Opinión Internacional

Los Niños y las Niñas Combatientes en Colombia— Sin derecho a jugar

Adriana tenía 16 años cuando sintió un retorcijón en el vientre. La sangre empezó a chorrear a borbotones entre sus piernas, durante un rato largo. El dolor se hizo intenso y sólo menguó cuando vio, dentro de una cubeta, algo parecido a un bebé. Las pastillas de Cytotec que le habían dado esa mañana desencadenaron el aborto que habían ordenado los comandantes del Frente de la FARC. —Revista Semana1

HACE APENAS unos pocos años cuando realicé una investigación sobre los niños soldados en Colombia,2 llegué tristemente a unas conclusiones alarmantes, que parecen hoy en día agravadas;3 los menores no sólo han sido convertidos desde muy corta edad en combatientes dentro del segundo conflicto armado más antiguo del mundo4; los niños y las niñas son hoy día verdaderos «juguetes de guerra»5 para los barones de una violencia irracional, principalmente ejercida a través de las autodenominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN)6. De forma incluso desafortunada se evidencia que en la actualidad se ha incrementado el uso de menores en las filas guerrilleras. De 6.000 niños y niñas que la defensoría del pueblo denunciaba en 1999,7 se pasó en el año 2003 a 11.000 menores,8 y en la actualidad9 se habla de algo más de 14.000 niños y niñas en los grupos al margen de la ley10, más de 7.000 en las filas de la FARC, que en la actualidad no pasan de 11.000 combatientes11, descontando lógicamente las milicias y sus movimientos de apoyo.

La crueldad de los grupos guerrilleros que emplean la combinación de todas las formas de lucha es desgarradora, incluso en palabras de un reinsertado de la FARC, este grupo viene utilizando cada día más las técnicas abortivas con el fin de generar odio entre las niñas, que al no ser expresado por el poder intimidador del «régimen disciplinario» de la organización, termina siendo desbocado hacía la población civil o hacia las fuerzas de seguridad del Estado.12
Ahora, pretender que los grupos al margen de la ley, hoy reconocidos como terroristas, ora por la Unión Europea, o bien por el departamento de Estado en los Estados Unidos, reconozcan la importancia de la aplicación de las normas internacionales relacionadas con la protección de los niños y las niñas en situaciones de conflicto armado, se constituye en una verdadera utopía. Ninguna realidad nacional ni mucho menos internacional, parece que tiene influencia sobre organizaciones demenciales, porque utilizar a los niños y a las niñas en la guerra, es un propósito que se sale de los parámetros de normalidad en una actuación humana. Por ejemplo, el crecimiento en medio de la guerra de los hijos de ciertos comandantes guerrilleros, como el reciente caso de Martín Caballero, comandante del frente 37 de la FARC, y quien había involucrado en la guerra a sus propios descendientes desde que eran niños, es una muestra prístina de ello.

Para la FARC y para el ELN, la utilización de menores en las hostilidades, su conscripción y alistamiento, resulta altamente provechoso por varios factores, entre los que podemos enunciar:

La facilidad en el reclutamiento.

Los bajos costos de mantenimiento.

Las diversas actividades en las que se pueden desempeñar.

La naturaleza inimputable de los niños.

Por su utilización en actividades sexuales.

Veamos brevemente cada uno de los factores esbozados, aclarando que no se trata de una clasificación exhaustiva y que por el contrario debe ser ampliada para poder mirar más adecuadamente el drama que genera el tema.

El reclutamiento. Los niños en Colombia llegan a la guerra en gran medida de forma voluntaria.13 En torno a este terrible problema se puede decir que nuestra descomposición social, la falta de valores y principios en las familias, acompañada de una dinámica de pobreza e indicadores de miseria14 facilitan el tema.15 Pero también el reclutamiento se ve garantizado cuando el «negocio de la guerra», prima sobre cualquier consideración humanitaria. De hecho, en zonas cocaleras, muchos menores llegan a los grupos armados al margen de la ley a través de las labores de recolección de hoja de coca, conocida como actividad de «raspachines (campesinos dedicados al cultivo de coca)»; la desmovilización de niños hacía el año 2005, principalmente entre 15 y 17 años también ratificaba esta terrible tendencia. En ese sentido se puede también verificar que en estas edades (adolescencia), se presentan los mayores índices de trasgresión de la ley penal.16
Años EDAD Número
de Jóvenes

