímpetu en los últimos siglos.

Las innovaciones parecen surgir a un ritmo que se incrementa en progresión  geométrica, sin tener en cuenta los límites geográficos ni los sistemas políticos. Estas innovaciones tienden a transformar los sistemas de cultura tradicionales, produciéndose con frecuencia consecuencias sociales inesperadas. Por ello la tecnología debe concebirse como un proceso creativo y destructivo a la vez. Para el filósofo español José Ortega y Gasset  el animal siente hambre, pero como tiene como vitalidad sus instintitos, no piensa en cómo satisfacerla sino en cómo eliminarla; en cambio el hombre busca alternativas para satisfacerla no sólo en el momento, sino pensando en la necesidad que vendrá al paso del tiempo de la saciada.

A grandes rasgos, el animal no puede retirarse de su repertorio de actos naturales, no está en su condición de ser vivo trascender más allá de su naturaleza, pero el hombre, que ve su momento de vida como circunstancia y no como permanencia, busca salidas por encima de esos actos naturales y recrea su acción sobrenatural construyendo alternativas de otros actos: una casa, el cultivo de alimentos, la caza, armas, o el automóvil. Esos actos humanizados presuponen y llevan, en sí la invención de un procedimiento que nos permite, dentro de ciertos límites, obtener con seguridad, a nuestro antojo y conveniencia, lo que hay en la naturaleza, pero que necesitamos. De donde resulta que estos actos modifican o reforman la circunstancia o naturaleza, logrando que en ella haya lo que no hay –sea que no lo hay aquí ahora cuando se necesita, sea que en absoluto no lo hay- . Pues bien: éstos son los actos técnicos, específicos del hombre. El conjunto de ellos es la técnica, que podemos, desde luego, definir como la reforma que el hombre impone a la naturaleza en vista de la satisfacción de sus necesidades.

El sabio español José Ortega Gasset, definió, en la década de los treinta del siglo XX, la técnica como  la reforma de la naturaleza, y no como lo que el hombre hace para satisfacer sus necesidades.Esa naturaleza hace de los hombres necesitados y menesterosos, quedando las necesidades relegadas por el problema de su satisfacción. En el mismo sentido expresa Ortega y Gasset, “…la técnica es lo contrario de la adaptación del sujeto al medio, puesto que es la adaptación del medio al sujeto…”

Ahora bien, el lector podría estar preguntándose: ¿se me está definiendo tecnología como técnica? ¿Son acaso lo mismo? No me atrevería a decir que son lo mismo, puesto que el radio de acción de la tecnología es diferente al de la técnica y viceversa, pero en el plano epistemológico se hace referencia al instinto de innovación y cambio que el hombre imprime en su relación con la naturaleza y la sociedad. La tecnología es la creación y uso de utensilios para dominar la naturaleza, la técnica es el motivo que origina la creación y uso de esos utensilios. Es decir, están ligados en significado de uso y costumbre, aunque tengan en determinados momentos bifurcaciones diferentes. Aunque si vamos a jerarquías analíticas primero fue el germen de la técnica y luego, en ese proceso de masificación propio de las acciones humanas, surgió la tecnología como síntesis de toda la evolución de esa técnica que en un principio fue inspiración y razón humana de diferenciación.

Para Werner Rammert, de la Universidad Técnica de Berlín,  la tecnología se define usualmente como el conjunto de herramientas hechas por el hombre, como los medios eficientes para un fin, o como el conjunto de artefactos materiales. Pero la tecnología también contiene prácticas instrumentales, como la creación, fabricación y uso de los medios y las máquinas; incluye el conjunto material y no-material de hechos técnicos; está íntimamente conectada con las necesidades institucionalizadas y los fines previstos a los cuales las tecnologías sirven. Cuando los autores incluyen un amplio rango de aspectos en sus perspectivas sobre la tecnología, piensan a lo largo de líneas de una vieja y bien establecida tradición. Desde los tiempos de Aristóteles, la tecnología está constituida por cuatro elementos: materia, forma, fin y acción eficiente.

