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Narraciones históricas contemporáneas: Almirante Felipe Luis Brión Detrox

Felipe Luis Brión Detrex, mejor conocido  como Luis Brión. Nació en Curazao, el 5 de julio de 1.782, veintinueve años  antes  de  que  se firmara en otro 5 de julio, El Acta de la Independencia de Venezuela, sus padres procedían de Bélgica de Thimisther de la provincia de Lieja, se llamaron Pedro Brión y María Detrox, quien llegaría a  ser por méritos propios no solo  el primer Almirante sino  el único Almirante en Jefe de la guerra independentista  de la República de Venezuela,   durante toda su vida  solo utilizó  su nombre  como Luis Brión,  y así lo ha de conocer la historia mundialmente-

Como era  costumbre en las familias pudientes en la época, Luis Brión fue  enviado a cursar  estudios  en el año 1794 a Holanda y es  allí  donde  precisamente comenzó  su carrera  en las armas cuando en 1799 se incorpora al ejercito de la república para combatir  a los ingleses  en su pretensión de invadir  a Holanda, participando y distinguiéndose  en las batallas  de Bergen y Alkmaar, posteriormente cae  prisionero de los ingleses, siendo liberado  poco después  de ser firmada  La Convención de Alkmaar, regresando a Curazao en el año 1800, donde  forma  parte activa en los movimientos  insurreccionales de la época en la Isla, posteriormente  viaja  a los Estados Unidos  donde se establece y allí consolida  sus conocimientos  de náutica  y de negocios marítimos, los  que   le han de  ser de vital importancia en el futuro próximo cuando se incorpora  a la lucha independentista venezolana.

En 1807 regresa a Curazao siendo ya un próspero comerciante y reemprende  con grandes  éxitos  sus actividades comerciales en la isla, sin dejar a un lado sus actividades  de las armas, y así se alista en  la guardia nacional curazoleña, donde en forma meteórica  en poco tiempo  por  sus méritos y actos de coraje alcanza el grado de Capitán, desde esa fuerza combate  a los ingleses en sus intentos de apoderarse  de Curazao, lo que al final sucede  dado la  mayoría  abrumadora de hombres y armamentos, lo que lo obliga a exiliarse en la isla Saint Thomas, para la época  colonia danesa y desde allí se dedica  a las actividades comerciales marítima  con costa firme.

Pero en 1813 dado  su espíritu liberal y libertario  que  siempre lo ha de acompañar y para bien de Venezuela, toma partido por la lucha de la independencia venezolana y ya para 1.814 por voluntad propia y declaración personal decide  hacerse  ciudadano venezolano y Simón Bolívar  le otorga  el grado de Capitán de Fragata, naciendo una amistad y lealtad hacia  el Libertador  hasta  su muerte, para esta fecha  Brión no solo es un acaudalado comerciante, sino  que poseía   una gran relación internacional de negocios, viaja a Inglaterra y logra  la corbeta “Dardos” y con ella cargada de fusiles, bayonetas, machetes, pólvora, balas y otros implementos militares, trata de introducirse  en Cartagena de Indas férreamente bloqueada por las  fuerzas españolas al mando  del General Pablo Morillo, pero  al no lograrlo  y a ante  la  enorme  superioridad naval de los españoles decide trasladarse   a la Isla de Haití, donde  deposita todo el cargamento militar en custodia y allí se encuentra  con Bolívar y con la  ayuda de Alejandro Petión presidente de Haití, organizan la expedición libertadora en Los Cayos  de San Luis, Bolívar lo asciende  a Capitán de Navío y posteriormente participa  en el combate naval de Los Frailes, donde sale herido, pero demostrando no  solo  sus conocimientos  navales  sino  su audacia y coraje, lo que lleva a Bolívar  siempre a visualizar el futuro y con miras a  la creación de una verdadera y fuerte flota naval que  desde ya consideraba vital para la independencia de Venezuela para nombrarlo Almirante, siendo Luis Brión  el único Almirante  en jefe de la guerra independentista.