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El «mantenimiento» de un menor. La economía de la guerra irregular, en los conflictos desestructurados, muestra palmariamente como un niño representa para los grupos armados ilegales una menor carga desde el punto de mantenimiento, sustento y demás apoyos para el combate que un mayor de edad. Lo anterior se evidencia desde la utilización del niño en hostilidades, hasta el uso que se le puede dar como correo humano, acompañado del testimonio de algunos desmovilizados que permitieron corroborar esta hipótesis lastimosamente poco tratada. En muchos frentes, guerrillas, escuadras, los niños y niñas aún siendo combatientes, vienen siendo dotados de armamento antiguo (lo que además facilita su empoderamiento, frente a la obtención de armas mucho más nuevas, como trofeos de guerra generalmente), principalmente revólveres, pistolas, o viejos fusiles de origen Belga FAL o AK – 47. De igual forma la munición utilizada es inferior; en circunstancias de presión militar como actualmente sucede, la dotación de ropa y víveres en general es peor18. Los niños y las niñas además no representan la misma carga de responsabilidades que genera una persona adulta y este es factor preponderante.

Los niños y las diferentes actividades que pueden desarrollar. A pesar de que es bien conocido que por los estatutos de régimen disciplinario en la guerrilla sus integrantes tienen que ocuparse de oficios varios, la utilización de los niños y niñas en menesteres en los cuales los combatientes curtidos, no entran fácilmente se torna en evidente. La FARC por ejemplo, son un grupo ampliamente machista, por lo tanto las niñas guerrilleras no sólo se encargan de sus labores normales dentro de una dialéctica revolucionaría, sino que además deben contribuir a cocinar, asear, lavar, etc.; incluso deben aceptar que la organización asesine a sus propios seres queridos sin rechistar. Miremos el caso de Tatiana que resulta un buen ejemplo. Lastimosamente la mejor forma de evidenciar la infamia es con el mismo relato de sus víctimas.

. . . Es lo que le ocurrió, por ejemplo, a Tatiana, quien fue hasta hace poco guerrillera del Frente 58 de la FARC. Cuando tenía 11 años, su mamá fue asesinada en Dabeiba, Antioquia. Desde entonces, el hogar se resquebrajó, su padre la abandonó y ella creció, con sus abuelos, en medio de inmensas dificultades económicas. A los 15 años había terminado con honores su noveno grado de secundaria en el colegio de la vereda donde vivía. Para terminar sus estudios, que era su sueño, le tocaría irse a vivir a la cabecera municipal. No había esperanza. El dinero escasamente alcanzaba para comer. No lo pensó mucho y decidió unirse a la primera comisión de guerrilleros que pasó por la finca. En pocas semanas tenía sobre sus hombros un fusil AK-47 reforzado. Soportó con disciplina las extenuantes caminatas y el trabajo de cargar y hacer caletas. Muy rápido estuvo combatiendo en primera fila. No habían pasado muchos meses de su ingreso a la guerrilla cuando se enteró de que las milicias bolivarianas19 habían sido quienes mataron a su mamá. Aun así, continuó allí. Le costaba creer que el mundo, lejos de la guerra, fuera mejor. Sin embargo, desertó.20

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Desafortunadamente los niños y niñas son empleados en forma infame, asesina y criminal como carne de cañón por otras estructuras criminales al interior de la FARC, el ELN y en las estructuras emergentes. La operación Berlín, en plena época de zona de distensión fue una prueba prístina del valor que los niños tienen para la FARC; veamos un aparte de lo sucedido: «A finales de 2000 el proceso se radicaliza. El Ejército Nacional realizó la Operación Berlín, en Suratá (Santander). Fue cercada la columna Arturo Ruiz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), murieron 100 personas y fueron capturadas 90 de las cuales 72 eran menores de 18 años. Esto obligó al Estado Central a formular políticas, no sólo de prevención de reclutamiento de menores de 18 años, sino políticas de atención a los menores desvinculados o «reinsertados».21

