Opinión Internacional

El marido engañado, mercosur y el imperialismo

Hay un chiste muy conocido (¿o historia verídica?) que trata de aquel revolucionario que al descubrir que su esposa o novia lo engañaba con otro, sale rabioso a la calle a quemar autobuses en contra del imperialismo.

La misma reacción es la que ha adoptado el presidente venezolano en una reunión reciente en Manaos, Brasil, frente al presidente Lula da Silva, al reprochar a MERCOSUR el que no lo haya admitido en su club comercial.

Como es de todos conocido, el ingreso de Venezuela al bloque mercosuriano no se termina de producir, a pesar del apoyo de los 4 gobiernos de los países miembros, sobre todo, del más entusiasta promotor, el que más se ha beneficiado con la bolsa repleta de petrodólares venezolanos, el de Kirchner.

Los parlamentos de Brasil y Paraguay, instancias políticas nacionales en las que debe aprobarse el protocolo de Adhesión de Venezuela, para que ésta sea considerada miembro con todas las de la ley, tal y como ocurre en cualquier país civilizado en que exista equilibrio de los poderes públicos, aún no dan su “visto bueno” al nuevo socio.

Ya ha pasado más de un año, y al gobierno venezolano, que se salió absurdamente de la CAN para entrar en MERCOSUR, lo han dejado plantado, como decían antes, “cual novia de pueblo: vestida y alborotada”.

Hace unos meses atrás, Chávez, molesto, lanzó un ultimátum a los países de MERCOSUR: “Si siguen pasando las semanas, los meses de este tercer trimestre, julio agosto, septiembre, no espero más, porque no tiene ninguna razón el congreso de Brasil y de Paraguay para postergar nuestro ingreso. Si no lo aprueban, señor Canciller, preparamos nuestra solicitud de retiro”.

Pues bien, falta menos de una semana para que se cumpla el plazo, y por lo visto, resultará muy difícil que se apruebe en tan corto tiempo el protocolo en dichos congresos.

De modo que si es un hombre de palabra, deberá cumplir con lo prometido: retirar la solicitud, pues de lo contrario, quedará como un hablador de pistoladas, fama que ya tiene bien ganada, por lo demás.

No obstante, ya “el ilimitado” (así lo llama Nelson Rivera en un excelente artículo), ya consiguió al culpable de que no lo quieran en MERCOSUR. No son los parlamentarios brasileños y paraguayos que tienen la convicción o las dudas acerca de la condición democrática del personaje y su gobierno. No son las amenazas y los insultos de Chávez proferidos contra esos parlamentos, los que han retardado la admisión. No es la incompatibilidad entre el proyecto político-ideológico antidemocrático bolivariano y los principios políticos y económicos mercosurianos, una de las trabas de fondo para el ingreso. No.

¿A que no adivinan los lectores quien es el verdadero responsable de que repudien a Chávez en Mercosur?
Pues ¿quién otro si no? EL IMPERIALISMO. En la referida reunión, el presidente venezolano así lo declaró:»Si Venezuela no ingresa al Mercosur será una victoria del imperio”; para de seguidas, cual Jalisco, agregar: “Pero será una victoria pírrica».

Por lo visto, el revolucionario cornudo del chiste es un personaje muy real, y si nos atenemos a los resultados de la reunión en Manaos (ritornelo sobre la integración energética y muchos abrazos), mutatis mutandi, pareciera que el revolucionario, a pesar de la traición, está dispuesto a que lo sigan engañando. Quizás así podrá tener razones para salir de nuevo a vociferar contra el imperio.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba