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¿Nos estamos malvinizando?

El éxito de la gira de Guaidó ha generado expectativas en la gigantesca base de apoyo con que cuenta, la cual espera un siguiente movimiento, en los próximos días. El momentum que alcanzó, o bien pudo haber sido un pico luego del cual, volveremos al esquema de juego trancado que siempre termina con que Maduro sigue en el poder; o bien resultar en un escalón hacia un nivel más alto de oposición, que pueda destrabar el juego, y lograr avances concretos con impacto real sobre la gente.

Si fue solo un pico, las proyecciones de tiempo para un cambio de poder, se sostienen hasta un revocatorio en 2022 o una presidencial de 2025; si se trata del escalón, entonces es posible que esos tiempos se acorten.

La gira puso dos situaciones a la vista de todos: Una es el apresto con plataformas de misiles desde el mismo momento que regresó; y la otra es que reapareció abiertamente el tema de los casos de transición política en el mundo:

·         A la primera la entendemos tomando las declaraciones oficiales de los últimos días, donde mencionan a Brasil, Colombia y a EEUU, como enemigos, lo que llevaría a tener que defenderse militarmente, desplegando el arsenal y la gente. Conclusión: nos estamos “malvinizando” y en cualquier momento pudiera estallar algo

·         En la segunda, los benchmarks pasan por Sudáfrica, Polonia, Nicaragua, Rumania, España, Chile y Argentina, por solo mencionar los más populares. Ninguno se ajusta a nuestra situación, pero partes de algunos nos permitirían construir un par de escenarios posibles. Conclusión: ya es “normal” hablar de transición.

El tema militar es un punto de atención, porque si bien se declaran a sí mismos como “chavistas”, al no estar incluido ese concepto ni en la constitución, ni en la nueva “ley constitucional” aprobada un par de semanas atrás (entiendo que se le dio carácter bolivariano, popular, antiimperialista y antioligárquico, pero no chavista), se abre una ventana de oportunidad  institucional que podría hacer que formalmente no exista la simbiosis que hoy observamos de la fuerza armada con el partido de gobierno. Pareciera que son lo mismo, pero tal vez no lo sean y eso si es importante para el futuro de la institución que está recibiendo de frente, los efectos reputacionales de un gobierno desgastado por el tiempo, y con muy malos resultados de gestión.

Porque cuando se habla de conflagración armada y los militares se exponen a pasar de los ejercicios hacia un enemigo real, entonces, ellos deben estar claros en cuál es la razón y el motivo por el que luchan, y deberían preguntarse cómo es que llegamos a que ninguno de nuestros vecinos nos quiera y cómo llegamos a estar en una lista que nos empareja con Corea del Norte e Irán, cuando la esencia del pueblo venezolano, del cual se nutren las fuerzas armadas, está muy lejos de parecerse. Es injusto y hay que estar seguros de querer dar la vida por eso.

Tenemos por delante una radicalización progresiva en todos los ámbitos, la cual entendemos tiene el propósito de compensar la gobernabilidad perdida, y lograr sostener el poder, cada vez con más dificultad, y costos políticos y sociales elevados, y ofreciendo mayores flancos de vulnerabilidad.

Político

Una elección tal como está planteada, no puede ser una solución cuando ella misma es parte del problema. La opción “todos ganan” se va cerrando junto con la salida pacífica. Y si uno gana, qué opciones tiene el que pierde. Si ganara Guaidó la presidencia, digamos, este mismo año en elecciones paralelas, ¿cómo podría gobernar teniendo toda la fuerza armada y la cúpula de la institucionalidad en contra, así tenga la gran masa popular apoyándolo? La doble institucionalidad aplicada antes o después de la elección, nos llevaría a poner más en evidencia, el conflicto que se quiso evitar con la elección.

Recién entonces, después del colapso institucional, es que vendrá la negociación; nunca para evitar un conflicto, casi siempre para administrar los escombros resultantes. Y allí entonces, si hará falta una elección.

Cuando se habla de transiciones hay una tendencia a pensar que los militares serán los que decidan el resultado final, el cual pudiera ser, entre otros, que apoye al chavismo para que se quede y todo siga igual, que apoye a la oposición para que finalmente haya un cambio y que se lo queden ellos, ahora si con un futuro incierto, que abriría una nueva etapa de inestabilidad y zozobra. Por otra parte se subestima a la gran base popular que es la que en definitiva le podría dar sustento a cualquiera de las tres opciones planteadas.

Social

La presión emocional a la que está siendo sometida nuestra sociedad no hace distingo de ubicación socioeconómica, demográfica, geográfica o política. El deterioro de la calidad de vida más la sensación de miedo producida por el despliegue de fuerzas de seguridad y militares con armamento de guerra y misiles; y la radicalización con discursos amenazantes y agresivos, están deteriorando nuestra salud emocional. Los ataques de pánico, cada vez más frecuentes, se convierten en enfermedades físicas, y limitan  las resistencias para curarnos.

Les vengo diciendo hace tiempo que la polarización existe solo a nivel de las dirigencias políticas, en la que basan sus enfoques y se nutren del enfrentamiento. En las bases, que es donde se sufren los problemas reales, el panorama es muy distinto. Chavistas, ex chavistas y opositores, están en un 87% alineados con la idea de que ya no se puede vivir así. Con problemas de gas, agua transporte y electricidad; de alimentación y salud, así como de educación cuyos niveles de asistencia a clases rondan el 30%, las madres, como soportes de familia, en una sociedad matriarcal, son las que preferirían que este gobierno termine, sin importarles quien lo reemplace, porque ya no creen en la información oficial.