La tecnología, en un aspecto puntual, es una actividad socialmente organizada, planificada que persigue objetivos conscientemente elegidos y de características esencialmente prácticas. No sólo invade toda la actividad industrial, sino también participa profundamente en cualquier tipo de actividad humana, en todos los campos de actuación. El hombre, moderno utiliza en su comportamiento cotidiano y casi sin percibirlo una inmensa avalancha de contribuciones de la tecnología: el automóvil, el reloj, el teléfono, las comunicaciones, entre otros.

En este aspecto, la tecnología puede ser considerada desde dos ángulos diferentes: como una variable ambiental y externa y como una variable organizacional e interna: La Tecnología como Variable Ambiental es un componente del medio ambiente, en la medida en que las empresas adquieren, incorporan y absorben las tecnología creadas y desarrolladas por las otras empresas de su ambiente de tarea en sus sistemas; y  La Tecnología como Variable Organizacional es un componente organizacional en la medida en que hace parte del sistema interno de la organización, ya incorporada a él, influenciándolo poderosamente, y con esto, influenciando también su ambiente de tarea.

Valga hacer referencia de los aportes de Hickson, Pugh y Pheysey (1969), quienes subdividieron  el concepto de tecnología en tres componentes: “Tecnología de Operaciones”, que no son más que las técnicas utilizadas en las actividades del flujo de trabajo y que van desde un equipo automatizado hasta bolígrafos y lápices, donde se incluye la idea del grado de automatización del equipo, la rigidez de la secuencia de las operaciones y la especificidad de la evaluación de las operaciones. El segundo componente es la “Tecnología de Materiales”, la cual se refiere a los materiales procesados en el flujo de trabajo. Perrow hace mención a  la importancia de la uniformidad y la estabilidad percibida que muestra la dureza de los materiales y se  constituye en una diferencia importante en la división del trabajo en las organizaciones. El tercer componente, es la “Tecnología de Conocimientos”, la cual se refiere a las características del conocimiento empleado en el flujo de trabajo.

Las organizaciones se interesan principalmente en el comportamiento de sus miembros en el medio de trabajo. Pero también controlarán otras áreas de la vida. Factores tales como la rotación del personal también están relacionados, a un nivel más colectivo, con la formalización.

En otro aspecto de la tecnología, podemos encontrar la administración participativa, lo cual implica que a los subalternos se les consultan las decisiones que los afectan, siendo mayor la posibilidad de que fuera exitosa en situaciones que involucraran una tecnología avanzada. Cuando nos referimos a tecnología avanzada, es aquella que está concentrada al nivel del flujo de trabajo; entonces, una administración participativa es mucho más efectiva en situaciones más automatizadas. La administración participativa pueden presentarse en situaciones que serían diferentes, altamente centralizadas y la autoridad final estaría en manos de un superior. La participación en la toma de decisiones, está relacionada con la ausencia de reglas, sugiriendo entonces, que la centralización por reglas y la centralización por toma de decisiones no participativas tienden a funcionar juntas.

Friedrich Rapp, de la Universidad Técnica de Berlín Occidental, expresa que los actos humanos que han hecho posible el avance de la técnica, se debe al “acto del conocer”. La invención conocida es una combinación de elementos materiales que persigue mostrar determinadas técnicas que coinciden con necesidades humanas. “El hombre, al traducir el ser potencial de formaciones técnicas ya dadas de antemano, actúa como una continuación de la Creación; en la creación técnica, Dios se sirve del hombre para continuar su Creación.”

Es irónico observar como cada descubrimiento que beneficia al hombre y hace que avance unos 100 años más en el conocimiento acerca de su mundo, dé como  resultado la destrucción de miles de años de trabajo realizado por la naturaleza en tan solo unos años; nos referimos con ello a los grandes desastres que han atormentado la naturaleza. La contaminación con plaguicidas, los derrames de petróleo en el mar, los peligros de la radiación nuclear y los incendios forestales que amenazan a los ecosistemas de la Tierra. Es esencial para la defensa de la vida en el planeta que se difundan y analicen los errores que han llevado a situaciones de grave daño ecológico.

