Opinión Internacional

La cumparsita

Frente al gran colapso que ha sufrido el sistema político, muchos representantes de partidos y agrupaciones ciudadanas, creen haber encontrado en la actitud de entreguismo, una formula para sobrevivir a la muerte anunciada a la que los ha condenado el actual gobierno.

Estos han acudido prestos a una convocatoria del vicepresidente García L, conformando un «Comité Político» que funge como una especie de cumparsita, que pretende arreglar todos los problemas del país a espaldas del pueblo y de los mecanismos que para este fin tiene la propia democracia.

La crisis del sistema que hoy evidenciamos es una consecuencia de la falta de visión y de la tendencia a tomar la política como una forma de orquestar acuerdos que terminan en una repartija de ventajas, prebendas, e incluso migajas del poder.

Conocedor de esta gran debilidad del sistema político, el Vicepresidente viaja por el país acompañado de su nueva cumparsita, que tiene entre manos el convertir las pompas fúnebres de la constituyente en el nacimiento del «Socialismo del Siglo XXI».

Muchos de los políticos que han sobrevivido a sus propios naufragios, comienzan a aprender la partitura y a adoptar la dirección del «maestro» García Linera, quien está marcando el compás y los tiempos en los que pretende tener lista la presentación del nuevo texto constitucional, que espera presentar al pueblo, apadrinada por el comité político, que tratará de darle un barniz de legitimidad a una nueva modalidad de dictadura totalitaria en pleno siglo XXI.

No es suficiente hablar de injerencia en el actual proceso constituyente, porque en realidad este es sólo una copia pirateada de la constituyente venezolana, siendo tarea de la actual comparsita el hacerla pasar como una producción propia de los bolivianos.

La oposición, ha perdido así la oportunidad de reunificarse en torno a un proyecto político propio, que le permita distanciarse del actual gobierno y demostrar su propio compromiso social para preservar la democracia dentro de un sistema de partidos con estructuras y proyectos definidos.

En esta coyuntura tan especial y riesgosa para el Estado boliviano, la oposición ha optado por convertirse en un grupo sin identidad, que hace coro a la letra impuesta por el gobierno, quien está poniendo en riesgo el equilibrio de poderes, las libertades y los derechos de las personas.

Los presentes actores políticos, se encuentran empeñados en vendernos el proyecto masista con el que intentarán debutar en la reanudación de las malogradas sesiones de la Asamblea, que tuvieron que ser suspendidas de emergencia y bajo el grave riesgo de una confrontación.

Es desolador ver a estos actores, tratando de hacer pasar como concertación y diálogo, al ejercicio de hacer oídos sordos a los embates que actualmente sufre la democracia, que está siendo seriamente atacada por el gobierno, que mantiene a la cumparsita encerrada mientras trata de desarticular al Tribunal Constitucional, al Congreso o Cámara de Senadores y orquesta la destitución del Prefecto de Cochabamba, al que no le ha perdonado la osadía de haber pedido un Referendum por Autonomía departamental.

A estas alturas, la constituyente funciona abiertamente bajo las ordenes del Ejecutivo, mientras los miembros del Legislativo y los operadores políticos transformados en comparsita, hacen de cuenta que aquí no pasa nada y que pueden seguir «concertando y dialogando» hasta el preciso momento en que se concrete esta nueva versión del naufragio del Titanic.

Estamos seguros que la comparsita bailará el vals mientras se aprueba la constituyente, se cierra el congreso y el país retorna en la máquina del tiempo al siglo I A.C.

La cumparsita entregará el país como si se tratara de un rebaño de súbditos que deben aceptar el «pacto» que está dando nacimiento a la constituyente, que desde ahora debemos escribir con minúscula porque es una verdadera apoteosis del delito y el crimen constituyente.

El primer vicepresidente de la Asamblea, Roberto Aguilar, ha hecho un llamado a los que se integrarán para no quedar fuera de la comparsita: «está abierta la puerta, se ha visto con muy buenos ojos esto, pero con un planteamiento que creemos que es importante ratificarlo y es que no va a haber condiciones para este retorno, pues todas las fuerzas constituyentes serán bienvenidas pero sin que impongan condiciones».

Veamos una estrofa del tango escrito por Pascual Contursi y Enrique P. Maroni: «Al cotorro abandonado, ya ni el sol de la mañana asoma por la ventana, como cuando estabas vos. Y aquel perrito compañero, que por tu ausencia no comía, al verme solo, el otro día, también me dejó» .

Esperemos que nuestros cantautores políticos no se conviertan en los enterradores de la democracia.

Nota: Toda similitud con los hechos reales es pura y simple coincidencia.

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