Amor con Amorin se paga
“Amor con amor se paga” repite Hugo Chávez de cuando en cuando en la eterna campaña electoral en la que se encuentra desde que llegó al poder en 1999. Hace poco su repetida frase recibió una reciproca respuesta por parte del gobierno de Brasil, decidido, al fin, a expresar su malestar al vecino caudillo a quien solían perdonarle su excesivo y nocivo protagonismo en la región a cambio de petróleo barato y acuerdos bilaterales más parecidos a regalos que a negocios.
Brasil se distancia del actual régimen venezolano pagando el “amor adúltero” de Chávez con las claras palabras de su canciller, Celso Amorin, quien anunció al parlamento haber manifestado “la incomodidad personal del presidente Lula con algunas de sus acciones”. Amorin dio como ejemplos concretos de lo que le incomoda a su gobierno la presencia de funcionarios de la empresa petrolera estatal venezolana, PDVSA, en el momento cuando Evo Morales se apersonó con el ejército a las instalaciones de industrias de gas y petróleo al nacionalizar los hidrocarburos y a la asistencia de Chávez a una cumbre en donde no debía estar, entre los presidentes de Paraguay, Uruguay y Bolivia. Culmina así el silencio y la sumisión de la diplomacia brasileña ante la incontinencia verbal y las intromisiones frecuentes de su vecino en asuntos internos, fronterizos y del MERCOSUR, al cual Venezuela, por ahora participa solo como invitado.
No podía faltar el insulto de Chávez quien desde Roma expresó que Amorin está presionado por “la prensa reaccionaria” de su país y aseguró que de haber estado “relajado” hablaría diferente. Como en el impasse con Perú se vuelve a evidenciar el autoritarismo del actual régimen venezolano al exigir silencio y complicidad a mandatarios y a los medios de comunicación de sus países.
“Você abusou” le dijo Amorin a Chávez poniéndole la Cruz de Celia en nombre de Lula al hombre que se ama tanto a sí mismo al punto de querer sacrificarse en el poder hasta el 2031.
