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OMS: ¿ébola derrotado?

 El virus no está vencido, por lo que surgirán nevos brotes,
como ha ocurrido con otras epidemias virales o bacterianas en la historia de la humanidad

Fue apenas el 14 de enero de 2016 cuando el director de Gestión de Riesgos de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Rick Brennan, expresó en Ginebra: „Felicitamos a la población, al gobierno y a los médicos. Es un día importante, anunciamos el fin del brote (de Ébola) en África Occidental.“ „Pero el trabajo no está completo,“ finalizó, dando un alerta sobre el peligro potencial de un nuevo brote. El funcionario se refería a Liberia, pero abarcaba a toda África Occidental, ya que Guinea y Sierra Leona habían sido declaradas libres de Ébola a finales de 2015. Era una excelente noticia para el mundo.

En Liberia se había presentado el último deceso por transmisión activa del Ébola en África Occidental. Era un joven de 15 años, fallecido en un hospital cercano a Monrovia, la capital, quien no había infectado a otras personas. Es de recordar, que con más de 4.800 muertos, ninguna otra nación había sido tan afectada como Liberia.

Según los protocolos de la OMS, una nación es considerada como libre de Ébola cuando transcurre un mínimo de 42 días contínuos después del fallecimiento o la recuperación de la última víctima, sin que se presenten nuevos casos. Este período corresponde al doble del tiempo de incubación del virus, de 21 días.

La ausencia de nuevos casos en las tres naciones de África Occidental fue lo que indujo a la OMS a declararlas libre de Ébola, con ciertas reservas (http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2016/ebola-zero-liberia/es). Sus pobladores  se sintieron aliviados. En Sierra Leona se hizo popular un videoclip titulado Bye Bye Ebola, para celebrar el anuncio del año 2015 (https://www.youtube.com/watch?v=YRhXoLjHruM).

Declaraciones previas de la OMS sobre el final del brote

En dos ocasiones anteriores la OMS había declarado a Liberia libre del Ébola, pero surgieron nuevos brotes. ¿Qué pudo haber sucedido? Los expertos concluyeron, que las nuevas infecciones habían ocurrido por transmisión sexual. Reportes experimentales indicaban, que el virus Ébola o fracciones de él podían permanecer indetectables durante por lo menos nueve meses en el semen de un afectado. También se había señalado, que el virus podía mantenerse en los ojos y sus fluidos de pacientes aislados que habían sanado.

La primera de esas declaraciones ocurrió el 9 de mayo de 2015, pero algunas semanas después se detectaron seis nuevos casos de infección, que fueron rápidamente controlados, conjuntamente con las personas que habían tenido contacto con ellos. Para intentar dar una explicación a los nuevos casos, hasta se pensó que habían ingerido carne de caninos infectados, posibilidad que se había considerado como causal al inicio de la epidemia en 2013.

A pesar de las explicaciones, los enfermos, sus allegados y las autoridades gubernamentales y de sanidad pensaron que el trauma de la epidemia estaba regresando.

La segunda declaración se produjo el 3 de septiembre del mismo año, a los 42 días después de que un joven de 17 años había fallecido. Para evitar un nuevo brote se puso bajo observación a todas las personas que habían tenido contacto con el joven, alrededor de 200, en varios niveles. Cinco de ellas resultaron enfermas, pero no se observaron nuevas infecciones.

Las dificultades para controlar al Ébola

Por una parte, las poblaciones de las naciones afectadas de África Occidental están densamente habitadas y muchas personas viven en regiones apartadas, muy pobres y difíciles de alcanzar. Por otra, es poco menos que imposible supervisar eficientemente las fronteras, escasamente vigiladas, por lo que existe el peligro generalizado de que un enfermo alcance fácilmente a la nación vecina, donde probablemente viven familiares, antes de que presente los síntomas. Además, las deficiencias médicas y hospitalarias fueron, inicialmente, de gran significación para la rápida propagación del virus.

Ante las nuevas manifestaciones de la presencia del virus y a pesar de las declaraciones de la OMS se llegó a pensar, que el mismo era endémico en África Occidental, lo cual implicaría modificar la estrategia de combate. Esa opinión fue expresada por el director regional de la ONG caritativa Oxfam, tal vez en un momento de gran incertidumbre.

