Opinión Internacional

Cuidado con las presiones del Sionismo Capitalista contra China

Los Rothschild pertenecieron a una de las familias prominente originaria de Alemania que establecieron casas bancarias y financieras en Europa desde el siglo XVIII. Los Rothschild fueron pioneros en financiar negocios de todo tipo en especial proyectos de infraestructuras tales como el canal de Suez. Hay quienes opinan que los Rothschild modelaron la forma en que funciona hoy el mundo de las finanzas. Los intereses financieros de los Rothscihild se dice, fue la fuerza motriz que contribuyo de manera significativa al rompimiento unilateral por parte de los EEUU del acuerdo del Sistema de Bretton Woods en New Hampshire, un sistema monetario acordado en julio de 1944, por 44 países, lo cual termino con la paridad fija atada al oro en razón de un precio de 35 dólares por onza. Este acontecimiento le permitió al presidente Nixon financiar la guerra de Vietnam sin incurrir en déficit fiscal importante y sin necesidad de imponer mayores tasas impositivas, lo cual hubiese sido demoledor para el gobierno republicano de entonces.

En términos políticos la ruptura del patrón oro-dólar significo que el resto de los países se hacían dependiente de los EEUU por cuanto la Reserva Federal (Fed) pudo incrementar o disminuir la oferta monetaria sin dar explicaciones a nadie, lo que permitió a los EEUU obtener del resto del mundo capitalista un crédito sin límites, es decir, los EEUU podían incurrir en crecientes déficits comerciales con un impacto económico limitado. “Dejadme que emita y controle la moneda del mundo y no me importaran las leyes se hagan en cada país”. Esta frase atribuida Jacob Rosthschild, nos da una idea de la influencia del Sionismo en el mundo financiero. En este contexto el sistema financiero de los EEUU ha tenido en sus manos la financiación de la actividad productiva mundial, lo que le ha permitido obtener a este país una significativa plusvalía de la economía mundial, gracias al sistema monetario internacional instaurado después del Bretton Woods que es un sistema de creación artificial de crédito basado en la exclusividad del dólar como moneda de reserva internacional.

En 1981 Los EEUU vieron dispararse sus gastos militares e incrementar su deuda pública hasta niveles nunca vistos desde la segunda Guerra Mundial. Pero ello no represento ningún problema a su economía pues, simplemente emitieron más dólares sin mayor costo que el papel, la tinta, y poner a funcionar la maquinita sin que ello produjera inconvenientes de inflación por que el dólar al funcionar como moneda de reserva internacional lo evitaba.

Sin embargo, los EEUU han venido perdiendo hegemonía mundial a pesar de que en 1991, cayera abatida la URSS y con ello terminara la Guerra Fría que según Francis Fukuyama, significaba la derrota política definitiva del socialismo y el triunfo definitivo del capitalismo y del liberalismo como sistema político. Pero después de 30 años del “Fin de la Historia”, veamos lo que dice Fukuyama: “sigo siendo un defensor de la democracia liberal y me gustan los mercados libres, pero creo que, en muchos sentidos, me he movido hacia la izquierda por un par de razones bastante buenas. Creo que en la década del 2000 las dos grandes catástrofe fueron la invasión estadounidense a Irak y luego la crisis financiera, ambas fueron subproducto de ideas conservadoras que fueron llevadas al extremo y condujeron a resultados muy malos. Y eso requería un replanteamiento…”

“También creo que la globalización en general ha tenido mucho éxito en muchos aspectos, en términos de reducir la pobreza en muchas partes del mundo, pero también ha producido un mayor nivel de desigualdad en muchos países, incluso en los Estados Unidos. Eso requiere un remedio. Y creo que eso probablemente lo ofrece hoy mejor la izquierda que la derecha”. (BBC NEWS / MUNDO-14 de Mayo 2019).

No obstante, tendríamos que agregar que los EEUU obvio las transformaciones económicas que lenta y paulatinamente se venían haciendo desde adentro de China hacia finales de la década del 70 y comienzos de los 80. En todos estos años el partido comunista chino intento la recuperación de la producción rural, la administración industrial, el comercio exterior y la inversión extranjera todo ello bajo su rígido control. Estas trasformaciones se profundizan después de los acontecimientos de la masacre de Tiananmen en 1989, en tanto las transformaciones adelantadas habían creado una serie de expectativas entre los intelectuales y profesionales. Por otra parte, la introducción de nuevas tecnologías occidentales en relación a las comunicaciones provoco que la información entrara y saliera libremente, lo cual hizo que las expectativas de cambio se profundizaran.

China es hoy el mayor tenedor de la deuda soberana de los EEUU por un valor de 1,178 billones de dólares, a la par que mantiene su ímpetu de crecimiento lo cual le hace integrarse mucho más a la economía global. Para el 2005, China se había convertido en la fábrica del mundo gracias a su ingente fuerza laboral, sueldos bajos y países deseosos de establecer relaciones comerciales con la segunda economía del mundo. “En el 2016, el PIB de China era de 21 billones de dólares y el de EEUU, de 18,5 billones, medido por paridad de poder adquisitivo (PPA), que según la CIA y el FMI es el mejor criterio para comparar las economías nacionales. Si EEUU fuera una corporación, representaría el 50% del mercado económico mundial en los años inmediatamente posteriores a la segunda Guerra Mundial. En 1980 la cifra había disminuido 22%. Tres décadas de crecimiento chino de dos dígitos ha reducido esa participación al 15%. Si las tendencias actuales continúan, la participación de los EEUU en la producción económica mundial disminuirá aún más en las próximas tres décadas a solo el 11%. Durante este mismo periodo, la participación de China en la economía mundial habría aumentado del 2% en 1980, al 18% en el 2018, y se encamina al 30% en 2040”. (Graham Allison. Expansion 28 de Aril 2018)

Dentro de la realidad anterior, la política de America First (Primero América) de Donald Trump aísla a los EEUU del mundo, hecho este que tiene preocupado al Sionismo Capitalista en tanto esta situación le resta fuerza a los EEUU para imponer su agenda al mundo. Mientras que China, con su alianza estratégica, con la Rusia de Putin junto a otros países de Europa integran el proyecto de las Nuevas Rutas de la Seda y, esta alianza viene presionando por el establecimiento de un Nuevo Sistema Monetario Internacional países estos que cuentan además, con importantes reservas en de oro y plata.

Con motivo de la crisis financiera del 2008 la Reserva Federal (FED) implemento la llamada flexibilización cuantitativa (QE), que es una herramienta de política monetaria utilizada por algunos bancos centrales para aumentar la oferta de dinero. Esta medida significo la emisión de billones de dólares sin respaldo en la economía real, que sirvió para recomprar acciones y subir su valor financiero. A esta crisis tendríamos que sumar la crisis estructural integral que está presentando el poder mundial de los EEUU, es decir, a la crisis financiera de importantes corporaciones, habría que sumarle la crisis de su complejo industrial militar. Esta crisis de los EEUU, conmociona al mundo de hoy en sus diferentes expresiones ideológicas y sus subjetividades de las teorías del poder. Ante esta realidad y lo complejo de hallar alternativas políticas consensuadas. Habrá que tener cuidado a las presiones del Sionismo Capitalista contra China.

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