Opinión Internacional

Ecuador: Entre dos aguas…(Entre Panchana y Santi)

Acabo de leer los 2 comunicados que, por cuerda separada, acaban de ser reenviados en Internet por una ONG ecologista de Ecuador, elaborados por la Confeniae y Ecuarrunari respectivamente, las dos columnas más fuertes de la Conaie.

Miré bien las diferencias y semejanzas en los estilos y contenidos de ambos comunicados: los indígenas de la Amazonia sostienen distintas posturas a los Indígenas de la Sierra, aunque concluyan en similares apreciaciones: Confeniae vs. Ecuarrunari. Se nota que el aguerrido e histórico Ecuarrunari fue presionado por las circunstancias y arrastrado por los acontecimientos, así como por la corriente amazónica de la Conaie, esa misma corriente que desplegó el levantamiento del 2000 con un as debajo de la manga: la «unidad indígena-militar» con el General Sandoval y el Coronel Gutiérrez… y que hoy (los amazónicos) han logrado arrastrar a todo el movimiento, incluido el brazo político Pachakutik (por contraste, el sector Costa de la Conaie ni suena ni truena) para que se vean obligados a incluir posturas radicales in-extremis, a fin de garantizar que no haya división en la máma Conaie.

Creo que Humberto (Cholango), el responsable y joven líder del Ecuarrunari, es un cuadro totalmente distinto al señor Santi, al que lo acaban de castigar en la Amazonia con una «ortigueada» por haber suspendido el mismo día de iniciado, el «levantamiento nacional», hoy concentrado en la amazonia ecuatoriana. Pero esas diferencias de visión en el movimiento indígena de la Conaie, no tamiza el régimen, o las manipula burdamente a su favor… pues prefiere satanizar -en un solo paquete- a todos, al estilo discursivo de los anteriores gobiernos: Noboa, Bucaram, Gutiérrez, Mahuad… Ése fue y sigue siendo el peor error del actual régimen: desconocer los matices ricos y numerosamente amplios del mundo social organizado contestatario del Ecuador, tanto urbano como rural, tanto gremial, partidario, cuanto organizativo y local; y haber minimizado durante 3 años de gobierno progresista, a muchísimos sectores sociales que abrieron la ruta de la «Revolución Ciudadana», en las luchas previas de los ochentas, noventas y las más recientes contra el TLC, para co-derrotar a Alvaro Noboa en las elecciones, para apostar por el Sí en la consulta, sectores como éste, el más fuerte orgánicamente hablando en la Conaie (aunque sea minoritario en relación al Ecuarrunari) y peligrosamente radicalizado, el de la Amazonia, debido a la visión estatal de «Desarrollismo Extractivista» a toda costa, de Rafael Correa y los tecnócratas del Senplades.

Hoy, simplemente, Correa, PAIS y el gobierno, pagan las consecuencias. La derecha mira en el graderío, sabiamente, un match entre sectores que siempre debimos estar en un solo haz, dentro del proyecto de cambio y del propio gobierno, ahora enancado sobre todo, en una gaseosa «revolución ciudadana sin ciudadanía», ciudadanía que -paradójicamente- ni siquiera la organiza, despedezando o intentando despedazar a los movimientos sociales que lo apostaron todo a este proceso y a Correa: los más pobres entre los pobres en la Amazonía alejada del pastel y del coctel, los sectores más conscientes y curtidos en luchas de décadas: los profesores, los sindicatos, los campesinos, los indígenas, los estudiantes… Por eso ahora lucen escondidos, dejando que se «queme» el Presidente, los grupos de poder interno en el gobierno, que siempre fueron la Derecha de este proceso y los ambiciosos de toda laya que desprecian la construcción del poder popular como ariete de la consolidación de una revolución, porque quieren gobernar en su nombre.

Pero, obviamente, el que los indígenas amazónicos, con el apoyo político conceptual de algunas ONGs radicales hasta el ayatolismo, y sectores más ultra del oenegeísmo nacional y del cacicazgo social y político local (las posturas demagógicas de Tibán y Pachakutik tampoco ayudan en nada: arrastrados por la marea amazónica y sin discurso alternativo de cambio y poder), hoy exijen una AMAZONIA LIBRE Y AUTÓNOMA CON REGIMEN ESPECIAL, desplazando al paradigma indígena de los 90as., el de un Estado Plurinacional, por una suerte de «santacruceñismo popular de izquierda».