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Cuando los niños y las niñas deberían estar estudiando, los maquiavélicos de la guerra están pensando en como prepararlos como máquinas de muerte, al mejor estilo de lo que predicaba con desenfreno y odio Ernesto Guevara, conocido como el «che»22. Wilson recuerda con detalles un día en la guerrilla:
Nos levantábamos a las 4:30 a.m. y tomábamos tinto (café). Teníamos entrenamiento de 5 a 6, correr y hacer ejercicios. A las 6:30 teníamos el desayuno: caldo de papa, arepa y chocolate. De 7 a 11 más entrenamiento. A esa hora el almuerzo: carne fría, arroz y limonada. De 12 a 3 más entrenamiento. A las 3 avena y galletas. A las 3:30 a lavarse en el río. A las 5 empezaba la guardia y los servicios». También les imparten clases de marxismo, historia y les hablan de la vida del Ché Guevara y los «milagros» de la revolución cubana. Si hay cambio de campamento la rutina varía por largas caminatas de día y sobre todo de noche, con mucho equipo a la espalda y poca o ninguna comida.23
Los menores inimputables. Tal vez el aspecto más desgarrador que manejan los grupos al margen de la ley, principalmente las guerrillas, herederas del pensamiento del cartel de Medellín, es el de la utilización de niños y niñas, que resultan en gran medida para la justicia penal como inimputables por inmadurez psicológica. Además, son considerados para el Derecho Internacional, bien en seguimiento del derecho internacional de los Derechos Humanos, o bien desde la línea de Ginebra propia del Derecho Internacional aplicable a los conflictos armados, como víctimas, no como victimarios.24 Los niños y las niñas así, se convierten en armas de guerra que utilizan otras armas, perdiendo su dignidad humana, despersonalizándose y convirtiéndose en máquinas para asesinar.

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Tal y como se puede comprobar, cualquier acto, por ejemplo endilgado directamente a un niño, no puede ser susceptible de ser juzgado por la vía ordinaria, y mucho menos, podría ser llevado por prohibición expresa ante la Corte Penal Internacional, que proscribe cualquier investigación a menores de 18 años de edad25. Esto lo saben muy bien los jefes de los grupos al margen de la ley y su intención es seguir incrementando el número de menores de edad, así adquieran supuestos compromisos con delegados de organizaciones humanitarias, o acrediten el estricto cumplimiento a las normas del derecho internacional humanitario. El informe de HUMAN RIGTHS WATCH «aprenderás a no llorar.»26 en su capítulo IX sobre disciplina y castigo muestra las tácticas desalmadas practicadas a través de «los consejos de guerra», en donde muchas veces las penas consisten en probar «fineza»27 al mejor estilo de los sicarios, obligando a los niños a asesinar a sus coetáneos, como prueba de su disciplina revolucionaria y amor con la organización.28 Las normas internas por otro lado son totalmente defensoras de los Derechos Humanos de los niños29 y en precisar las prohibiciones que frente a la participación de menores de edad en el conflicto deben seguirse.30 Igualmente el Estado Colombiano es muy respetuoso de las normas internacionales las cuales se han integrado a la Constitución Política a través del «bloque de constitucionalidad», que prevé que todo tratado de Derechos Humanos o DIH, debidamente aprobado y ratificado por nuestro país, tendrá prelación sobre toda la normatividad interna. En ese estricto sentido se desarrollan las leyes colombianas sobre los niños y las niñas.31
Los niños y las niñas, como juguetes sexuales. Otro fenómeno totalmente inhumano es el de la utilización de las niñas y los niños como juguetes sexuales dentro de los grupos al margen de la ley, pero principalmente dentro de la FARC32, que se han venido especializando en violar todos los Derechos Humanos33, esgrimiéndose defensores del mismo pueblo al que alevemente atacan y asesinan. La revista semana, uno de los principales medios de opinión en Colombia, en el año 2006, publicó una extensa investigación como fruto de la incautación de unos computadores a las promocionadas FARC; una vez más surge a través de un desgarrador testimonio el tema de la sexualidad, que además puede ser fácilmente corroborado por cientos de menores que han desertado de las filas de estos grupos al margen de la ley.34
En los computadores y en los reinsertados se hallan evidencias desgarradoras: «La vida sexual es un tema crítico que empieza desde muy temprano, hay promiscuidad y abuso por comandantes que buscan a las más jóvenes como sus compañeras sexuales.» Las niñas terminan siendo propiedad de los guerreros, como lo sugieren en un documento reciente sobre violencia y género de los investigadores de la Universidad de los Andes Mauricio Rubio y María Victoria Llorente.