Censuras a la OMS

Desde la aparición del Ébola a finales de 2013, los especialistas regionales comenzaron a sospechar de un mal manejo de la situación de crisis, por la tardanza de la OMS en convocar y alertar a la comunidad mundial sobre el brote. La primera organización en manifestar públicamente su angustia, sorpresa y desacuerdo fue Médicos sin Fronteras, profundamente implicada en el manejo del problema in situ, lo que casi le gana una reprimenda de la OMS. La OMS, aparentemente, se había confiado en que, como en casos previos de brotes de Ébola ocurridos en otras partes de África (Congo y Uganda), la enfermedad estaría limitada a una zona muy restringida. Fue un grave error, tal vez generado por consideraciones políticas y económicas erradas de funcionarios de rangos inferiores.

En la primavera de 2014 colaboradores de la OMS ya sabían, que el brote de Ébola en África Occidental se encontraba fuera de control. Sin embargo, solamente fue en agosto del mismo año cuando la OMS se vió precisada a declarar la emergencia.

En un plan contentivo de diez puntos, varios especialistas promovieron la necesidad de crear las capacidades básicas para enfrentar y controlar brotes de la enfermedad. Y lo más importante: dar incentivos para la declaración oportuna de una emergencia ante ese tipo de brotes.

Mientras tanto, dos importantes grupos de expertos se reunieron a fin de trazar lineamientos para el manejo de la crisis: uno del Instituto para la Salud Global de Harvard (HGHI) y otro de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical (LSHTM). La Dra. Ashish Jha, del HGHI, manifestó: „El mayor error estuvo en que la OMS había declarado muy tarde la emergencia de salud internacional.“

 

Nuevos casos en Sierra Leona y Guinea

Apenas algunas horas después del anuncio de la OMS del 14 de enero de 2016, declarando a África Occidental como libre de Ébola, se confirmó la muerte de un joven en la zona norte de Sierra Leona positivo al virus, en el distrito de Tonkolili. La información procedía de la emisora BBC, haciendo referencia a funcionarios de sanidad del país africano (http://www.bbc.com/news/world-africa-35320363). La OMS confirmó la información. Dos ensayos hechos al cadáver del joven por especialistas británicos así lo demostraron. No se señaló cuándo falleció el joven. El diario Washington Post anunció el caso, en cambio, como ocurrido a una mujer de 22 años, según una información de la agencia de noticias Associated Press.

El 17 de marzo de 2016 la autoridad sanitaria de Guinea Conakry anunció el fallecimiento de tres miembros de una familia por el virus Ébola, en Koropara, al sur del país. Otras dos personas (madre e hijo) fueron encontradas contaminadas.

Las nuevas infecciones en Guinea fueron confirmadas el mismo día que la OMS declaró el fin del último brote de Ébola en la vecina Sierra Leona (http://www.who.int/csr/disease/ebola/new-ebola-cases-confirmed-guinea/en/).

Esta contradicción entre el anuncio de la OMS en Ginebra y el surgimiento de varios nuevos casos mortales por el virus es extraña, a pesar de que la organización había informado sobre la posibilidad de que se presentarían nuevos casos aislados (flare-ups), que serían eficientemente controlados. Lo que no se explica es la prisa de la OMS en declarar a la zona como libre del virus, dejando de lado una mínima cautela. Obviamente, la organización está presionada por el Ébola mismo, el deseo de enmendar el error y el reciente brote del virus Zika en Centro- y Suramérica, para el cual convocó la emergencia el 1 de febrero de 2016. Pero se mantiene una estricta vigilancia epidemiológica y los sistemas de respuesta inmediata están bien preparados, condiciones críticas en los meses por venir.

Conclusión

El virus no está vencido, por lo que surgirán nevos brotes, como ha ocurrido con otras epidemias virales o bacterianas en la historia de la humanidad. La emergencia en África Occidental continúa. Y el optimismo deberá permanecer para mirar al futuro con confianza. Medicamentos y vacunas, ya en fase de prueba, estarán disponibles posiblemente masificados, pero no en el corto plazo.

Sin embargo, ese futuro, por lo menos para las naciones africanas afectadas, va a estar marcado, durante muchos años, por las devastadoras secuelas de la epidemia, no solo en lo sanitario, sino en lo económico, lo político y lo social, algunas de las cuales ya han comenzado a evidenciarse.

Edgar Otaiza Vásquez

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