A los análisis abundantes sobre el separatismo/regionalismo como otro eje de ataque al Bloque de Poder Regional Latinoamericano (Zulia, Guayaquil, Sta. Cruz, Loreto, etc.) hay que sumar este nuevo rostro que ha emergido confusamente: los indígenas amazónicos, más caciques locales tipo provincia de Orellana y ONGs talibán, en un entramado complejísimo, socialmente legitimado y muy peligroso políticamente: no cree en Venezuela, en Cuba, en Brasil, en América unida… máxime tolera a Evo. Y punto. Pero este nuevo mapa regional local se venía venir, señores del palacio de Gobierno en Quito. Lastimosamente, el oficialismo, que desprecia tanto a tantos en El Abajo, solo se veía durante 3 años en el espejo, pero allá en el Arriba.

Hay que salvar a la Conaie, o lo que queda de ella como acumulado histórico. Quizás es hora de salvar al Ecuarruanari. Porque si fracasan, si el Ecua no logra imponer su visión, hegemonizará este movimiento una fuerza diversa y atomizada como toda sociedad civil, asentada en una suerte de «santacruceñismo popular de izquierda» y en demandas legítimas en lo social y natural.

Y eso implica reclamar un Diálogo Total y directo, de Rafael Correa, y no de sus ineptos ministros que se han deslegitimado tanto en estas dos semanas, con los movimientos sociales organizados, incluida la izquierda social, la política, el MPD, el PSE, los gremios de la diversidad y todas las agrupaciones y bloques sociales que realmente empujaron este proceso los últimos 15 años, los sindicatos, los indios, los maestros, los estudiantes, los activistas de DDHH, los que resistieron a la Texaco, los que se opusieron a la base de Manta cuando las papas quemaban, los que confrontaron al Plan Colombia en la frontera durante 10 años, etc., es decir todos los que hoy salen a la calle y la carretera, pero no sólo por el tema agua, educación y minería, que son cruciales, sino para configurar cómo co-gobernar juntos (PAIS y este bloque mega-diverso y disperso ahora) un proyecto conjunto de Transformación y Poder, estrategia que el régimen ha detestado hacerlo en 3 años, ni lo hará hoy, por varios factores, todos ellos resumidos en un Poder concentrador, estilo partido único (pero no estilo europeo de inicios del siglo 20 sino estilo PRI mexicano, cuya comedia en cine «La ley de Herodes», el buró de PAIS, patéticamente, ha instruido que lo vean sus militantes y cuadros) y en el maltrato infamemente impune durante 3 años seguidos a los sectores organizados que peleamos siglos por el cambio y que apoyamos este proceso y este gobierno sin querer obtener el carnét verdeagua.

E implica, en lo táctico, exijir la renuncia, ¡y lograrla!, de 2 ministros que en lugar de calmar las aguas, han echado gasolina al fuego: el de Educación y el de Seguridad (el sr. Raúl Vallejo, tan anti-correísta que logró poner a Correa contra un sector importante de la izquierda nacional; y el académico Miguel Carvajal, a quien cuestionamos desde cuando era viceministro de Defensa a inicios del 2007 por argumentar estúpidamente que en el paro de Orellana -precedente social de este enorme agujero negro que en la Amazonia acaba de destaparse- había «la mano de las Farc»), por su política torpe e irresponsable de confrontación y de represión, lo que ha terminado poniendo a Correa contra la pared. De seguro éste querrá botar la pared en lugar de acercar posturas ahora, para construir un proyecto conjunto urgente, si queremos salvar la ventana de oportunidad histórica de cambio que cuajara en Sudamérica y Ecuador.

Pero eso no lo hará, porque el «software» de la Revolución ciudadana tiene 5 ejes que impiden la democracia participativa, que es la médula del nuevo socialismo del siglo 21, ejes que ya develé el año pasado en un solo canal y un solo medio digital que en Ecuador lo permitieron (Ecuavisa y Ecuadorinmediato.com): 1. tecnocratismo (manda Senplades, no el poder popular, tan «ignorante» para los refinados gustos de esta nueva nomenclatura); 2. anti-«corporativismo», es decir destrucción de las organizaciones naturales y sociales contestatarias, para amalgamar un partido «único» estilo Sin Feinn (porque quiere decir: «Nosotros Solos»); 3. Desarrollismo extractivista, producto de la mentalidad neciamente técnica de Correa y su «Revolución de los PHds»; 4. PRI-ización del buró y «mexicanización» paulatina y creciente del movimiento PAIS; y 5. abandono de los ejes realmente importantes de transformación, del socialismo del siglo 21, bandera del propio Presidente; es decir, el intentar una «revolución ciudadana» sin ciudadanía organizada.