La vida de Adriana también ejemplifica, tristemente, esta situación de violencia permanente. Ingresó a la FARC a los 14 años. A los tres meses ya se había conseguido un ‘marido’ 30 años mayor que ella, que murió apenas tres meses después en un combate. Luego tuvo un devaneo con un muchacho que a la postre resultó infectado con una enfermedad venérea. Adriana fue acusada de haberle transmitido el mal, e inclusive fue señalada por uno de sus compañeros como una «infiltrada» del enemigo. Se salvó de ser juzgada, pero la sancionaron con cinco viajes de leña diarios por tres meses. Al cabo de este tiempo, cuando sus superiores consideraron que ya estaba reformada, le hicieron la hoja de vida en el computador, lo que significaba que formalmente hacía parte de la nómina de la FARC. Hacía poco había iniciado una relación con ‘Richard’, un hombre que rondaba los 50 años y era mando de una compañía de unos 54 guerrilleros. En adelante, ella se convirtió en su ‘mujer’, tuvo derecho a una mejor arma -un fusil M16- y una vida con menos sacrificios que las de sus compañeras. Aunque iba a los combates, nunca estaba en la primera línea, y no tenía que cargar morral, pues a ‘Richard’ siempre lo acompañaba una mula. Eso sí, debía inyectarse cada mes, obligatoriamente, un anticonceptivo. Hasta que las operaciones militares impidieron que llegara la droga, y vinieron el embarazo y el aborto.35
El problema de la promiscuidad no sólo vincula a las niñas, también a los niños que son sometidos a toda serie de agravios, tan sólo pensados por los más sórdidos psicópatas al estilo de Garavito, con más de 182 niños violados y asesinados.36 El país entero recuerda el video incautado a la FARC en donde se observa a un niño menor de 15 años bailando con sus compañeros de fila; lo que el país no pudo observar, gracias a Dios, fueron las ofensas a las cuales fue sometido el menor luego de la fiesta revolucionaria. Desafortunadamente en Colombia desde siempre los niños y las niñas han sido utilizados en la guerra, ese es un, si no trágico, aunque no un fenómeno exclusivo de nuestra situación de violencia.37
¿Pero entonces, como corolario, qué se puede hacer? Reconozcamos primero que Colombia es el tercer país en el mundo con más niños soldados luego de Myanmar38 y el Congo. Reconozcamos los grandes esfuerzos realizados por el gobierno Colombiano, sobre todo en armonizar el marco jurídico nacional al internacional.39 Aceptemos que resultan palmarios, los beneficios obtenidos por la presencia de niños en los grupos al margen de la ley, como fue evidenciado en estas letras. Recordemos que el combatiente niño, es más sumiso que el adulto, no controvierte las órdenes, llega a las filas de estas organizaciones por voluntad propia en la mayoría de los casos, vendado ante una realidad que no puede comprender; el niño colombiano es amante de las armas, del dinero y el poder. Sirve en tareas de inteligencia40 y en actividades logísticas, gracias al poco interés que puede despertar, lo cual lo hace pasar desapercibido. Todo esto sigue pasando e incluso se está intensificando ante la dificultad de reclutar gente con más formación, principalmente para el combate; no obstante ésta es una estrategia que se combina con la penetración e infiltración, principalmente en las universidades, pero esta vez partiendo desde las privadas hacía las públicas con el ánimo de crear cuadros medios con una ideología fortalecida con el bolivarismo y los falsos nacionalismos. La ausencia de cuadros medios se constituye en uno de los principales puntos débiles de la FARC, así como también del ELN.

Digamos también que el tema de los menores viene siendo tratado de forma parcializada y altamente ideologizada por ciertos sectores de la prensa y por algunas organizaciones no gubernamentales. Esto debe atacarse mostrándose cada día los peligros que corren los niños y las niñas en los lugares apartados de Colombia y visibilizando una guerra invisible. Resulta interesante observar a la vez, como los trabajos «el embrujo Autoritario» y el «el conflicto, callejón con salida», realizado este último por el PLAN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO (PNUD) en el 2003; así como la revista Noche y Niebla del CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y EDEUCACIÓN POPULAR (Cinep) financiada por la Comunidad Europea a través del programa andino de democracia y derechos humanos, no hacen ni la más mínima mención al problema de los niños de la guerra en nuestra patria, ni al alarmante crecimiento de menores combatientes en las filas de los grupos ilegales de izquierda. La pregunta siempre será ¿a qué le juegan estas organizaciones? Al sagrado derecho a la revolución, como lo plasma en un pasquín denominado «guerra o democracia», un hombre de sotana, supuesto defensor y premio internacional en Derechos Humanos.

