Opinión Internacional

Israel y la reocupación de Palestina

“Decir la verdad es un acto revolucionario”, rezaba la leyenda, de George Orwell, de la pancarta que portaba Steven Jago y por la que fue detenido en pleno centro de Londres, por infringir lo que se supone son las nuevas leyes contra el Crimen Organizado, según denuncia este viernes el periódico inglés Independent, quien por repetir el anuncio, ha optado por advertir a sus lectores que podrían cometer un delito al leer el diario.

Que el absurdo proceso, por el que quizás deba cumplir una infame condena, recaiga sobre quien sostenía una frase, bastante inocente, de Orwell resulta casi todo un guiño al autor y la revelación del estado de nuestra libertad o del avance de las ideas democráticas.

Israel acaba de reocupar Palestina, la explicación esta vez es nuevamente perseguir a los terroristas, que es la exacta explicación de la invasión de Checoslovaquia, por Hitler, que es la precisa frase de Bush al invadir Irak, y el mismo poco original argumento de Reagan al invadir Grenada e intervenir Centroamérica, que es lo que hacía Pinochet, ir por los terroristas.

Estas frases evidentemente falsas y vacías de contenido no tendrían mayor repercusión si no fueran repetidas, gratuitamente a veces, interesadamente las más, inconscientemente también, por el periodismo en general.

Las palabras guían la acción como el timón un barco decía Tolstoi, y la verdad es que es cierto. Fue a medida que la dictadura chilena fue denunciada como tal. Que se recogieron los testimonios de los torturados y de las familias de los desaparecidos, que la opinión pública mundial se pudo dar cuenta de qué iban los militares en Chile, que la población comenzó el largo camino al derrocamiento del dictador.

Hoy recordamos cómo nos irritábamos cuando un comunicado de la policía secreta Centra Nacional de Informaciones, leído en televisión y expuesta en periódicos como El Mercurio, nos informaban de los asesinatos como enfrentamientos. Aun que los cuerpos estuvieran llenos de balazos por la espalda, como en la Operación Albania.

Comunicados de prensa de este estilo eran una invitación a los homicidas a continuar la tarea. Como también palabras más sutiles del tipo “la manifestación fue disuelta” en lugar de reprimida o “murió” en lugar de ser asesinado.

George Orwell expresaba que el poder es más eficaz en la medida que logra disfrazar sus acciones lingüísticamente de forma tal que se entienda lo contrario.

En la Historia de Chile tenemos un orwellianismo, Pacificación de la Araucanía, que no fue otra cosa que la ocupación por parte del Estado Chileno, vía Ejército, de las tierras de los mapuche de Malleco al sur. Invadimos, en buen romance.

En Medio Oriente estamos llenos de eufemismos y de orwellianismo. Los ataques, asaltos e invasiones israelíes se convierten mágicamente en incursiones, los palestinos son siempre activistas, así sea una niña de tres años o un anciano de 70, los que indefectiblemente caen o mueren, nunca son asesinados, no al menos como los ciudadanos israelíes que siempre son asesinados alevosamente, para la mayoría de los colegas.

Todo se inició por el secuestro de un soldado judío, dicen los reporteros, no por las 24 personas, todas ciudadanas palestinas – asesinadas desde la semana pasada, incluidos una decena de niños.

Se muestran profusamente fotos de los secuestrados, se investigan sus vidas, nos invitan a estremecernos con el secuestro, pero nada sobre esos niños que ni siquiera tienen posibilidad de ser liberados, por que están muertos.

Culpar al ejército de Israel o sólo a su dirigencia por estos crímenes resulta estrecho.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba