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Nicaragua: hacia el fin de Ortega-Murillo

Oscar René Vargas Escobar

1. Policías uniformados, francotiradores, fuerzas parapoliciales afines al gobierno Ortega-Murillo disparan a mansalva a la población desarmada. Las fuerzas parapoliciales están aplicando mecanismos de terrorismo de Estado contra la ciudadanía desarmada y pacífica. En esas condiciones no se puede sostener un diálogo con el gobierno, dicen obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).

2. En esta lucha política-social nadie es neutral. Hay distintos niveles de conciencia, distintos niveles de compromiso, distinta capacidad de sacrificio, pero el 90 % de la población desea un cambio definitivo, porque el orteguismo en crisis ha revelado un rostro criminal inaceptable.

3. Hasta el 11 de junio de 2018 se contabilizaban por lo menos 150 muertos, más de 1500 heridos, centenares de desaparecidos y presos políticos. Sin exagerar se puede decir que la represión de la dictadura orteguista contra la demanda pacífica de justicia y democracia es una masacre.

4. Muy pocos ciudadanos prefieren seguir viviendo bajo un régimen que asesina a estudiantes desarmados, y que resulta ser inviable para la futura estabilidad del país. El quid del asunto actual radica en la circunstancia y en el método con que se producirá el cambio, la caída de Ortega-Murillo.

5. Los cimientos éticos, morales e institucionales de Nicaragua hasta el 17 de abril de 2018 ya estaban socavados, el gobierno Ortega-Murillo y el gran capital habían vendido una imagen falsa, una ficción de seguridad individual y jurídica, crecimiento económico y paz. Ignorando las innumerables carencias de la población, el desempleo, la pobreza, la desigualdad, la justicia social.

6. Desde el inició de la crisis, en la práctica Ortega-Murillo y su familia están presos en su residencia de El Carmen (residencia y oficinas del poder dictatorial), pues no se pueden movilizar con tranquilidad en la ciudad capital y menos en el resto del país. Lo cual demuestra el aislamiento social que sufren.

7. A menos de dos meses de la crisis sociopolítica la agencia calificadora S&P Global Ratings cambió la perspectiva de la calificación crediticia de estable a negativa. Esto eleva el costo del financiamiento comercial que Nicaragua adquiere en el exterior y hace al país menos atractivo para la inversión extranjera.

8. El 12 de junio, el paro de 24 horas convocado por la sociedad civil y los diferentes sectores productivos de la ciudad de León es efectivo en casi 100 % las calles lucen desiertas; el sector transporte que incluye a taxistas y buses son muy escasos. La mayoría de la población de León se suma al paro un ejemplo de lucha que puede ser imitado para otras ciudades de la nación.

9. El paro en la ciudad de León, la segunda ciudad de importancia de Nicaragua, es un éxito total. Los mercados de la Estación y Central están cerrados y reguardados por los comerciantes. Los alrededores están cerrados, las barricadas del centro de la ciudad no las pudo quitar la Alcaldía ni la policía. Las principales tiendas de la ciudad están cerradas: Gallo más Gallo, La Curacao, El Verdugo, El Tropigas, Sinsa, Pali, Proquinsa, etc. Las calles estar desiertas y las pocas que transitan se mueven en moto, vehículos y a pie. Andan mirando, tomando fotos para que nadie les cuente o los engañen con fake news. Esto puede repetirse a nivel nacional. En León sí se pudo.

10. Ortega desde que llegó al poder, enero 2007, estableció una alianza con el gran capital. Hasta abril 2018, ese sector había mantenido un respaldo al gobierno Ortega-Murillo, luego de la insurrección cívica de abril-mayo-junio ha tomado cierta distancia del gobierno. Sin embargo, se apuntan a una salida al suave, que significa: elecciones anticipadas, que todo cambie para que nada cambie.

11. El culpable de todo esto no es solo el gobierno Ortega-Murillo, sino toda la oligarquía y la élite política de este país, por complicidad o por incapacidad. El acuerdo entre el gobierno Ortega-Murillo, los grandes empresarios y los sindicatos ha permitido a Ortega-Murillo gobernar sin contrapesos, pervertir las instituciones estatales y eliminar a la oposición, con la bendición y complicidad de los grandes empresarios que, a cambio, dictaban las medidas económicas y se beneficiaban del Estado.

12. El país no cuenta con verdaderos partidos de oposición. Fueron comprados, neutralizados o declarados ilegales. El papel de la verdadera oposición lo están jugando los estudiantes, los pobladores en los tranques, los campesinos, la sociedad civil y la población autoconvocada en general.

13. La actual crisis política-social rebalsó a todas las instituciones, ninguna puede actuar en forma independiente. El Poder Legislativo, la policía, la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía General, la Contraloría de la República, el Consejo Supremo Electoral y las principales alcaldías están subordinados y controlados por Ortega-Murillo.