Ahora bien, respecto a la posición estamental y en relación al Ministerio de Defensa Nacional, del Comando General de las Fuerzas Militares, así como también de la dirección de la Policía, es favorable y grato ver una nueva actitud frente al cambio y la evolución. En la actualidad es maravilloso encontrar que no existe ni un menor incorporado al servicio militar obligatorio y que muy por el contrario surgió del interés del propio estamento militar, el darle aplicación a la normatividad internacional relacionada con el tema de la vinculación de los menores a las filas castrenses. Recordemos que el Estado colombiano hizo uso de la reserva frente a los numerales segundo y tercero del artículo 38 de la convención internacional del niño, con lo que rechazó de plano la posibilidad de incorporar menores de 18 años y firmó en el año 2000 el protocolo adicional que proscribe la utilización de niños y niñas en las filas militares y policiales entre los 15 y los 18 años.

No obstante, las cifras sobre niños desmovilizados de los grupos armados al margen de la ley, resultan halagüeñas, pero desafortunadamente contrastan de forma peligrosa con datos que indican un aumento casi del 50% de menores en las filas de las mencionadas organizaciones subversivas. Ésta situación hace necesario estudiar más a fondo el problema de los niños y las niñas vinculados a los grupos al margen de la ley, para determinar con certeza qué desarrollo real esta presentando este fenómeno no sólo en Colombia sino en un mundo globalizado en donde la señal es clara, el primer juicio ante la Corte Penal Internacional será el de Thomas Lubanga, líder de la guerrilla por la presunta comisión de crímenes de guerra, consistentes en la conscripción, alistamiento y utilización, de menores de quince años para las hostilidades.41
Los relatos e indicadores de la situación de los niños al interior de los movimientos armados ilegales de izquierda, dejan perplejo a cualquier lector u observador internacional. La FARC demuestra hasta con los niños, su visión de destrucción acompañada de una paranoia colectiva que muy seguramente los tiene enrumbados hacia la desaparición total, amen a la implosión que dentro de poco se va a presentar.42 No es menos preocupante la situación de los menores en el autodenominado ELN43, y en los grupos emergentes, aunque llama poderosamente la atención el tipo de actos publicitados que realizaron a comienzos del siglo estas últimas organizaciones armadas, muy posiblemente notando con preocupación la entrada en funcionamiento de la corte Penal Internacional a partir del primero de noviembre del año 2002.

Las cifras también son alarmantes cuando de observar el alto índice de reclutamiento de niñas se trata; la terrible visión sobre la violencia sexual se cierne desafortunadamente; pero también se muestra un indicador muy propio de nuestra cultura Occidental. Tanto en la FARC, a mayor escala, como en el ELN y en las mal llamadas AUC (las que no se han desmovilizado), así como en los grupos emergentes, en proporción menor, existe el halito de un marcado machismo como se esbozó en páginas anteriores. «supuestamente la revolución da un trato igualitario al proletariado subyugado», pero la verdad es que en las filas de los grupos armados ilegales el socialismo sirve tan sólo como discurso.44
Es hora de que la sociedad Colombiana en general, y la internacional que apoya al Estado Colombiano en esta guerra contra una agresión terrorista, se empiece a preguntar más sobre qué pasa con los niños y niñas colombianas, sobre qué tipo de futuro les estamos dejando; sobre qué Nación les estamos construyendo. No podemos permitir que la sangre de los niños se siga derramando en este conflicto de más de cuatro décadas que parece no tener final cercano; la conclusión principal para los grupos al margen de la ley, es que la impunidad es un discurso de siglos anteriores y que hoy la justicia internacional los perseguirá, investigará, enjuiciará y si hay lugar a ello los condenará; no hay posibilidad de escape, ni de paz, sin verdad, justicia y reparación. La FARC, el ELN y los grupos emergentes deben saber que la Corte Penal Internacional ya los tiene en la mira.45
Quiero terminar trayendo algunas palabras que utilicé en mi primera investigación sobre el tema. «Los niños deben vivir en un mundo de caramelo, de vainilla y chocolate; bajo un cielo tapizado de algodón de azúcar; los niños deben soñar, reír y cantar. Los adultos debemos garantizar que todas estas maravillas sean ciertas. De lo contrario, la historia y los niños que lleguen a nuestra edad, jamás nos perdonarán».46
Notas:
1. Fuente: Revista Semana, http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=95642, 07/01/2006.