Una de las mayores causas de la contaminación oceánica son los derrames de petróleo. El 46% del petróleo y sus derivados industriales que se vierten en el mar son residuos que vuelcan las ciudades costeras. El mar es empleado como un muy accesible y barato depósito de sustancias contaminantes, y la situación no cambiará mientras no existan controles estrictos, con severas sanciones para los infractores. El 13% de los derrames se debe a accidentes que sufren los grandes barcos contenedores de petróleo, que por negligencia de las autoridades y desinterés de las empresas petroleras transportan el combustible en condiciones inadecuadas. En los últimos años, algunos de los más espectaculares accidentes fueron el del buque-tanque Valdés de la Exxon, ocurrido frente a las costas de Alaska el 24 de marzo de 1989, y el del petrolero Mar Egeo, el 3 de diciembre de 1992, frente a la entrada del puerto de La Coruña, en España. Otro 32% de los  derrames proviene del lavado de los tanques de los grandes buques que transportan este combustible. Tanto los derrames de petróleo como los incendios forestales afectan gravemente las cadenas tróficas de los ecosistemas.

En los experimentos nucleares las sustancias propagan energía al desintegrarse sus átomos, y también el calor residual  que generan. Ese fenómeno, conocido como radiactividad, es particularmente intenso en el caso del plutonio. En la actualidad, 424 centrales nucleares instaladas en 25 países producen el 16% de la electricidad mundial. Algunos países, como los Estados Unidos, presionados por el terrible accidente de Chernobyl, han anulado los proyectos de construcción de nuevas plantas nucleares. La explosión registrada en Chernobyl el 26 de abril de 1986 liberó gran cantidad de radiactividad. La nube que se formó se desplazó a otros países, por la acción de los vientos. La zona más contaminada comprendió unos 260.000 km2 de las ex repúblicas soviéticas de Ucrania, Rusia y Belarús, y afectó de manera directa a 2.600.000 habitantes. Las autoridades soviéticas sólo admitieron oficialmente 31 víctimas, pero se calcula que las emisiones radiactivas produjeron 32.000 muertos en los primeros diez años, y que 400.000 personas debieron ser desplazadas de sus lugares. La explosión del reactor nuclear provocó terribles efectos en la salud de la población: aumento de la mortalidad infantil, cáncer de tiroides, incremento de la cantidad de niños nacidos con leucemia, malformaciones, tumores y otras afecciones, que se transmitirán genéticamente. Además, el desastre causó la destrucción de cosechas enteras y la contaminación de alimentos.

Las centrales nucleares tienen elevados costos de construcción y mantenimiento, y además han demostrado no ser lo suficientemente eficientes. De todas maneras, el desencadenante para el cese de la construcción de algunas plantas en el mundo ha sido el accidente de Chernobyl, Ucrania. Otro problema relacionado con los escapes nucleares, y no menos importante por sus consecuencias, es el destino de los residuos radiactivos. En un principio se había optado por verterlos en los fondos oceánicos. Pero pronto se demostró que el procedimiento era poco seguro.

Anualmente el hombre desmantela cerca de 12.000.000 de hectáreas de bosque tropical. En los incendios forestales los árboles no son los únicos perjudicados: muchos animales quedan atrapados en el humo, mientras que otros migran. A esto se debe agregarse la explotación desmedida que padecen otros tipos de bosques y la pérdida que ocasionan los incendios. Más de 7.000.000 de hectáreas de selvas, bosques y matorrales se destruyen anualmente por esta causa. Entre los factores que favorecen este fenómeno se encuentran las altas temperaturas, las sequías y gran falta de humedad y los vientos fuertes y secos que contribuyen a la dispersión del fuego. Lo que empieza siendo una chispa, rápidamente se convierte en un foco de fuego que avanza y no se puede detener ni controlar.

