Opinión Internacional

Carlos Gardel (1890-1935)

(%=Image(1050504,»L»)%) Reconocido autor e intérprete del tango, Carlos Gardel, contrario a lo que se cree, no fue argentino de origen. Nació en la ciudad francesa de Toulouse el 11 de diciembre de 1890, y su nombre de pila fue Charles Romuald Gardés.

Tenía el niño tres años cuando su madre Berthe Gardés, sola y desamparada, llegó a la capital de Argentina en busca de nuevas y mejores oportunidades para ella y su pequeño hijo. Así, quien años después recorrería el mundo entre aplausos y reconocimientos, creció en los barrios bajos de Buenos Aires.

Al paso de los años, el Carlos criado en la tierra de la Pampa se convirtió en un jovencito tan vivaracho y simpático como temperamental e irascible; parecía resentido por el mundo por haberle dado a conocer el más trágico espacio de la miseria, pero a la vez soñaba con ser bañado algún día con el oropel de la riqueza.

Ya para los 20 años, había desempeñado una variedad impresionante de oficios que le permitieron sobrevivir y ayudar a su madre. Le gustaba cantar y aprovechaba esa inclinación para ganar algunos centavos, lo mismo en las esquinas de las calles que en reuniones de poca importancia, y más tarde en negocios de la baja vida que operaban en la clandestinidad.

Se daba cuenta que su voz gustaba y eso lo motivaba, pero además, un ritmo triste pero bailable llamado tango empezó a ponerse de moda. Le atraía esa música y Carlos decidió probar suerte en serio una vez más: sustituyó la «S» final de su apellido en un intento de latinizarlo y se lanzó a buscar trabajo en bares y cafés.

Como «El Morocho» empezó a ganar aplausos y a recibir manifestaciones de admiración por la claridad es su voz. Además, el tango, que de ser pieza musical alegre había evolucionado hasta convertirse en una expresión nostálgica y sentimental de los corazones heridos, parecía acomodarse naturalmente a él.

(%=Image(9714185,»L»)%) De 1915 a 1925, Carlos Gardel hizo dúo con José Razzano y juntos lograron popularidad y éxito, sin embargo un padecimiento de Razzano en la garganta le impidió seguir su carrera y Gardel debió seguir cumpliendo sólo con los compromisos que habían adquirido.

Viajó a Europa y en París, su tierra natal, su éxito fue aplastante; en España, fue recibido con un entusiasmo que lo cautivó. Y en todas partes arrollaba con su sencillez, su música y sus canciones. Aunque su imagen pública era la de sin pícaro castigador, su intimidad era un hombre triste y retraído.

También incursionó en el ambiente cinematográfico con películas como: Flor de durazno (Argentina, 1917), Luces de Buenos Aires y Cuesta abajo (Francia, 1931 y 1934, respectivamente), Tango Bar, (Estados Unidos, 1935). Además, Medio día de arraval, El tango en Broadway, El día que me quieras y Cazadores de estrellas. En 1934, inició una gira por Latinoamérica ante un público delirante que lo aclamaba y lo aplaudía. Ese mismo público, no logró por mucho tiempo sobreponerse a la muerte del artista ocurrida el 24 de junio de 1935, consecuencia de un accidente aéreo cuando viajaba de Bogotá a Cali.

José Ignacio Cabrujas, (%=Link(«/bitblioteca/cabrujas/el_dia_que_me_quieras.asp»,»El día que me quieras»)%)

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