En 1817 con la escuadra  patriota  que  reúne y logra organizar el Almirante Brión zarpa de Margarita, escuadra compuesta  con los bergantines; América Libre, Indio Libre, Conquistadora y Esparta y las goletas; Mariño, Cartago, Venganza, Zaraza. Conejo, Brión y Arismendi la balandra Aurora, el falucho El León  y doce flecheras, a  esta flota la  acompaña  el bergantín “Invencible”  poderosamente armado con 36 cañones, siendo el destino de la escuadra la Provincia de Guayana a los fines  de emprender  allí acciones navales y bloqueo, remontando  el Orinoco hasta llegar a Angostura, de avanzada de la flota de Brión va el Capitán de Navío Antonio Díaz  comandando las fuerzas sutiles y en el sitio de Pagayos  se bate con denuedo y bravura derrotando estrepitosamente  a las fuerzas sutiles  españoles  que  quisieron cortarle el paso, las fuerzas  sutiles  patriotas  todos  sus tripulantes  eran margariteños, por  eso Pagayos  se va a constituir como la página de mayor bizarría criolla  margariteña  en toda la campaña  fluvial. Brión estaba  seguro  que había  que dominar  todo el Orinoco  porque  allí estaba la clave de lo que Bolívar ambicionaba, que no era  otra cosa  que  apoderarse de toda Guayana. Hay  que  hacer mención que  es  el Almirante Brión el creador  del primer cuerpo de Infantería de Marina venezolana, El Almirantazgo Venezolano, así  como lo  que posteriormente ha de llamarse la guerra anfibia, al combinar el ataque  de la flota conjuntamente  con el desembarco y toma de posiciones  con la Infantería de Marina secundada  con la tropas de marinería hábilmente adiestradas al respecto.

Sitiados  por  tierra  las  fuerzas realistas por  el ejercito de Piar y con la poderosa  escuadra de Brión desplegada  en batalla  en el río, el 13 de Agosto  los sitiados se ven obligados   a evacuar la plaza y emprender la salida y en 32 buques entre  naves  de guerra y transporte  con los  civiles  que se marchaban con las tropas, emprende  Brión la persecución y la lucha constante  durante  varios días  desde Angostura  hacia la travesía  del Delta y la salida de  Boca Grande, bate  a la escuadra española  en los sitios Cabrían, Isla Tórtola, Imataca y Boca Grande y de los 32  buques  españoles  solo logran huir  18, apoderándose  las fuerzas republicanas de 14 buques, 73 cañones, 350 fusiles, 160.000 pesos  en plata  y 300.000 pesos  en cobre, sufriendo la pérdida de 280 muertos y 1.731 prisioneros, mientras las  perdidas  patriotas fueron de 31  heridos y 32 muertos. Con las  naves  apresadas y una vez refaccionadas va a engrosar  la flota  nacional.

Capturada  toda la Provincia  tras la triunfal campaña  de Brión y en tierra el rotundo triunfo del General en Jefe Manuel Carlos Piar en la célebre  batalla de San Félix, el Almirante Brión es nombrado Presidente del Consejo de Gobierno y el  Doctor Francisco Antonio  Zea  Vice- presidente, correspondiéndole  a Brión asumir la pesada carga de gobernar e imponer el orden, enfrentándose  a penosas calamidades, pero  su cumplimiento del deber por la salud  de la República superara  siempre  cualquier otro miramiento. Pero el deber  va mucho más  allá  cuando le corresponde ser Magistrado de Justicia en una causa amargamente responsable, cuando es  seleccionado por el Libertador dado a su esclarecida conciencia que es  el mejor aval para ser totalmente imparcial para presidir el Consejo de Guerra  a que ha de  ser sometido  El General en Jefe, uno de los grandes paladines orientales  y héroe absoluto de  la gran batalla de San Félix, el gran  Manuel Carlos Piar cuyas  hazañas  militares  habían acumulado tantos méritos hasta alcanzar en plenos campos  de  batallas el más alto grado del generalato, quien además  es uno de  sus mayores   amigos y paisano, con inmenso dolor pero por la salud  de la república amenazada  a un presunto desmembramiento debe tomar la  muy dolorosa  decisión de declararlo culpable de los  delitos  de insubordinación, sedición y conspiración, sentencia  que lo condena  al fusilamiento.