2. MEJÍA A. Jean Carlo. «los niños de la Guerra». Revista Derechos y Valores del CIDER. Facultad de Derecho de la Universidad Militar Nueva Granada. Indexada internacionalmente en Redalyc, Latindex, Dialnet. Volumen VIII, Edición nº 15. Enero – Julio, año 2005. versión digital en www.umng.edu.co.

3. Intervención en el foro «Acciones inmediatas sobre el maltrato infantil en Colombia», organizado por el Senado de la República de Colombia el día 8 de Octubre del 2007. ponencia: «maltrato infantil y conflicto armado». http://abc.camara.gov.co/prontus_senado/site/artic/ 20071005/pags/20071005141516.html.

4. FISAS Vincenc. Procesos de paz y negociación en conflictos armados. Editorial Paidos. Serie estado y sociedad. Número 119. Barcelona – España. Año 2004.

5. Para ampliar el tema se puede leer el artículo «infamia» publicado por la revista Semana el 7 de enero del año 2006, edición 1261 (http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=95642, 07/01/2006).

6. Grupos guerrilleros que hunden sus raíces en mediados de los años sesenta del siglo XX, siguiendo el primero de ellos los derroteros marxistas leninistas provenientes de la línea Moscú, siendo un movimiento de origen rural más no campesino. El ELN es un movimiento revolucionario que ha combinado el marxismo leninismo línea Pekín y sus desarrollos en el foquismo y el Guevarismo, pero incluso con gran influencia de la teología de la liberación. Actualmente estos dos grupos se alinean en visiones nacionalistas, bolivarianas, que surgieron del foro de Sao Pablo y de otras reuniones de donde se desprende la necesidad de «la continental bolivariana», e ideas tan fuertes como las del «partido clandestino comunista de Colombia» y «el movimiento bolivariano por una nueva Colombia». Para mayor ampliación se puede leer MEJÍA A. Jean Carlo. «las autodenominadas FARC y sus ataques contra la democracia en el primer semestre del 2006. ¿ejército del Pueblo? Universidad del Rosario, Bogotá Colombia. En prensa.

7. Fuente: Defensoría del Pueblo de Colombia, http://www.defensoria.org.co/?_s=ojc&_es=0&_a=0, 07/01/1.999.

8. Reclutamiento de niños y niñas. Fundación Antonio Restrepo Barco. Año 2003. pag. 2. «Aprenderás a no llorar» realizado por Human Right Watch. http://www .hrw.org/spanish/informes/2003/colombia_ninos.html.

9. Cifras que en realidad pueden ser realmente superiores, teniendo en cuenta las dificultades que se presentan en el levantamiento estadistico.

10. http://www.menoressoldado.org/documentos/también en http://web.amnesty.org/library/index/esl ACT760022003?open&of=esl-364. Las anteriores fuentes incluso se pueden contrastar con algunas otras de naturaleza tendenciosa que siguen, no obstante lo establecido en la ley 548 del año 1999, tratando de implicar a las fuerzas de seguridad del estado colombiano en la utilización de menores de edad., lo anterior dentro de una evidente guerra popular prolongada y una acertada combinación de formas de lucha. http://www.child-soldiers.org/2007-02 -23-Informe_Fronteras-COALICO.pdf.

11. De acuerdo con datos de inteligencia militar colombiana.

12. Reinsertado de las FARC, perteneciente a las estructuras del frente 22. Se preserva su identidad por aspectos de seguridad.

13. «La vinculación de niños, niñas y jóvenes a los diferentes grupos armados es hoy común, especialmente en las zonas rurales del país y en las zonas marginales urbanas. Según testimonios de los propios niños, niñas y jóvenes algunas causas que los impulsan a integrarse a algún grupo armado son: maltrato, despecho, beneficios económicos, desconocimiento, amenazas o sencillamente porque les gusta. Todos y todas lo hacen sin pensar en el riesgo que corren, ni en las consecuencias que trae participar directamente en acciones bélicas.» http://www.adital .com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=13900.