14. El Estado dictatorial se ha convertido, en su conjunto, en un Estado terrorista. Vemos alcaldes dirigiendo a paramilitares y pandilleros para reprimir a la población indefensa. Observamos a la ministra de Salud ordenando a los médicos de los hospitales públicos no atender a los ciudadanos heridos.

15. Las fuerzas policiales y parapoliciales están actuando de la mano del poder central y/o del poder municipal. Todas están aplicando una política del miedo contra la población para desmovilizar las protestas sociales en marcha. Sin embargo, la desproporcionada represión por las fuerzas policiales y de las fuerzas de choque afines del gobierno ha permitido que la población se vaya incorporando a la insurrección cívica.

16. Una década de autoritarismo sin límite, un acumulado de indignación antes los abusos, arbitrariedades, corrupción, desigualdades, desempleos, crímenes impunes encendieron la mecha de la protesta. Es decir, la arrogancia del poder cada vez más absoluto y asfixiantes ayudó a la protesta generalizada.

17. La decisión de Ortega-Murillo es organizar y armar a delincuentes, darles total impunidad y licencia para asesinar, robar, saquear e incendiar establecimientos públicos y privados. Estas fuerzas están actuando en los barrios de las ciudades, en los ataques a los tranques con total impunidad y acompañados o protegidos por la policía. Estas fuerzas delincuenciales son los responsables de crímenes con la población civil desarmada y de asaltos a negocios.

18. Por esta razón, la población coloca a la policía al mismo nivel de las turbas, las fuerzas delincuenciales, las fuerzas parapoliciales y los grupos armados al margen de la ley.

19. El objetivo de Ortega-Murillo es conducir/empujar la protesta cívica y desarmada al camino de la confrontación armada. Al mismo tiempo, la estrategia del gobierno Ortega-Murillo ha sido y sigue siendo ganar tiempo, provocar un desgaste en filas de la rebelión y utilizar la represión indiscriminada contra la población para sembrar miedo y terror.

20. Otro objetivo del gobierno Ortega-Murillo es aguantar lo más que se pueda, pensando que el pueblo se vaya cansando y cunda la desesperación. Al mismo tiempo, a través de la Organización de Estados Americanos (OEA), oxigenar a la oposición comparsa que ellos controlan. La Secretaría General de la OEA ha sido cuestionada por su cercanía con Ortega-Murillo.

21. La estrategia de Ortega-Murillo es reprimir indiscriminadamente para intentar cambiar la correlación de fuerzas, combinando la separación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua como mediadores del diálogo nacional. Su objetivo es poner a la OEA como mediadora e incorporar al diálogo a los partidos comparsas, sectores evangélicos afines al gobierno, con el fin de cambiar el rumbo de las negociaciones en curso.

22. Michel Forst, relator especial de Naciones Unidas (ONU) sobre la situación de las personas defensoras de derechos humanos se refiere a la situación que vive Nicaragua y que afecta gravemente los derechos a la libertad de expresión, a la reunión y asociación pacíficas y a la participación política, así como el derecho a la vida y la integridad personal.

23. La crisis sociopolítica que atraviesa a Nicaragua está impactando a los otros países centroamericanos por tres vías: la actividad comercial, ya que muchas de las mercancías que se desplazan por vía terrestre deben transitar por Nicaragua; los efectos negativos a la economía de cada país; y las repercusiones sociopolíticas que se puedan presentar por los vasos comunicantes existentes entre los países de la región centroamericana.

24. En los días 10 y 11 de junio, la represión gubernamental recrudeció en varias ciudades de las principales del país (Jinotega, Matagalpa, Jinotepe, Diriamba, Las Maderas, Masaya, Sébaco, Estelí, Ocotal, Somoto, Mulukukú, etcétera) y, también, en los barrios orientales de la capital Managua, en los que nuevamente los pobladores han señalado a policías y paramilitares como los responsables de la agresión a la ciudadanía que se manifiesta en contra del régimen orteguista.

25. Se reportan tomas tierras en todo el Pacífico por integrantes de las fuerzas paramilitares. Es la modalidad de pago del gobierno Ortega-Murillo a los paramilitares, a cambio de atacar a los tranques y usarlos contra los manifestantes cívicos. Por eso son tan agresivos. El régimen trafica con la pobreza y la necesidad para convertirlos en sicarios. Los últimos cuatro muertos en Chinandega han sido causados por estas fuerzas instaladas como tomatierras. En Managua, están en la zona de Ciudad Belén y buscando hacia Sábana Grande (cerca del aeropuerto internacional).