En el modo de avance de un incendio forestal, en este aspecto,  se distingue en tres sectores. El nivel más alto, el del fuego que ocurre en la copa de los árboles, es decir donde están las ramas y las hojas, es el de avance más rápido y el más difícil de controlar. A nivel medio, donde crecen los arbustos, el fuego avanza menos rápidamente pero afecta no sólo a éstos sino también al estrato herbáceo -malezas y matas-. En el nivel inferior, por debajo del suelo, el avance se da a un ritmo mucho más lento, pero el daño que ocasiona el fuego cuando llega a esta parte es mayor que en cualquier otro nivel, ya que quema las raíces y carboniza el humus causando pérdidas irreparables. En muchas ocasiones los incendios se originan de manera natural o a veces en forma controlada, pero, no en pocas oportunidades estas catástrofes ocurren por descuido, en especial en zonas turísticas naturales o en áreas protegidas donde el hombre vive en estrecho contacto con la naturaleza haciendo campamentos y vida al aire libre.

Como se ha podido apreciar en la información el hombre no tiene un control de medida acerca de lo que transforma y produce. Derek J. de Solla Price, de la Universidad de Yale, discute esta situación de descontrol en el proceso generador de tecnología, y argumenta criterios que van más a crear conciencia en los científicos que en la institucionalidad que respalda las investigaciones. Según Price: “los científicos apenas han comenzado a darse cuenta de que tienen en sus manos un gran poder que apenas han utilizado. La categoría de los científicos importantes y de los dirigentes científicos ha cambiado hasta tal punto, que creo que no tardarán algunos de ellos en verse obligados a entrar en política. Necesitamos esos hombres, tanto en la escena nacional como en la internacional. Los necesitamos para la reconstrucción interna de toda la estructura social de la ciencia y para solucionar el problema de poner la ciencia al servicio del hombre”.  Es decir, el científico solo con su talento no es suficiente para colmar una tecnología de éxito en la sociedad moderna.

Esto nos lleva a considerar otro elemento fundamental en la evolución tecnológica, me refiero a la utilización de materiales de la naturaleza para la creación de nuevas formas y estructuras en beneficio del hombre. Las edades en las cuales el Hombre ha vivido se han denominado por los materiales que él preferentemente ha usado: piedra, bronce, hierro. Hoy no estamos en la era de un solo material, es la época de un inmenso rango de materiales. Nunca ha existido una época en la cual la evolución de los materiales fuese tan rápida y el rango de sus propiedades más variado. Una de las razones de la evolución técnica e industrial de los países desarrollados es que, cuando fue preciso, la industria encontró entre los materiales existentes, las propiedades necesarias para prestaciones extremas. Los factores que han influenciado sobre la industria desarrollada son: Necesidad de economizar energía; Urgencia de conservar el medio ambiente; Conveniencia de disminuir el consumo de materiales estratégicos; y Necesidad de aumentar su competitividad en los mercados.

Se ha de consideran materiales estratégicos aquellos que reúnen las siguientes características: No se producen, o al menos, no se obtienen en cantidades suficientes; Son esenciales para la producción industrial; Tienen pocos o ningún otro sustituto, y su reciclaje es difícil; y La producción está concentrada en un número restringido de terceros países.

El poder ir superando el subdesarrollo en el que lamentablemente se hallan inmersos un alto porcentaje de la humanidad, hace necesario que se impulse la investigación científica tanto básica como aplicada. Lamentablemente los recursos destinados con este fin son completamente exiguos, la información sobre los desarrollos tecnológicos y los avances científicos es dramáticamente escasa. La Humanidad ha superado la etapa en la cual teníamos que aceptar la disposición de la Naturaleza a nivel atómico y molecular, ahora esta puede ser modificada, reacomodada o «construida» a fin de obtener un material que se adecue a satisfacer las necesidades específicas que de él se requieran.

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