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Normalizar la economía de Venezuela, por las buenas o por las malas

Nicolás Maduro, ha sorprendido a Venezuela y al mundo, cuando ha declarado y prometido, que, normalizará la economía del país, por las buenas o por las malas, la cual ha sido destruida, precisamente por el chavismo y su proyecto revolucionario y socialista del siglo XXI. Para ello, ha pedido ayuda a los venezolanos que le apoyan, estimado en un máximo del 20% de la población, y a los trabajadores petroleros que le siguen.

Normalizar la economía del país por las buenas, lo pudiéramos interpretar, como un viraje al sistema económico de libre mercado o capitalista, al cual el “socialismo” aupado por el régimen, le ha declarado la guerra a muerte, razón para descartarlo como herramienta económica, para lograr tal enorme y descomunal propósito. Por lo tanto, asumimos, que se continuaría con el sistema socialista o estatista, para cumplir con su sorprendente anuncio.

Una de las primeras acciones que supongo emprendería el régimen, sería la de intentar recuperar a PDVSA de la ruina en que la dejó el socialismo del siglo XXI, la cual, por cierto, requeriría reforzarla con suficiente personal calificado, lo cual sería prácticamente imposible puesto que ese personal fue despedido cruelmente hace varios años, y los otros han ido saliendo hacia otros países en búsqueda de trabajo honorable y futuro cierto. Acudir a los profesionales venezolanos del petróleo que le adversan, es inútil puesto que los deseos de éstos, son los de que el régimen renuncie o salga del gobierno por cualquier vía. Contratar a mercenarios petroleros de otras latitudes, sería inútil, puesto que tendría que desembolsar una enorme fortuna para hacerlo, de la cual no dispone.

Por otra parte, las inversiones que se requieren para normalizar la producción petrolera del país, a niveles normalizados de 3 millones de BPD, sería tan enorme que el país requeriría de nuevos endeudamientos, que Rusia y China, no estarían dispuestos a repetir ni arriesgar, vista la mala experiencia habida con el régimen chavista como deudor y administrador por Venezuela, de esa enorme deuda adquirida con éstas naciones. En conclusión, con personal venezolano y sin recursos económicos suficientes no le será posible al régimen, rescatar a PDVSA, ni mucho menos normalizar la economía del país.

Rescatar la otra parte de la economía de Venezuela, representada: en fábricas y negocios de diversos tipos o categorías, como lo son: la agricultura, la ganadería, la pesca, el turismo, la salud, el transporte, los servicios públicos, la fabricación de bienes y servicios, la banca, los supermercados, las farmacias, el turismo, el sector de la construcción, el sector automotriz, el sector minero del hierro y el aluminio, etc.; sería una labor mucho más difícil, costosa y compleja de normalizar que lo requerido por la industria petrolera destruida, para su reconstrucción y normalización.

Casi todos estos factores que conforman el sector productivo del país, conocido como parque industrial, han desaparecido y/o prácticamente han ido a la quiebra o se han retirado voluntariamente del país, destruidos por causa de las políticas económicas impuestas por el régimen socialista. En Venezuela, antes del chavismo, había unas 40 mil empresas que generaban productos, riquezas y empleos. En la actualidad habría unas 15 mil empresas aun operando, muchas de las cuales, con grandes dificultades. Los pronósticos de economistas calificados, indican que en dos años más, el 44% de éstas empresas existentes y operando desaparecerían, de mantenerse este régimen en el poder.

Recuperar este inmenso parque industrial perdido, para normalizar la economía del país, es una misión más que imposible, y mucho más titánica que la recuperación de la producción de petróleo para llevarla a los niveles de 3 millones de BPD. La fuerza humana venezolana calificada para hacerlo, también ha sufrido una enorme merma, puesto que la inmensa cantidad de personal calificado y entrenado requeridos para alimentar a todas estas empresas privadas, ha emigrado a otros países y difícilmente regresaría con Nicolás Maduro y el socialismo en el gobierno. Sobre la posibilidad de atraer a nuevas empresas privadas, interesadas actualmente en operar en Venezuela, esta es totalmente nula e imposible de aspirar, dada la situación caótica actual del país.

Cuando Nicolás Maduro hace este anuncio, sabe muy bien, que el venezolano trabajador, antes, entusiasmado y solidario con su proyecto político, mayoritariamente le ha perdido la fe al proyecto socialista, y ya no cree en éste. No existe manera de estimularlo, para que lo convenza de que ahora si será mejor, puesto que tales seguidores están desilusionados y convencidos de que con sociliasmo, el nivel de corrupción y tipo de pésimos administradores del régimen, Venezuela va de mal a peor.

Cuando Nicolás Maduro, termina afirmando, que normalizará la economía del país, por las buenas o por las malas, es seguramente debido a que está convencido de que “por las buenas” es imposible lograrlo, tal como lo acabo de explicar resumidamente. Ante este convencimiento y vista su terquedad y torpeza de no querer renunciar a su cargo, y está dispuesto a inmolarse, para lo cual jugaría su última carta y actuar “por las malas”, entregándole la administración y desarrollo de nuestra industria petrolera a China y a Rusia, bajo un contrato fantasma “especial” con participación fingida de Venezuela, para que Rusia y China, administren totalmente nuestra industria petrolera, donde Venezuela permanecería simplemente como un observador sin poder actuar, porque ya es sabido, que hasta los chinos y rusos desconfían de esa administración socialista.

Esta versión de su plan “por las malas”, pudiera tener algo de cierto, visto el complejo problema que tiene Venezuela con el pago de la deuda a China, Rusia y otras naciones, puesto que Venezuela no está en condiciones reales de honrar tal gigantesca deuda de 250 mil millones de dólares, que se dice tiene Venezuela con tales acreedores. No olvidemos, que para el régimen sería desastroso que el sistema económico mundial califique a Venezuela como nación quebrada o en “default”

Existen serios rumores de que algo parecido “al arreglo” resumido arriba, que está circulando en las redes, lo cual obliga al venezolano a ponerse en guardia y posición de lucha y protesta, puesto que supongo que toda Venezuela sin excepciones, rechazaría tal barbaridad. Tampoco creo que la ONU, ni la UE ni la OEA, ni los EEUU, apoyen o se hagan los desentendidos ante esta posibilidad de normalizar la economía de Venezuela, con la participación activa de Rusia y China, como planificadores, desarrolladores, ejecutores, administradores y contralores de nuestra industria petrolera.

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