26. En cada ciudad o comunidad (León, Chinandega, Managua, Carazo, Matagalpa, Estelí, etcétera) se sabe quiénes son los que invaden ilegalmente las tierras: grupos marginales y delincuenciales. Las tierras son invadidas bajo protección policial y de secretarios políticos del partido de gobierno. Estos grupos están estableciendo bases territoriales desde donde puedan operar flagrantemente para delinquir y aterrorizar a la población. La estrategia de Ortega-Murillo es desatar el caos para que la población pida la intervención del Ejército.

27. El orteguismo ha reagrupado las fuerzas lúmpenes que han podido, en algunos lugares más y en otros menos, para hacer que actúen como paramilitares, atacando a personas de su propio pueblo, barrio o ciudad o de los pueblos, barrios y ciudades vecinas. Ellos le están llamando a eso Operación Limpieza y los alcaldes, secretarios políticos y sus principales cuadros en cada lugar están activamente involucrados.

28. El Ejército no puede vivir durante esta revolución cívica en una burbuja al margen de la suerte del país. El Ejército deberá optar abiertamente entre la república democrática o la dictadura. La prudencia actual del Ejército indica que tiene intereses más amplios que los que ofrece el marco jurídico viciado del orteguismo. El Ejército, para su sobrevivencia, tiene que separarse de los errores irreparables del gobierno Ortega-Murillo.

29. El Ejército, como institución, se ha convertido en un poder económico importante principalmente en bienes inmobiliarios. Al mismo tiempo, tiene fuertes inversiones en la bolsa de valores de New York. Razones por las cuales no puede apoyar abiertamente a Ortega-Murillo. Cualquier involucramiento abierto tendría consecuencias nefastas para la institución castrense tanto a nivel nacional como internacionalmente.

30. Según otra encuesta de opinión, más del 70 % de la población nicaragüense mayor de 16 años está de acuerdo con la demanda del movimiento estudiantil y de otros sectores sociales, de que Daniel Ortega renuncie y abandone el poder junto a su esposa Rosario Murillo, vicepresidenta de la República, por considerar que son los principales responsables de la matanza de más de 150 personas, desde el 18 de abril hasta el presente.

31. Informaciones que circulan en las redes sociales, provenientes de trabajadores del aeropuerto internacional de Managua, indicando que aterrizaron dos jets privados de Venezuela, provenientes del aeropuerto de Maiquetía, Caracas; uno de los dos aviones es militar y se denuncia que trajo armamentos y municiones.

32. Ortega-Murillo están acorralado. Han perdido importantes sectores de su base social. Según la misma encuesta de opinión, solamente los apoyan entre el 14 y 18 % de la población. Muchos de sus funcionarios en secreto dejaron de apoyarlo, no lo expresan públicamente, pero a nivel personal y privado lo manifiestan, algunos se han marchado del país a escondidas.

33. Cada día que se mantiene la insurrección pacífica Ortega-Murillo pierden facultad para seguir gobernando. A Ortega-Murillo les está quedando solamente la represión para permanecer en el poder. Esto lo aleja de un proceso de negociación con salida al suave, el pueblo no va a permitir que permanezcan en el país en cualquier salida que se establezca. Estamos en una verdadera encrucijada en la que Ortega-Murillo acepta salir del poder o la crisis se va a alargar, sin pronóstico favorable.

34. El día 9 de junio arribó a Nicaragua un enviado del presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano. Ha tenido reuniones con los obispos, con Ortega-Murillo, con banqueros y sectores del gran capital. El mensaje es de apoyo a la Conferencia Episcopal como los mediadores del diálogo; adelanto de las elecciones con observación electoral nacional e internacional; parar la represión; y salida del poder de Ortega-Murillo.

35. La presión norteamericana es fuerte, con la amenaza de que el Senado norteamericano pueda aprobar una ley, en caso de la represión indiscriminada continúe, que afectaría directamente a la familia Ortega-Murillo, ministros y allegados del gobierno.

36. Existen tres posibles escenarios de salida. Primer escenario: que Ortega logre a sangre y fuego superar la crisis y permanecer en el poder por tiempo indefinido. Escenario poco probable.

37. Segundo escenario: que se llegue a un acuerdo de la salida al suave con elecciones adelantadas para el año 2019. a) que Ortega logre negociar quedarse en el poder para organizar las elecciones. b) que Ortega tenga que renunciar y que asuma el control un gobierno de transición. Este escenario es el que se visualiza como el más probable, apalancado por los Estados Unidos, el gran capital, sectores del orteguismo, el Ejército y algunos miembros de la Conferencia Episcopal.

38. Tercer escenario: Producto del incremento de la insurrección social, los tranques y el paro en las principales ciudades, Ortega abandona el poder y se llama a una Junta de Gobierno de Transición, se convoca a una Asamblea Nacional Constituyente para refundar el Estado. Se destituyen a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, Consejo Supremo Electoral, Alcaldes involucrados en la represión, Contralores, Fiscal General, principales mandos de la Policía, etcétera.

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