Luis Brión, empeñoso recio e incansable al igual  que Bolívar a la vez  audaz  en las iniciativas, no vacila  en  hacerse  a la mar de nuevo con parte  de la escuadra hacia Las  Antillas en busca de los elementos  de guerra contratados  en Londres por el doctor  Luis López Méndez, pero no ha dejado desguarnecida  La Guayana  que tanto ha costado  durante un año de guerrear, ha  creado una  gran flota de flecheras y cañoneras fabricadas en los astilleros  que ha construido al igual  que los arsenales y maestranzas, dejando todo a cargo del valiente Capitán de Navío Antonio Díaz el vencedor  de la batalla naval de Pagayos, secundado  por los intrépidos Felipe Esteves, José Prudencio Padilla  (Quien será  el gran héroe  de la batalla naval del Lago de Maracaibo) y José Antonio Rosales.  En Las  Antillas  recibe  Brión  La corbeta Esmeralda y la Fragata Dawson, tropas  inglesas de artillería y cazadores, así  como  siete mil fusiles, pólvora, municiones, sillas de montar, botas y uniformes, estando  allí  se le unen varios  buques  de la escuadra  que estaban en comisiones  y algunos  que  se creían perdidos, dirigiéndose  de allí a Margarita para abastecer  al General Arismendi y zarpando  de nuevo hacia Angostura.

El Almirante Luis Brión en pleno conocimiento del pensamiento y de las ideas  de Bolívar sobre la inminente libertad  de la América del yugo español y por la compenetración  que tiene  con el Libertador y la  gran amistad  que los une, sabe  que tiene  que esforzarse  al máximo y como ya  estaban  suficientemente  abastecidos   de armas y pertrechos  los ejércitos  de los llanos y de oriente, desde Margarita en la base de la flota  y asiento del Almirantazgo en Juan Griego y con la División organizada por  el General Rafael Urdaneta, emprenden la travesía  hacia  la toma de Barcelona que es capturada después  de la  batalla  y asalto del Morro en la bahía de Pozuelos, pero  sobre la marcha sabe  Brión que debe actuar con premura  y sin descanso, que  si bien es cierto  que con la batalla  de Boyacá se ha dado un  gigantesco paso en la independencia de Nueva Granada se necesita  urgentemente consolidarla tomando el Magdalena como se hizo  en el Orinoco hasta  apoderarse Barranquilla, Santa Marta y Cartagena, a tales  efectos  organizada la campaña  zarpando  de Juan Griego de nuevo la flota rumbo a las bocas del Magdalena  en marzo de 1820, y lleva como comandante de las fuerzas terrestres  embarcadas al Coronel Mariano Montilla, fue un duro y muy rudo batallar  durante todo el año 1820 y parte del 21 a  pesar de  contaron con la activa  participación de los Neo granadinos  con sus pequeñas pero armadas embarcaciones, así  como los contingentes  terrestres  que  se fueron incorporando, fue una campaña  ardua y sangrienta que  culminó al igual  que  la de Guayana con el total desalojo de las fuerzas españolas  tanto de Barranquilla, Santa Marta  hasta la toma de Cartagena de Indias y la posesión total  del Magdalena, quedando los puertos  antes  nombrados  abierto  al comercio marítimo internacional,  sin embargo  pudo haberse  desarrollado mejor  a no  ser por  los actos continuos  de desobediencia e  intriga debido a los celos estúpidos de Mariano Montilla, que no  terminaba de entender que  el jefe absoluto de la campaña era  Brión y que  él, Montilla por  grado y mando estaba  subordinado al Almirante Luis Brión.

