Benedicto Google
Discúlpenme, no quiero ser irreverente, pero no encontré un título más descriptivo para explicar lo sucedido y lo que probablemente sobrevendrá.
Me explico. Antes tener Papa era un regalo, una gracia divina que los mortales comunes y corrientes recibíamos con gratitud y silencio, sin opinión ni murmuración, al igual que la bendición Urbi et Orbi. Ahora con la magia de la globalización de las comunicaciones, quien no estaba conforme con la transmisión por televisión, podía seguirlo on line y enterarse en el buscador de noticias de Google de todo sobre esta elección papal.
Ahora, parecía un concurso de popularidad. Cada cual tenía un favorito y me temo, que algunos se desilusionaron con Joseph Ratzinger. Esto era imposible antes y si alguien se desencantaba sería porque andaba muy metido en el entreteje del tema Vaticano. Ahora con tanta prensa entrometida queremos Papa a la medida. Que sea negro, que sea latinoamericano… No, así tampoco.
La Internet marcará este Papado de principio a fin. Antes los misioneros y evangelizadores recorrían tierras inhóspitas para llevar la Fe. Benedicto XVI, deberá honrar su escogido nombre navegando por las peligrosas páginas de la Internet. Si ahí pasan su vida millones de usuarios al día, es uno de los lugares donde deberá iniciar su peregrinación. Sí, justo en el ciberespacio.
Quizá mañana tengamos un séquito de sacerdotes reclutando y enrolando páginas cristianas, convirtiendo a otras y convenciéndonos de no visitar esos pecaminosos sitios Triple X. Los más rentables del mundo virtual.
La Santa Sede podría desarrollar un buscador mejor que el Google, solo para cristianos o solo para los católicos, depende de lo exclusivo o excluyente que sea Ratzinger. Como sea, sería exitoso entre los padres con niños pequeños.
Ahora entramos a una inadvertida página y nos dice “¿Sabe que temperatura hace en el Sol? Todas las respuestas las hallará en Google”. Quizá dentro de poco, tengamos algo similar pero con efecto evangélico “¿Sabe que edad tenía San Mateo cuando conoció a Jesús?…Todas las respuestas las hallará en el buscador Vaticano”. Imagínese, leer todas las noticias gratis que desee, pero antes haga clic y lea un párrafo de las sagradas escrituras o probablemente veremos una ventana pop con un enriquecedor mensaje espiritual.
Creo que reclutar Webmasters debería ser una prioridad evangelizadora para poder ganar áreas estratégicas de difusión. Como antes lo fue asimilar primero las aldeas de los ríos principales.
El Vaticano tiene mucho que aprender de Google si quiere ganar espacio ante la difusión de sectas. Quizá hasta compre al coloso de Silicon Valley y veremos por fin si para algo bueno sirve el Banco Ambrosiano.
No es broma, sin la Internet no hay forma para llevar adelante la evangelización que se propone Benedicto XVI.
