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Mundial Brasil: Carencias, cambios imprescindibles.

Indigencia Ceremonial; Cuando un país se postula para ser Sede de un Mundial de Fútbol, se compromete a cumplir un esquema básico con niveles de calidad mínimos. Así como no puede encerrar el certamen en uno o dos estadios (hay una cifra mínima, que además de evitar que el espectáculo se transforme en privilegio de muy pocas ciudades, incentiva el turismo en un espacio nacional más amplio y estimula la Economía), cada estadio debe tener unas medidas regulares, capacidad para un aforo grande, y cumplir estipulaciones referidas a iluminación, vestuarios, seguridad interna, ubicación -capacidad hotelera-, comunicaciones, etc., sin las cuales la justa deportiva corre serios riesgos de no alcanzar la excelencia que su categoría exige, ya alcanzada en los Mundiales anteriores, que ocurren cada 4 años.

Las Ceremonias Inaugural y de Despedida también tienen sus correspondientes parámetros, resaltados por las características de las que tuvieron lugar antes. Cada quien tiene sus gustos y preferencias, y recordará con mayor admiración las que a su juicio destacan, entre las que haya visto, pero es seguro que la absoluta mayoría de los seguidores de los mundiales coinciden en que lo que presentaron el 12 de junio en Sao Paulo es -sin discusión- la Ceremonia más deprimente y con menos creatividad de las que hemos disfrutado estas recientes décadas. Se rumora que las protestas por los elevados gastos que el Mundial le impuso a la Economía brasileña llevaron a presentar ese pobre espectáculo del inicio, y de ser eso cierto, añadiría al incumplimiento el elemento agravante de la implícita Demagogia que habría dado ese carácter pordiosero al show barato y aburrido que sucedió en el Do Corintios. Salvo por la esfera pantalla, que era un derroche de modernismo, el resto fue un acto cultural pueblerino y soso, que en lo personal asocié al ensamble folklórico que Juan Liscano presentó en el Nuevo Circo en ocasión de la toma de posesión del Presidente Rómulo Gallegos, febrero de 1948, que fue una muestra completa y meritoria de las expresiones culturales de todas las regiones de Venezuela, algo muy apropiado para esa ocasión, pero carente de sentido como Ceremonia Inaugural de un Mundial de Fútbol en el 14º año del tercer milenio DC.

Sentó el standard de lo que no debe hacerse, incluso las canciones de Ricky Martin y Shakira, alusivas al Mundial, superan a ese ladrillo musical que vocalizaron Jennifer López, Claudia Leitte y el insípido Pitbull. Esa ceremonia equivale a un estadio con gradas de madera y capacidad para 5.000 espectadores.

Excesos narrativos; La Televisión se inventó en los países desarrollados, desde 1873 es parte de la Tecnología bajo estudio, ya en 1909 se transmitieron imágenes fijas, y para 1926 se vieron las primeras imágenes con movimiento por TV rudimentaria. En noviembre del 36 la BBC de Londres realizó la primera transmisión televisiva formal, como Servicio Público. Desde 1965 la TV a color fue gradualmente desplazando a la de blanco y negro en el primer mundo. Pero en el tercer mundo, y más concretamente en Venezuela, la TV a blanco y negro comenzó en 1952, con el 49% de la población aun en espacios rurales, y el color inicia ilegalmente en 1979, siendo autorizado en 1980. Es obvia la ventaja de décadas que nos llevan los países con TV como servicio masivo, y lógica la preponderancia de la Radio, hasta los años 70, por la baja en los precios de los receptores de TV y el aumento de la población urbana, con acceso fácil a la TV. Sin embargo, observamos aun en la TV de nuestros días el vicio de la narración con estilo radial. En menor grado en Noticias y Entrevistas, mayormente en Deportes, los narradores incurren en la falla de hablar ininterrumpidamente, lo cual es imprescindible en Radio, pero molesto y superfluo en TV, donde las imágenes y los sonidos emitidos son la parte esencial en los eventos transmitidos, y la narración debe limitarse a complementar lo que no sea explícito en las imágenes y sonidos originales.

Los narradores deportivos en TV se comportan como si estuvieran trabajando en la Radio, donde es indispensable ir describiendo todo cuanto sucede en un evento, pues el sonido es el único elemento que une a los narradores con los radioescuchas, y la audiencia requiere que le den hasta el más mínimo detalle, porque quienes narran son los testigos e intermediarios de lo que ocurre. No se conciben baches en Radio, momentos en que la narración esté ausente, pero en TV ocurre lo contrario, los narradores deben dosificarse muy bien, para no redundar al describir lo que el televidente está viendo y oyendo. En TV la narración debe dejar pausas, respetar la expresividad propia de cada actividad, e intervenir sólo para ampliar la información básica que está en la pantalla. Y para colmo, en su afán por hablar de continuo, se exceden y además de ser redundantes, también caen en el terreno de los lugares comunes y las especulaciones, a veces incoherentes. Hablan entre ellos, no para el público, no explican lo que no es obvio para los televidentes.

Elaboran frases genéricas que a nada positivo conducen. En partidos celebrados en Brasil les hemos escuchado decir: “hace una buena selección de los mismos, no se agazapa totalmente”, “el arquero no tuvo reacción” (¿frente a una pelota fuera de su alcance, que ingresa en un segundo?), “esa maniobra puede hacer daño”, “la pelota siempre ha sido protagonista en este partido”, “no es lo mismo estar que aparecer”, “Chile viene con ánimo de ganar”, “en ese último corner querían meter gol” (las anteriores suponen que hay jugadas que se hacen con la intención de perder), “los juegos se ganan, dentro de la cancha con los jugadores, fuera de la cancha con las substituciones”, alguno mencionó que la capacidad del Maracaná bajó de 200.000 a 70.000 sin explicarlo. Gritar gol cada vez que el balón está cerca de la arquería, Afirmar que Messi es a la vez debilidad y fortaleza. También agreden a los idiomas: “Vuelvo a repetir”, “Honduras have never won a world cup” (cuando la 3ª persona es el sujeto en inglés -Honduras- el verbo lleva S, participio pasado en este caso, HAS never won). Asuman que la TV no es Radio, y que los narradores no son los protagonistas de las competencias deportivas.