14. De acuerdo con indicadores de UNICEF para el año 2005 el 64.2 de la población colombiana vivía en estado de pobreza, y de ellos el 31% en estado de miseria. http://www.unicef.org/spanish/har07/index_37586 .htm, «cuestiones críticas para la infancia en Colombia. El presidente de la República en su discurso del 15 de Agosto del año 2007, en el encuentro Colombia responsable manifestó que la pobreza ha bajado al 45% y que en el año 2010 tendrá que estar diez puntos más baja. http://web .presidencia.gov.co/sp/2007/agosto/15/20152007.htm.

15. Mejía Azuero. ob.cit. pág. 46. «según la defensoría del pueblo, el 90% de los niños que están en la guerrilla dicen haber entrado por voluntad propia. De ellos, el 33% les atrajo las armas y los uniformes; a otro 33% lo presiono la pobreza; el 16.6% le gusto la guerrilla porque crecieron viéndola y el 8.33% se vinculo por enamoramiento, decepción amorosa o sentimiento de venganza porque sus familias y sus bienes fueron destruidos.»
16. En este sentido vale la pena tener en cuenta la ley 1098 del 2006 o ley de la infancia y la adolescencia.

17 http://www.siju.gov.co/indicadores/visor.php. Indicadores del ICBF sobre reinserción de menores hasta Marzo del año 2005.

18. Para la guerrilla y los paramilitares es más fácil reclutar niños y niñas porque ellos no tienen obligaciones económicas y de ningún tipo. Los niños son más fáciles de convencer y para ellos es una opción de vida». http://web.unab.edu.co/periodico15/n37_a2/a1_4.htm.

19. El término «milicias bolivarianas» es comúnmente usado en Colombia para referirse a pequeñas células urbanas de guerrilleros que bien pueden actuar en las grandes ciudades o municipios cuyo control implique un poder estratégico respecto del territorio. El adjetivo de bolivarianas deviene de la existencia del denominado Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia cuyo carácter es político, y que fue instituido y fundado por las FARC, en San Vicente del Caguán en el año 2000. Este movimiento actúa de manera clandestina y es el brazo político de las FARC cuyo objetivo primordial es alcanzar la «Toma del Poder» y buscar reconocimiento a nivel nacional e internacional.

20. Fuente: Revista semana. http://www.semana .com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=95642, 07/01/2006.

21. http://www.equinoxio.org/destacado/mi-sueno -era-ser-guerrillero-776-776/.

22. «El odio como elemento de la lucha; el odio inflexible contra el enemigo, que empuja al ser humano más allá de sus limitaciones naturales, haciendo de él una efectiva, violenta y selectiva máquina de matar, con la sangre fría». http://asojodcr.blogspot.com/2007/10/algu nas-verdades-sobre-el-che-guevara.html.

23. http://web.unab.edu.co/periodico15/n37_a2/a1_4.htm.

24. http://www.ninosdepapel.org/espanol/article .php?sid=21.

25. Art. 26 del E.R. «La Corte no será competente respecto de los que fueren menores de 18 años en el momento de la presunta comisión del crimen.» http://www .hchr.org.co/documentoseinformes/documentos/ html/pactos/estatuto_roma_corte_penal_internacional.html.

26. HUMAN RIGTHS WATCH. Informe «Aprenderás a no llorar». http://www.hrw.org/spanish/informes/2003/ colombia_ninos1.html#recs, Septiembre de 2.003.

27. lealtad dentro de la jerga vicarial.

28. http://www.unicef.org/colombia/pdf/aprend2 .pdf.

29. Artículo 44 de la constitución Política de Colombia garantiza los Derechos Fundamentales de los niños y las niñas. «ARTICULO 44. Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia.» http://www.secretariasenado.gov.co/leyes/CONS_P91. HTM.

30. Para mayor ampliación, especialmente en los temas relacionados con el desarrollo legal de la protección de los menores en conflicto armado. MEJÍA Azuero, Jean Carlo. Derechos Humanos, conflicto armado y agresión terrorista en Colombia. Prolegómenos : Derechos y valores [en línea] 2007, X (019):[fecha de consulta: 03 de diciembre de 2007] Disponible en: ISSN 0121-182X.

