¿Dónde estaba la CIA?
En los años sesenta y setenta estuvimos convencidos de que la CIA estaba adherida a todos los órganos de seguridad del Estado, nos rondaba, nos acechaba. Venezuela era prácticamente una “colonia” yanqui. Las andanzas juveniles nos llevaron a militar en el MIR, organización de ideología marxista-leninista con breves diferencias al tradicional Partido Comunista de Venezuela. Si eso era así, cómo aprobaron el ascenso de Chávez al poder en 1998, cuando Venezuela era uno de sus bastiones importantes en Latinoamérica. Suministrador de petróleo seguro y representante de una tradición democrática con más de cuarenta años. Bastante extraño todo lo acontecido, estando supuestamente penetrados por la CIA desde hacia tiempo. Cómo consintió la instauración de un régimen como el actual, encaminado claramente hacia el comunismo, es qué acaso un organismo tan eficiente lo desconocía, o le convenía a Norteamérica la subida de Chávez al poder que, en nada alteraría los beneficios comerciales.
¿Las denuncias de Chávez alguna vez tuvieron sustentación con relación a su supuesto “magnicidio”? Hoy en el país es innegable la intervención cubana, pálidamente distinguida por los ciudadanos normales, sin saber hasta dónde llega la intromisión del Castro comunismo desproporcionado con Barrio Adentro y otras “asistencias”.
La misión militar norteamericana fue sacada del país, y a su embajador se le declaró en oportunidades persona non grata. Será qué ese interés subrepticio hacia Venezuela por parte de EUA se perdió, y les da igual ver a un Chávez ahora, y mañana a un político ortodoxo enmarcado en la democracia. Serán acontecimientos que viviremos hasta saber cuál es el juego entre el imperio y Chávez. Alcanzará Venezuela a montar el maderamen de un estado comunista, desaparecerá la propiedad privada o se desvanecerá el régimen primero. De quién será la tarea de devolverles la libertad a los venezolanos, hasta dónde llegaran a comulgar los militares con Chávez y los prebendados empleados al servicio del Estado.
Se estará gestando la verdadera resistencia en Venezuela en manos de los estudiantes, estaremos en el camino cierto de la redención. Qué papel estará jugando la CIA en este momento, acaso será más eficiente que el G2 cubano, establecido con todas las autonomías en nuestro medio. Son preguntas necesarias a las cuales debemos responder los venezolanos estemos donde estemos; es responsabilidad patriótica afrontar un régimen enrumbado a imponernos una dictadura “legalizada” por tiempo indefinido con un presidente vitalicio.
Si la CIA existe o existió en Venezuela, les importará nuestro acontecer, o será ella un armatoste integrado a la retórica de Chávez para seguir mintiendo a los incautos. Las intervenciones abiertas parecen inverosimilitudes en países como el nuestro y suponemos que, los compatriotas no estén esperanzados en esta posibilidad tan incierta como irreal, deseando nos aborden los marines norteamericanos en el momento oportuno. El país está viviendo su tragedia y para salir de ella necesita del consenso de todos, si la resistencia es seria, y se está iniciando con los estudiantes, a ellos debemos darles nuestro apoyo. La CIA no parece vendrá a rescatarnos y fue tanta ficción en los tiempos anteriores como en la actualidad. No es encargo de los venezolanos dejarles a los países extranjeros nuestra propia suerte como nación. Igual de traición sería encomendarnos a la CIA como entregar el Estado a los cubanos. Es obligación vigente salvar al país de sus invasores velados y convencernos que, estamos al borde del abismo aún sin inmiscuirnos en la política. El tesoro real de esta nación deberían ser sus ciudadanos más allá de las riquezas petroleras, y serán ellos a quienes determinantemente les corresponderá defender el suelo patrio, ante la presencia de extranjeros. Si la CIA coexistió como especulábamos en los albores de la democracia, hoy consta la ingerencia de los cubanos, cuestión que no podemos permitir en aras de nuestra libertad.