Colapso de las Quinielas; Ya con las dos derrotas del equipo de España debe haber ocurrido un terremoto en el tradicional esquema del juego de apuestas llamado Quinielas, que establecen los probables resultados del Mundial de Brasil. A ese sismo se suma la excelente actuación de equipos que no figuraban entre los favoritos, con Costa Rica dando la máxima sorpresa al vencer a Uruguay e Italia, dos de los tradicionales monstruos del balompié, Ghana empatando con la poderosa Alemania, el anfitrión tricampeón no es ni la sombra de lo que ha sido, y nuestra vecina Colombia mostrando el dribling y la sabrosura que tanto extrañamos, y son la antítesis de este intercambio de faltas, y largos e infructuosos envíos de la pelota. Escribo el sábado 21 de junio, si este Mundial nos sigue dando sorpresas, no habrá quinielas acertadas y los resultados serán iconoclastas, con una camada de nuevos colosos del fútbol.

Dile NO al racismo; Es el lema en que insiste la FIFA, y en lo personal lo considero incompleto, preferiría “Dile NO a la Injusticia” que incluye al racismo y a otras formas de discriminar y perjudicar a ciertos grupos. Por ejemplo, se nos dijo que les exigieron prueba antidoping a 7 jugadores de Costa Rica (que ya había vencido a Uruguay el sábado 14, y venció a Italia el viernes 20), cuando lo normal es hacerle la prueba a 3 solamente.

Si eso realmente pasó, en aras de la Justicia y la proporcionalidad, debieron hacerle pruebas a 7 jugadores de cada team que haya ganado con igual o mayor ventaja: Croacia 4 Camerún 0, Francia iba 5 a 0 hasta que Suiza logró a última hora acomodar 2 goles, Alemania 4 Portugal 0, Holanda 5 España 1 (penal dudoso, como el que favoreció a Brasil en su primer encuentro -ese árbitro japonés como que trabaja en el CNE, me parece haberlo visto en el séquito de la Tiby cuando va a dar esos resultados electorales de madrugada, mientras -donde el proceso es manual- los resultados se dan en dos horas). Y es altamente irónico que con el lema “Dile NO al racismo” presente en Brasil 2014, y teniendo este país sudamericano una población negra que calculo debe ocupar por lo menos el 40% del total poblacional, con jugadores negros en casi todos los equipos participantes (Bosnia es el único constituido exclusivamente por blancos), no he visto entre los grupos de 22 Niños acompañantes de los jugadores durante el protocolo previo a cada partido, a ningún niño negro. Y salvo tangenciales apariciones, tampoco las cámaras de la TV enfocan a esos niños, hacen close ups de los jugadores y árbitros, lo que implica un desaprovechamiento de esa imagen del grupo de niños acompañantes, representativos de la generación que se levanta, con esos deportistas, selección de campeones mundiales, como ejemplo a emular. Excluyeron a los niños negros, y casi no muestran a los niños acompañantes, los subestiman.

Propuestas. En Artículo de Opinión de junio del 2010 ya expuse mis primordiales puntos de vista y proposiciones para introducir cambios que permitan mejorar los vicios y las fallas que enturbian la imagen del fútbol y le quitan buena parte de lo deportivo, que debería caracterizarlo permanentemente, en favor de la fuerza bruta y la viveza en el campo de juego, que afean el espectáculo, con empujones, patadas y simulaciones. Los invito a leerlo, y les adelanto apenas un párrafo: “Ha de llegar el momento en que se incluya el arbitraje complementario basado en las imágenes de las cámaras de TV presentes en cada competencia, para los casos de jugadas complicadas y trascendentales. Dos árbitros extra, separados, con acceso a la toma, los distintos enfoques, vistos en cámara lenta, y la decisión definitiva la tomarían los tres árbitros, el del terreno y los dos en cabinas con acceso a las imágenes grabadas.

De esa forma se evitarían las injusticias, y frente a esas evidencias, al alcance de todos en la transmisión inmediata y las repeticiones, no habría lugar para reclamos ni reacciones reñidas con el genuino espíritu deportivo.”  Sabemos que un árbitro principal puede favorecer o perjudicar a un equipo, actuando arbitrariamente, en especial con penales. Es casi imposible que haya arbitrariedades que reconduzcan un partido y todo el certamen, con tres árbitros, dos de ellos juzgando varias imágenes de un mismo episodio.  A lo propuesto hace 4 años, agregaría que esos dos árbitros extra calificarían por faltas cometidas a cada jugador y equipo, convertibles a sanciones, con auxilio de un software que agilice el registro de esos puntajes e indique cuando un jugador alcanza el tope para recibir una sanción específica. Impondría el uso de guantes de cuero rígido, sin dedos, para evitar agarres a franelas y brazos. Que sólo los arqueros puedan usar las manos y los otros 20 jugadores jueguen únicamente con los pies, como corresponde al deporte que se llama balompié. Saques laterales con el pie, sin permitir que el otro equipo los intercepte (actualmente quedan en igualdad de condiciones quienes sacan la pelota del rectángulo, pues pueden interferir cuando el otro equipo la reingresa).

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