31. Un buen desarrollo del marco normativo sobre los niños y las niñas en Colombia se puede encontrar en www.secretariasenado.gov.co.

32. Las autodenominadas FARC desde el año 1992, toman el epígrafe «ejército del pueblo» rememorando al estratega vietnamita Vo Nguyen Giap.

33. Los grupos al margen de la ley con ideología izquierdista se escudan en la teoría ortodoxa acerca de la responsabilidad internacional por la violación de los Derechos Humanos, en donde el único violador de los mismos puede ser el Estado o sus protegidos, prohijados, tolerados o coadyuvados; para el caso colombiano nos referimos a los mal llamados grupos paramilitares. Esta es una estrategia de combinación de formas de lucha de alta filigrana, principalmente efectuada a través de una guerra jurídica y judicial. No obstante desde la entrada en vigencia de la CPI, la entronización del derecho penal internacional, el sujeto o individuo de la especie humana entra a ser sujeto de derecho internacional y por lo tanto debe responder; así las teorías del dritwirküng, esbozan la responsabilidad de organizaciones al margen de la ley por violaciones a los Derechos Humanos y no sólo por violaciones al DIH.

34. Las principales fuentes y referencias se encuentran en el programa presidencial de reintegración a la vida civil. www.presidencia.gov.co.

35. Fuente: Revista semana, http://www.semana .com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=95642, 07/01/2006.

36. El mayor asesino en serie de la historia de Colombia. Actualmente condenado a unos pocos años de prisión.

37. Ver Mejía Azuero. Op.cit., sobre la historia de la utilización de niños en las guerras.

38. Antigua Birmania.

39. Mejía Azuero. Los niños soldados. ob.cit. pág. 46.

40. » mi papá (Omar Tovar, uno de los comandantes del frente 40 de las FARC) me indicaba como me debía vestir para llamar la atención y así poder cuadrarme con alguien del Ejército para saber que y cómo piensan.» Artículo «en la guerrilla no se tiene futuro». Revista Ejército. Diciembre de 1998. edición 96 pág. 20.

41. Artículo 8º del E.R.

42. FARC incrementan reclutamiento de menores en frontera con Venezuela, reporte el «el universal.com», http://internacional.eluniversal
.com/2006/08/11/int_ava_11A763557.shtml y Radio Caracol, 08/11/2006, http://www.caracol.com.co/noticias/ 319183.asp.

43. El día 2 de Diciembre del año 2007, entrevistado por León Valencia, ex integrante de este grupo guerrillero nacido a mediados de los años sesenta se pudo, evidenciar su reclutamiento antes de los quince años. «La vida de ‘Gabino’ corre paralela a la de ‘Manuel Marulanda’, ‘Tirofijo’, comandante general de las FARC. Hace 43 años fundaron las dos guerrillas que persisten con infinita testarudez en Colombia. Aunque, para esa época, ‘Tirofijo’ tenía 34 años y ‘Gabino’, 14.» Fuente: diario colombiano «El Tiempo», edición dominical impresa del día 2 de Diciembre de 2.007, sección conflicto armado.

44. Las unidades de la guerrilla tienen entre una cuarta parte y la mitad de mujeres, algunas de ellas de hasta ocho años de edad. Las fuerzas paramilitares tienen comparativamente pocas mujeres combatientes y muy pocas niñas. Las niñas se alistan a veces para escapar del abuso sexual en sus hogares; en otros aspectos, las razones para alistarse son similares a las de los niños. Muchas de ellas dijeron a Human Rights Watch que en la guerrilla tenían más o menos los mismos deberes y posibilidades de ascenso que los varones. Sin embargo, las niñas guerrilleras se enfrentan a presiones relacionadas con su condición de mujeres. Aunque no se toleran la violación ni el acoso sexual abierto, muchos comandantes varones utilizan su poder para mantener vínculos sexuales con muchachas menores de edad. Las niñas de hasta 12 años de edad tienen que utilizar anticonceptivo y abortar si se quedan embarazadas http://www.hrw.org/reports/ 2001/farc/Formatted%20FARC-Eng%208-241-07.htm #P326_50657.

45. Reclutamiento de niños pone a las FARC en la mira de Corte Penal Internacional, dice New York Times. www.eltiempo.com. 12 de octubre del 2006.

46. Mejía Azuero. Op.cit.

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