El quién es quién de la política Argentina Hoy

Veamos. Alguien preguntó si Elisa Carrió deslizo un acto del habla con respecto a un balance de los resultados electorales que acaban de terminar en nuestro país: lejos de amilanarse la ex presidenciable quien semanas antes con total desparpajo declaraba “no tenga dudas de que en el 2011 voy a ser Presidente» adjudicó a la Coalición Cívica el electorado de Luis Juez, Ruben Giustiniani, y por supuesto el de Julio Cleto Cobos.

En esta maniobra la siguieron muchos “lideres radicales” como Ricardo Alfonsín, Gerardo Morales, un hombre hasta ayer con mucho sentido común, Gil Lavedra y otros.

Somos la primera minoría afirmaron supuestamente convencidos y argumentando como el nuevo diputado Prat Gay que ellos superaban las bancas que ese “movimiento renovaba”, cuando enfrentaron abruptamente la realidad de que Solanas los aventajaba en Capital Federal.

Agregaron además que era la única fuerza “uniforme y homogénea” capas de enfrentar con eficacia a lo que resta del día oficialista.

¿Que diferencia existe entre esta lógica y la usada por el Sr. diputado Kirchner cuando salió ha admitir la derrota y se adjudicó los electores de “Lole Reutemann” olvidando el 9/100 de su candidato y leal súbdito Agustín Rossi o cuando Cristina Fernández en una nueva actuación en la cual continuo moviendo sus manitas al ritmo de la lógica hegeliana contabilizaba entre el electorado del Justicialismo los votos de Romero y Das Neves entre otros?

¿Qué lleva pues a estos dirigentes que no lideres ha negar una realidad que hiere el sistema representativo partidario con esta diseminación solo disimulada por alianzas destinadas a sortear la extinción de un sistema de representación disuelta ya solo acudiendo a torpes denegaciones frente a la crisis que creó a los emergentes de la política, destinados hoy a ser sin certidumbres de una consolidación para un incierto mañana los triunfadores del día?

¿O Macri y de Narváez ya son los futuros Roca y Perón de nuestra sistema Republicano, Federal y Representativo?

Esto y afirmar que Scioli será el referente de los Rodríguez Saá, de Reutemann, Romero, Das Neves y los demás gobernadores justicialistas y no kirchneristas – pues Néstor continua siendo el Presidente del… ¿¿¿ Partido Para La Victoria??? – se parece más a un truco de prestidigitación en clave de ocultamiento de las falencias del sistema que a otra cosa.

Una sola pregunta. ¿Son acaso los votos del Partido Liberal de Corrientes electores que Julio Cleto Cobos pueda adjudicarese para si como emergente “presidenciable” de las situaciones límites que vivió la Argentina durante esta última década?

Es que hoy son los propios electores aunque todavía lo ignoren los que dictan en ausencia de liderazgos claros las reglas de este juego turbio en la que parece reinar para la platea una especie de infantil triunfalismo que no se condice con la realidad de este periodo llamado eufemísticamente de “transición” hacia no sabemos aún donde.

El único dirigente que dijo esperemos a ver que pasa en el Congreso fue precisamente Reutemann haciendo gala de ese “sentido común” que ahora le adjudicamos.

Los demás se apresuran a declarar la «seguridad de la vulnerable gobernabilidad” y de la recuperación de la Facultades de la División de Poderes a través de un acuerdo clave para encarar todo aquello que obstaculice el normal desenvolvimiento de las instituciones…

Incluso Solanas encandilado hoy por el asombro que despertó en el seudo-periodismo su “espectacular” performance parece olvidar que la gloria a veces no dura más que lo efímero de una brisa y sobre todo tratándose del electorado joven de la Capital Federal.

Cosa que lo saben liberales como López Murphy ayer «opción» hoy nadie que se puede virar según el espíritu de los tiempos como el péndulo de un reloj de izquierda a derecha y de derecha a izquierda según las demandas del mercado.

¿Quién pues fue el vencedor de esta contienda electoral? Contestación. Nadie.

Hubo perdedores de una estrategia que se volvió un «boomerang» como lo anticipamos tantas veces desde 1977.

Las mentiras mediáticas tienen patas cortas y la gente se cansa de que negocien con sus
votos. Eso es todo. Lo demás solo post-scriptum retórico.

En nuestra mismísima provincia no hubo ni vencedores ni vencidos: del mismo modo en que Julio Cleto Cobos pasó por la expulsión y la descalificación de todos, arco opositor y oficialismo, para convertirse luego en el bueno de la película acá también pasan cosas similares.

Deste modo Madame Josephine amenaza con expulsiones mientras parece dispuesta a reconvertir a su “modelo nada principista” a otros ex-correligionarios que hoy le permitieron obtener una ajustada ventaja sobre la otra alianza.

Los aparatos partidarios están rotos y solo se trata hoy de un retorno al principio de territorialidad propio de dirigentes que rompen el círculo cerrado de lo que hasta ayer fueron los grandes aparatos partidocraticos.

En realidad el país del macaneo no tiene fin y sin embargo la república necesita en verdad de repúblicos que estén dispuestos a un harakiri con “sepukus” de madera porque al fin lo que perdura siempre es la verdad como diría del Barco como enemiga de los olvidos que ocultan las memorias de las vergüenzas del sistema.

Más como diría Reutemann hoy no queda más que esperar contra toda “influenza depredadora” a ver que le depara la «suerte» a esta Nación hija de un trágico círculo vicioso. Hasta ese mañana y esperando que advenga una verdadera República.