Opinión Internacional

Arias Presidente

Noticias procedentes de fuentes cercanas al Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica acaban de confirmar que Oscar Arias Sánchez, el Premio Nobel de la Paz, ha sido electo Presidente del pequeño país pero gran democracia de América Central. Hace cerca de dos semanas, después de cerrados todos los centros de votación, y en base a los datos recibidos por vía electrónica, se había informado que Oscar Arias había vencido a su único serio contendor, Otton Solís, por apenas cerca de 10.000 votos.

Ante una ventaja tan pequeña se cumplió con el trámite tradicional en todas las elecciones de Costa Rica, procediendo al recuento manual de todos los votos. Ambos candidatos, y el pueblo costarricense en general, estuvieron de acuerdo en que se procediera democrática y pacíficamente al conteo manual de todos los votos. Tanto Arias como Solís convinieron desde entonces en que ninguno de los dos se atribuiría la victoria antes de tener el recuento definitivo llevado a cabo por el organismo electoral.

Desde un principio se tenía noticias de que Arias había ganado con la leve ventaja anunciada en base a la información dada por vía electrónica y que había perdido en la meseta central de Costa Rica, que incluye a San José. El recuento manual, se inició, precisamente, en San José y, una vez ratificado manualmente el resultado antes anunciado, se supo que allí había ganado Solís. A medida que se procedía al recuento manual en el resto del país se iba aclarando que la ventaja de Solís en la Meseta Central sería superada por Arias en el resto de las provincias. Pero he allí que, tal vez envalentonados por la ventaja obtenida en la ciudad capital, Solís y su partido empezaron a poner trabas al proceso de recuento que todavía estaba llevándose a cabo.

Solís dio una rueda de prensa el 21 de febrero, transmitida por cadena nacional de televisión, en la que manifestó dudas acerca de la corrección del proceso de conteo manual. Ello dio lugar a que el Tribunal Supremo de Elecciones emitiera un comunicado oficial en el que, entre otras cosas dijo: “Para tranquilidad de los costarricenses, es imperioso que el Tribunal Supremo de Elecciones recuerde que la ciudadanía ha protagonizado un admirable ejercicio cívico el pasado 5 de febrero y que el Tribunal hará lo necesario para que el veredicto de las urnas se traduzca fielmente en la designación de nuestros próximos gobernantes. Esa es nuestra función: servir de guardián de la voluntad popular, con independencia de quien resulte elegido.”

Ya se sabe que el conteo manual de los votos ha determinado que Oscar Arias Sánchez ha sido electo con una ventaja sobre Solís que excede en mucho la que daban los primeros resultados basados en la información electrónica.

Cuentan que, recientemente, el Vicepresidente de Venezuela había declarado públicamente que la historia de América estaba cambiando con las victorias de Lula, Kirchner, Tabaré Vásquez, Evo Morales y “ahora con el triunfo de Otto Solís en Costa Rica.” Hay que pensar más bien que el triunfo de Oscar Arias en Costa Rica sí va a tener un impacto positivo en la historia de América. Arias contribuirá al logro de la paz en todo el continente; será un baluarte en la oposición a todo brote de violencia. Chávez apostó a otros candidatos en Costa Rica tratando de impedir que ésta firmará el tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Nadie tiene una bola de cristal para saber si firmará o no pero esa firma es cosa que concierne al pueblo de Costa Rica y a lo que entienda que pueda beneficiarla y no a quienes sólo desean oponerse a un supuesto imperialismo norteamericano.

¡Que el proceso electoral costarricense nos sirva de lección!

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