En lo inmediato, si quisieran desactivar el conflicto, tendrían que dar una muestra inteligente: el conflicto bajaría al 20% si se lograra que Correa pida la renuncia a esos 2 ministros citados. La UNE podría ver una señal y la Conaie de igual modo.

(Pero eso es pedir peras al olmo: se pusieron histéricos en el palacio cuando se les propuso, confidencialmente, que desactivaran el inicial conflicto de los maestros hace 2 semanas, renunciándole al Ministro de Educación y mandándole -como premio consuelo a la tecnocracia educativa-, de embajador a algún país cultísimo de Europa, como ha sido la práctica de este gobierno en otros casos que conocemos bien. Pero, lastimosamente, habían respondido «¡hoy es cuándo!», añadiendo que pueden aniquilar a la UNE, gremio que ha logrado convocar esta semana miles de maestros en asambleas multitudinarias, y ahora, además, creen que pueden aniquilar a la CONAIE, pactando con oportunistas que no dan la talla sino para cargos y clientelismo, estilo Feine, estilo la pobre FEI (que el régimen sabe que no convocaría ni a 500 indígenas de El Pesillo para que marchen a Quito a defender al palacio… porque la FEI histórica fue reducida a «ong» por el pírrico Partido Comunista -P.C.-, del Ecuador) y, finalmente, a los gentleman de poncho convertidos en desgastantes funcionarios políticos de la nomenclatura legislativa de PAIS en la Asamblea).

Correa no lo sabe, o se olvidó pronto, que el P.C., la Fenocin y la Feine, antes de que PAIS decida tomarlos como aliados de su proceso, estuvieron «del pipí cogido» con Lucio Gutiérrez y el PSP, que es la extrema derecha más lumpen que hoy asume ser el brazo de Uribe en el Ecuador; y algunos saben bien que nos traicionaron algunos de ellos horas antes de la conspiración enorme que varios hicimos en el 2004 cuando teníamos preparado el asalto social contra el palacio de Gutiérrez, un año antes de su derrota total. Resultados: El secretario general del P.C. estuvo hasta el 20 de abril con Lucio, y cuando Gutiérrez huía en avión y se hallaba lejos, el patético camarada seguía en el palacio de Carondelet emitiendo boletines «urgentes» dirigidos a los P.C. de América con el cuento de que «el imperialismo había sacado a un gobierno popular como el de Gutiérrez»; la otra entidad que ahora Correa y sus «geniales» PHds intentan oponer a la Conaie, inauguró su local con ayuda económica y pública de Gutiérrez a fines del 2004, y la Feine -para rematar- sacó sus pocas huestes el 20 de abril de 2005 a enfrentarnos al pueblo de Quito.

Hay un sector sectario de PAIS y del régimen, que todo ve en blanco y negro: ahora salen con la cantaleta de que «la CIA está detrás de Cholango». Casi como decir, desde el otro lado, que Correa es «agente del imperialismo». Imbecilidad hay en las dos aguas. Y hay un sector infame en PAIS que piensa que Fenocin y Feine deben sacar sus huestes a Quito para confrontar en el terreno nada menos que a indígenas guerreros de la Amazonia y al propio Ecuarrunari. De aplicarlo, sería el fin ético del régimen: Hacer pelear indios contra indios. Y, finalmente, hay un sector de PAIS que pide sacar sus bases populares a despejar las carreteras. Lo hizo Gutiérrez en el 2005 y ya sabemos qué pasó. Sería el fin del régimen así gobierne los siguientes 10 años; no tendría ningún sustento ético, y los que sigan en ese «proceso», de darse semejante barbaridad, sabremos por qué se quedarían: por puestos y cargos, y no por empujar la revolución… «hasta donde den las sábanas». (El ministro Carvajal acaba de anunciar Estado de Excepción en Quito, Guayaquil y Manta, «contra la delincuencia y no por el levantamiento»… ¡solo los torpes asesores de Micheletti, el folklórico de Honduras, cometen agudezas tan inteligentes!)

