La Presión del Gas
Hace meses varios países de la Unión Europea (UE) experimentaron un descenso de la presión del gas que les suministra Rusia por vía de conductos que atraviesan Ucrania, luego de las tensiones entre los dos países. Putin acusó al gobierno de Yushchenko de robar parte del gas destinado a Europa y el presidente ucraniano lo negó, reclamándole el alza del precio del gas de 50 a más de 200 dólares por cada mil metros cúbicos, sin darle tiempo a su país de acomodarse a estos niveles de venta.
Putin buscaba mostrar el poderoso músculo ruso a Yushchenko, el hombre que sacó del poder a su gobierno títere y que se aproxima a la UE causando malestar en Moscú.
En el mundo de hoy la política se basa en los intereses más inmediatos de las naciones en proveerse de recursos energéticos. Las inmensas reservas de petróleo y gas en Rusia y los conductos para transportarlos explican varios conflictos de Asia Central como el de Chechenia, al igual que el interés norteamericano en Irak y su vínculo con tiranías como la Saudita y la de Uzbekistán. La pasividad de todas las potencias, incluyendo a Europa, China y Japón, ante masacres y represión en África se debe a que muchos de sus regímenes les proveen recursos: Sudán, Nigeria y Angola suministran petróleo, en Congo abunda coltán, Argelia posee enormes reservas de gas. Varios gobiernos ricos con poblaciones pobres se consolidan así en el poder.
En Latinoamérica Venezuela canjea favores políticos a cambio de petrodólares y ahora lo imita Bolivia con la manera impetuosa, inconsulta y militarizada con que Evo Morales nacionalizó sus hidrocarburos, a sabiendas de la dependencia de Brasil, Argentina y Chile de su gas.
La presión del gas – causada por nacionalismos populistas como el de Morales y Putin – podría ocasionar estallidos que perturben La Paz, La Haya y otros lugares donde no haya suficiente abastecimiento energético ni paz.
