Barak: retirada del Líbano terminará en 10 días
El primer ministro israelí Ehud Barak dijo hoy que el retiro de Israel del sur de Líbano terminaría en 10 días, más de un mes antes de lo esperado, y el ejército envió tropas y tanques a la frontera norte para proteger a los ciudadanos temerosos de ataques de guerrilleros libaneses.
Al tiempo que Israel se retiraba, las tropas intercambiaban fuego con guerrilleros del Jezbolá cerca de la frontera, y los residentes de poblaciones limítrofes de Israel recibieron órdenes de volver a los refugios antiaéreos tras pocas horas de estar al aire libre.
Un tanque israelí desplegado en la frontera disparó fuego de metralla contra una camioneta que supuestamente pertenecería a Jezbolá.
El vehículo estalló en llamas. Jezbolá, en cambio, disparó contra un puesto militar israelí, unos 30 kilómetros al oriente de la población costera de Rosh Hanikrá. En represalia, un helicóptero israelí bombardeó un convoy del Jezbolá, alcanzando a un automóvil.
Cientos de milicianos libaneses aliados de Israel y sus familias que huían del avance de los guerrilleros de Jezbolá, recibieron refugio en un campamento en el mar de Galilea. Los refugiados llevaban pequeñas bolsas y descendieron de los autobuses israelíes para ser llevados a grandes tiendas blancas, que a principios de la primavera albergaron a los peregrinos que acompañaban al papa Juan Pablo II.
Para la tarde de hoy 1.600 milicianos del Ejército del Sur de Líbano y sus familiares habían llegado a territorio israelí.
A Israel le tomó por sorpresa la rápida desintegración de su milicia aliada y se vio obligado a acelerar su retirada, originalmente programada para el 7 de julio.
Desde el domingo, el Jezbolá ha tomado poblaciones y puestos militares abandonados por el ESL, y ha tomado el control de dos terceras partes de la zona de seguridad establecida por Israel en 1985 para cuidar su frontera norte contra ataques terroristas.
El jefe del Jezbolá, el jeque Hassan Nasrala, advirtió a los israelíes que el asesinato del día anterior de seis libaneses por parte de tropas de Israel y su milicia aliada era «un asunto muy grave» y que su grupo aún está considerando cómo responderá.