Pero, en el otro lado, los amazónicos y la Confeniae tienen un complejo entramado separatista en sus manos, que no puede ser apoyado por el Ecuarrunari ni por la UNE, ni por nadie que tenga 2 dedos de frente. En suma: tanto los tecnócratas del palacio y la asamblea legislativa se equivocaron (el «compañero» Rolando Panchana exige medidas duras y juicios penales contra los manifestantes), cuanto los asesores mishus, los dirigentes indios y sus ONG-satélites.

Estuve en un evento, semanas previas al levantamiento, en un punto de la Amazonia: fue penoso constatar que se imponían visiones sectarias y localistas, que se aceptaba el discurso demagógico y manipulador de ciertas ONGs, y que una postura tan ultra y miope era asumida por dirigentes urbanos y rurales amazónicos. Me llamó la atención que solo querían definir la ruptura total con Correa… Pero también estuvo una delegada del gobierno «revolucionario» (una funcionaria de cuarta categoría mandó el régimen a ese evento, en señal estúpida de desprecio y prepotencia, debido al menosprecio estructural que tienen por los movimientos sociales organizados y por las organizaciones populares de izquierda sin carnét de PAIS) y se destacó públicamente ante 120 delegados amazónicos porque no conocía nada, en absoluto, de la espinosa realidad amazónica, de los movimientos sociales y de la diversidad enriquecedora de las organizaciones populares del Ecuador. La mediocridad y el legalismo tecnocrático de su discurso se destacó mucho en ese evento crucial, previo al levantamiento: Llegó a decir que el gobierno no dialogará con las dirigencias ni las organizaciones, sino «con las bases, pero sin intermediarios». Ignorancia estúpida y prepotencia marcada por el estilo «centralismo democrático» de los comisarios de Beria en los años treintas. Empero, lo que más me conmovió fue lo que la gente sencilla, la más humilde, tomando la palabra para «fuetear» a la delegada oficialista de cuarta, al final del evento señaló: «Apoyamos este proceso, pero no somos escuchados. Así que el tiempo de la revolución ciudadana ha pasado y entramos a nuestro tiempo: al de la revolución social».

Así que el panorama es más complicado de lo que imaginan los asesores y ministros que no le dicen la verdad al sitiado Presidente.

Y es que entre esas 2 aguas turbias estamos navegando hoy: entre los separatistas de izquierda, y la derecha del régimen izquierdoso (Porque la ceguera de Rafael Correa es agua de otro molino).

No podemos tolerar esta muestra curiosa de separatismo infame en la nueva Sudamérica, aunque se cubra de legítimas demandas sociales. Pero debemos exijir que el Pdte. Correa no base en el inconsulto desarrollismo extractivista el despegue hacia el cambio, y que cumpla con el eje central de todo socialismo del siglo 21: la participación, la democracia participativa REAL, que aquí en el Ecuador del 2009 debería significar, antes que sea demasiado tarde para todos, co-gobierno de PAIS y Correa con la izquierda social y política, con los indios, los trabajadores, los maestros y estudiantes, los defensores de DDHH, los ecologistas y las organizaciones populares que resisistimos el neoliberalismo y abrimos el camino a PAIS y a la presidencia de Correa. El régimen ha disminuido la «participación» a una opereta de «talleres» con bufet incluido, y a almuerzos en palacio con pequeñas organizaciones que, en vano, intentan desplazar a la Conaie desde hace años. Esos han sido «talleres pelucones para pobretes», pero financiados (los talleres) por el gobierno y la cooperación internacional lograda por Senplades. Así, es obvio entender que en lugar de sumar, han restado, que en lugar de una revolución, están haciendo refritos con dineros de la USAID, y que en lugar de echar agua al incendio, hicieron todo lo posible por despertar al gigante dormido.

Truena el cielo de América: golpe en Honduras, nuevas bases en Panamá, ya no sólo en Colombia, aceptadas hace poco por el nuevo régimen de derecha allí vencedor electoral, reacción de la derecha mundial contra el proceso latinoamericano, invisibilización de los movimientos populares y sociales en la inmensa mayoría de los procesos gubernativos progres de Sudamérica, retrocesos graves en Argentina, inminente triunfo electoral de la extrema derecha con Sebastián Piñera en Chile…..

Y aquí, en el Ecuador…. ahogados entre dos aguas que no pueden representarnos: ahogados entre Panchana y Santi…

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