Fue  una  campaña  sangrienta y a pesar de la dureza,  la misma fue  un triunfo total para las  armas  de la República, pero  que  así mismo dejó en malas condiciones  la flota por falta de mantenimiento y las carencias de  dinero para  su total refacción, para la fecha  el Almirante Brión ya había consumido el total de  su cuantiosa  fortuna en el equipamiento de la flota y mantenimiento de las tripulaciones, además  había contraído grandes  deudas a comerciantes internacionales a su nombre, ante la angustia  del mal estado de la flota y la necesidad de adquirir  nuevas unidades decide trasladarse  a Bogotá donde  aparentemente  fue infructuoso  su viaje, aunado a  esto  el estado de  salud  del Almirante cada día  se va empeorando, solo se sabe  que

Fue recibido en Bogotá  con grandes fastos  en honor  a  sus grandes triunfos  alcanzados, Brión estaba sufriendo de tuberculosis y el mal avanzaba rápidamente, para el 28 de mayo le  escribe a Bolívar  que  se encontraba  en Guanare en marcha  ya el ejercito hacía lo  que habría de ser la batalla  de Carabobo, donde le explica  su  estado de salud y lo quebrantado  que  se encuentra, el 27 de  agosto de 1821  llega al puerto de Cumarebo en la goleta “Independencia” y era  tal el estado de  su salud que  el Coronel Juan Escalona le escribe  al Libertador, explicándole  que el Almirante  estaba en tan mal estado de salud  que decidió  seguir  hacia Curazao a tratar de curarse  al lado de  sus familiares, pero el 27 de  septiembre de ese mismo año en la casa de  su amigo el comerciante  americano William Smith, el Almirante Felipe Luis Brión Detrox falleció.

Levó anclas  hacia el mar de la eternidad para siempre  el más grande Almirante  de Venezuela, uno de las más  grandes  e integro paladines  de la gesta emancipadora de Venezuela. Hombre  acaudalado  que no  sólo   consumió  su inmensa fortuna con la cual contribuyo  a  la lucha independentista, sino  que  a su muerte  tenía grandes  deudas contraídas a  su nombre  en el exterior, quien nunca llegó a cobrar un salario  por  sus servicios  prestados, quién le  dio tantos  triunfos a Venezuela y Colombia, sin embargo muere en la casa de un amigo donde  había recibido hospitalidad. El Almirante Luis Brión sacrificó  su riqueza y su vida por la lucha  de la independencia, por  construir  la soberanía patria sin exigir nada a cambio, solo la satisfacción de hacer honor  a  sus ideales  de libertad que fueron siempre el norte  de  su existencia, todo lo sacrificó, todo lo entrego, su familia, su inmensa fortuna y su vida por  amor  a esta tierra  que hizo  suya. El ejemplo de Luis Brión debería  ser un gran camino a seguir en nuestras  actuales Fuerzas Armadas Venezolanas.

Los actos de Brión nunca estuvieron reñidos con El Decreto de Gentes, siempre respetó la dignidad humana, no solo de sus subordinados sino de los vencidos, nunca permitió que nadie degradara los principios de la justicia, fue en todo momento un gran líder naval y como tal cuidó de  su prestigio como un verdadero caballero del mar, para él, el prestigio estaba en la  bandera nacional enarbolada en los mástiles  de los buques de la flota nacional.

Venezuela y Colombia aún mantienen una gran deuda de gratitud con la memoria histórica de  este gran héroe, en Venezuela, en Caracas una humilde plaza que sin ninguna clase  de respeto se mantiene  entre la suciedad y los vendedores callejeros que más que honra  avergüenza

 

Bibliografía consultada:

Recopilación de Cartas del Libertador                           Editadas por La Asociación de Empleados

                                                                                           Administrativos de la UCV, Caracas

Luis Brión, recopilación documental                             E. Ortega Ricaurte, Bogotá

Bolívar y Petión                                                                  Paúl Vierna, Ministerio de Educación 1970

Luis Brión, Almirante de la Libertad                               Manuel Díaz Ugueto

Biografía del Almirante Brión                                          Henry De Sola, Caracas 1921

Corte del Almirantazgo en Venezuela                           Licenciada Herminia Méndez

Corsos y extranjeros, en la Guerra de Independencia   Licenciada Hadelis Jiménez López

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