Los niños y la cuarentena
Aunque muchos de ellos siguen haciendo su labor docente a través de medios digitales, los padres han tenido que sustituir a maestros y profesores en estos días de cuarentena.
No obstante, el encierro obligatorio es también una oportunidad para aprender de los más pequeños de la casa. Para conocer y descubrir las cosas que hemos dejado perder en nosotros mismos, y que con nuestras acciones y actitudes hacemos que ellos las vayan perdiendo también. Aprovechemos este tiempo para mirar y mirarnos a través de los niños:
•Los niños ven lo mejor de la gente y de sí mismos también, aceptan y se aceptan tal como son.
•Disfrutan de los detalles y de las pequeñas cosas.
•Viven sin prejuicios ni ideas preconcebidas, eso los mantiene abiertos a un mundo nuevo de cambio y posibilidades.
•Los niños están ávidos de conocimiento , siempre quieren aprender. La curiosidad es un pan diario untado de preguntas. Preguntan, preguntan y preguntan (hasta que los hacemos sentir avergonzados por eso).
•Son auténticos y espontáneos.
•No tienen miedo de expresar sus emociones ni tienen temor de ser vulnerables, poniendo el corazón en todo lo que hacen.
•Disfrutan a plenitud de cada momento. Bailan, pintan, cantan, sin censuras autoimpuestas. Y si algo los aburre lo dejan de lado, cómo un mecanismo de alarma para advertir que algo anda mal.
•Los niños no pierden el tiempo en cosas inútiles o superfluas.
•Mantienen una rica imaginación: indetenible, creativa y sin imposibles.
•Los niños tienen la capacidad de levantarse de una caída ¡Eso si! Toman su tiempo para ello: les duele, lloran, se soban, se levantan y siguen…
(Albita Luzardo. Educadora, Escritora y Directora de Teatro Infantil. Directora Creativa de Give Pan De Vida y Coordinadora del Programa «Aprendiendo a Soñar» de Espíritu en Movimiento).