No se puede ganar lo que ya se acabó
Es probable, muchos opositores a la oposición –los hay y declaran con frecuencia- advierten que el Gobierno no tiene disposición alguna de marcharse y que estuvieron en Oslo, ahora en Barbados, sólo como una forma de ganar tiempo, ha sucedido antes.
Es posible, en efecto, que el régimen trate de ganar para sí lo que ya se perdió para el pueblo venezolano. Tiempo que no tienen los que sufren y mueren de hambre, los enfermos sin medicinas, los desesperados sin paciencia. El tiempo se terminó, la crisis humanitaria es ya demasiado grande y letal para darle tiempo a nadie.
Millones de venezolanos huyen, miles mueren, millones sufren las peores condiciones, el país está invertebrado y ya no puede sostenerse en pie. El tiempo marcha pero al revés. Ya no se gana, ahora se pierde. Es lo que recibe el madurismo si está dialogando sólo para ganar lo que ni tiene ni nadie puede darle.
No hay tiempo, es una abstracción, Sísifo se quedó sin piedra y los dioses sin Sísifo, Barbados es sólo una nueva etapa en el camino al revés. La difteria, el sarampión, la tuberculosis, los apagones, las telecomunicaciones insuficientes, la hiperinflación, las torturas, la crueldad, el pánico y el desconcierto, la desconfianza enfermiza que ve conspiradores en todas partes, contaminaron y mataron al tiempo.
Pero el tiempo, ya se sabe, siempre se mueve. Para adelante, o para atrás. Como en la Venezuela actual.