Entre la vaca loca y el chancho con aftosa
El mundo rural europeo vive una crisis como pocas veces antes había padecido. A los cada vez más dramáticos costos producidos por la epidemia de la «vaca loca» que amenaza desde años, especialmente, la producción bovina, ahora se le agrega un enemigo fatal. La epidemia de fiebre aftosa, descubierta oficialmente en estos últimos días de febrero y que ataca abiertamente la producción bovina, ovina y caprina. Y que ha golpeado con especial virulencia la población porcina de Gran Bretaña.
(%=Image(8035337,»L»)%)Si una epidemia de aftosa en 1967 obligó a matar medio millón de cabezas de ganado en Gran Bretaña las previsiones actuales se tornan catastróficas con el paso de los días. Más de 7 mil animales han sido ya sacrificados en las últimas horas en Gran Bretaña, en cerca de 18 producciones agropecuarias donde se detectó el mal que amenaza no solo extenderse en la isla británica sino que podría trasladarse también, muy pronto, a Francia, Alemania o algún otro país europeo.
Los ruidos de la crisis producida por la fiebre aftosa -que pesar de no transmitirse al ser humano es fatal para el ganado- no dejan de cesar amenazando a un continente donde toda la lógica rural vive desde años uno de sus peores momentos, y donde la capacidad de reacción del poder político es casi inexistente ante la cada vez más fuerte presión de los medios económicos interesados.
(%=Image(7622800,»R»)%)Luego de casi 15 años de existencia de la «vaca loca» la reciente reunión de ministros de agricultura de la Unión Europea desnudó una inoperancia profunda. Los acuerdos fueron tibios y se dirigen a dos medidas repetitivas que no tienen nada de novedoso. Por una parte reducir la producción de vacas. Por otra, ampliar la agricultura biológica para asegurar la calidad de la alimentación del ganado.
Como rehén de la inoperancia del poder político, el ciudadano común y corriente, el hombre de la calle, y particularmente el productor agropecuario europeo, que a pesar de aumentar el tono de sus protestas – como ocurriera el lunes 26 de febrero en Bruselas cuando paralizaron con sus tractores la circulación en la capital belga- no logran destrabar medidas simples para paliar las crisis doble de vaca loca y la fiebre aftosa.
Drama adicional de este escenario europeo: mientras se sacrifican miles de reses enfermas o potencialmente contagiadas, cada vez más amplios sectores de la población del planeta padecen más y más miseria.
No sorprende que las autoridades de Corea del Norte, golpeada por la escasez y el bloqueo americano desde hace años, hayan solicitado, incluso, la importación gratuita de ganado europeo amenazado con «vaca loca» para enfrentar el hambre desesperada de su población.
Dramática realidad planetaria donde los males agropecuarios del norte se complementan con el drama cotidiano irresuelto de gran parte de la población Sur.
(%=Image(8064450,»L»)%)Realidad que amenaza, además, complejizarse cada año más. Según un informe que publicó este miércoles las Naciones Unidas en Nueva York, las cifras son alarmantes. Si hoy el 20 % de la población mundial vive en las naciones industrializadas , en medio siglo sólo el 12 % se concentrará allí.
Para el 2050 la ONU prevé que el 88 % de los 9 mil 300 millones de seres humanos que habitarán la tierra, vivirán en el Sur geográfico, es decir en el antes denominado tercer mundo.