La lectura es que de alguna forma esas bases populares se expresarán, y las posibles soluciones políticas, económicas y militares serán superadas por las sociales, que en definitiva son las que pueden hacer que cualquier resultado sea genuino y duradero.

Económico

La radicalización en lo económico se produce como respuesta de los grupos duros del chavismo que veían con preocupación que la liberalidad daba mejores resultados que la intervención y el control. La inercia liberal que se puso en marcha, ya no se frenará, sino que se deslizará hacia espacios cada vez más oscuros donde el chavismo tendrá la potestad de castigar a algunos y beneficiar a otros. Lo anterior se complementa con la intervención de las compañías de seguro como mensaje a los empresarios opositores, de que pueden perderlo todo.

Para entender lo de los espacios oscuros, simplemente hay que preguntarse cuál es el origen de los dólares en efectivo, usados y de baja denominación, que hay en la economía y que entran en empresas de todo tipo, y desde esta semana, hasta en los bancos.

En Venezuela no tenemos ninguna actividad de exportación que de cómo resultado recibir como pago ese tipo de dólares, por lo que hay razones para sospechar que los que circulan provienen de actividades ilegales (tráfico de drogas, contrabando de armas, corrupción, fraude, trata de personas, prostitución, extorsión, piratería, evasión) y que las empresas se exponen a situaciones riesgo solo porque el “mercado” se está moviendo con los dólares en efectivo antes mencionados.

Tal vez una empresa nacional de tamaño pequeño pueda evaluar que el riesgo que corre no la afectará en el mediano plazo. Pero ya cuando se trata de empresas más grandes que pudieran pensar en operar en el exterior, o empresas transnacionales, ya sea que estén o no listadas en Nueva York, tienen que poner en la balanza si el tamaño de mercado que representa Venezuela, compensa el riesgo de operar con ese tipo de dinero. A veces proceder bien no es lo más fácil, pero si es lo más seguro.

Las cuentas que esta semana anunció un banco para operar en dólares entre sus propios clientes en Venezuela, son las previstas en el “convenio 1” las cuales, técnicamente hablando, son subcuentas de la cuenta que ese banco tiene en el BCV, y forman parte de las reservas internacionales. Su saldo pudiera ser objeto de un tratamiento similar a los saldos en dólares que en la actualidad tienen esas cuentas (resultantes de las subastas Dicom) y que no serán pagados en dólares sino en petros.

Internacional

Para cualquier extranjero que escuchó el discurso oficial, en la rueda de prensa del viernes, la victimización choca de frente contra el informe Bachelet y la emigración masiva, los cuales junto con el desmoronamiento de la infraestructura y los servicios, la hiperinflación y la recesión profunda, mas la gente comiendo de la basura y los niños muriendo en hospitales, hacen que cualquier explicación distinta al arrepentimiento y propósito de enmienda, adquiera una perspectiva opuesta al propósito del discurso. Eso es que cuanto más explica el gobierno, mas se afecta su imagen y reputación.

La comunidad internacional relevante, ya ha ido tomando posiciones claras, y difícilmente haya alguno de esos países que falte por definirse; en el entendido de que la duda o la ambigüedad, automáticamente es capitalizada por el chavismo y pasa a ser parte de su ecosistema. Los casos de España y Argentina se encontraban en un limbo tal, que obligó al gobierno español a salir a confirmar que “Guaidó, además de ser el líder de la oposición, es presidente interino” para no dejar dudas. El caso de Argentina que sigue en un limbo, si continúa en esa vía, pasará a formar parte del ecosistema chavista. Para evitar que eso quedara así, Bolsonaro le lanzó un salvavidas al canciller argentino al decirle que no quería una argentina bolivariana.

El caso argentino tiene sus bemoles pues el mayor peso en la coalición gobernante, lo tiene el chavismo-kirchnerismo, y Venezuela, definitivamente entra más en su área de influencia, que en la del peronismo clásico al cual pertenece el canciller. Pero estas indefiniciones, perjudiciales para ellos que tienen que renegociar su deuda con acreedores no chavistas, no pueden durar mucho, y pronto sabremos si lograrán renegociar o si irán a default; y esa situación hablará por si sola de la decisión que tomaron con respecto a Venezuela.

Recomendación

·         Al gobierno, que mantenga el ámbito económico separado del político, y que sostenga los espacios de convergencia que se habían ido generando

·         A los políticos, chavistas y opositores, que no permitan que el desgaste del gobierno, natural tras 21 años en el poder, los arrastre y les haga perder la perspectiva del futuro. Recomendación extensiva a la institución militar. Hay que “pensar fuera de la caja” y considerar, que la alternabilidad es lo más sano, porque si el mensaje es genuino, siempre pueden volver

·         A las empresas y empresarios, que revisen la situación de dolarización en la que están entrando porque más se parece a un mercado oscuro cercano al lavado de dinero, que a un ciclo normal de negocios, así parezca normal. Les recomiendo hacer la consultas en los ámbitos correspondientes de EEUU, por tratarse de una utilización irregular de su moneda. Hacer las cosas “bien” no siempre es fácil.

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