Desesperación GRINGA

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Es tal el desprecio que siente la dirigencia política norteamericana hacia los pueblos de América Latina que, sus planes para derribar los gobiernos democráticos de la región y colocar sus vasallos en el poder son absolutamente primitivos, y cortados por la misma tijera.

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Lo anterior se aprecia cuando se compara el reciente intento fascista de derrocar a Evo y los sucesos de abril de 2002 en Venezuela, tal como lo reseñara Walter Martínez. En efecto, en ambos casos se busco, mediante matanzas de inocentes y presentadas por los medios como «enfrentamientos» entre grupos antagonistas, la justificación de golpes de Estado por parte del Ejercito para reestablecer la «paz». Justificación que aquí en Venezuela llego al descaro, en el 2002, de grabarse antes que los francotiradores contratados por los golpistas asesinaran a decenas de venezolanos.

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Y en Venezuela, en estos momentos, están tratando de repetir el libreto, creando las condiciones para justificar otro golpe de Estado mediante un acto tremendista, ya sea el magnicidio, o alguna masacre de gente inocente que ellos lancen a la calle a protestar por quien sabe que excusa.

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Afortunadamente se develo parte de ese plan, y cuya mejor prueba de su existencia, son las acusaciones desesperadas de colaborar con las FARC y con el narcotráfico que sobre los principales directores de los cuerpos de inteligencia venezolanos ha hecho el gobierno norteamericano, para amedrentarlos y proteger así a sus cachorros.

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En esta conspiración esta metida toda la podredumbre política del país. Hasta ahora no ha habido ningún dirigente político de oposición que condene enérgicamente tan grave desvarío. Al contrario, lo que tratan es de banalizarlo, de ridiculizarlo. Resulto triste ver como esos diputados gaznápiros de Podemos (emulo del partido de igual nombre de Bolivia) y una diputada del PPT, asumían ese triste papel de vendepatrias en la Asamblea Nacional.

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aquí no hay, como equivocadamente (o interesadamente) sostienen algunos, y que han causado tanto daño al proceso, una oposición golpista y una oposición democrática. aquí lo que hay son vendepatrias malos (los que planifican el golpe) y vendepatrias peores (los medios y partidos que minimizan y se burlan de dichas acusaciones)
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Ahora bien, hay que entender que esa oposición golpista y pitiyanky actúa así, básicamente, por dos razones: a) Se acostumbraron a robar y a disfrutar el poder durante 40 años, y quieren volver a el, y b), sencillamente, porque no tienen propuestas para gobernar el país y su única esperanza es servir de capataces de los gringos, que se encargarían de planificar y dirigir todo.

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Y por que Estados Unidos actúa así? Una de las principales razones es que no pueden permitir que los latinoamericanos alcancemos la independencia política y comencemos a transitar por los caminos del desarrollo y la prosperidad, ya que, uno de los argumentos mas contundentes que la burocracia política norteamericana esgrime ante los demás países desarrollados para cimentar su poder, (incluso mas que las armas) es el control absoluto que tienen sobre América Latina, que es poseedora de un inmenso territorio cultivable, de ingentes reservas de recursos minerales y de grandes reservorios de agua, y con los cuales esos países cuentan para mantener la continuidad del estado de bienestar del cual disfrutan.

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Por eso es que una independencia política de la región que lleve a potenciar nuestro desarrollo, y por ende, a que aprovechemos esos recursos para nuestro beneficio es algo que ellos no pueden permitir. Si eso se produce, (y se producirá) los gringos perderían su liderazgo y los demás países pasarían a negociarían directamente con nosotros.

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Lo anterior explica la patética desesperación del Departamento de Estado por, una vez fracasado el plan golpista en Bolivia, desmontarlo y ordenar a sus títeres quitar los bloqueos de las carreteras e ir al dialogo con el gobierno, para impedir que esas acciones fuesen producto de UNASUR y se estableciera un precedente definitivo de independencia política.

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Bueno, ya están todas las cartas sobre la mesa. No hay engaño posible. Ya sabemos que a lo que le tiene terror el imperio es a la unidad de los países latinoamericanos, y sabemos también que la acción de los vendepatrias es pieza fundamental en sus planes de dominación, sin los cuales no pueden hacer nada.

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En otras palabras, ya se sabe lo que hay que hacer.