Malestar global por Fuji-reelección

Los únicos que felicitaron ayer al presidente Alberto Fujimori por su cuestionada reelección fueron sus 15 ministros. El resto de mundo no ocultó ni su preocupación ni su malestar por lo ocurrido el domingo en el vecino país.

La reacción más dura provino de Washington. «Ningún presidente que surja de un proceso con tantas fallas puede reclamar legitimidad(…) no consideramos que las elecciones sean válidas», declaró una funcionaria del Departamento de Estado a la agencia Reuters, pero bajo condición de que no fuera mencionado su nombre.

«La manera como el régimen de Fujimori manejó este problema es una amenaza grave para el sistema interamericano y su compromiso con la democracia», agregó.

Ayer era festivo en E.U. por la conmemoración del Día de los Caídos y por eso no se celebró la habitual rueda de prensa del Departamento de Estado, donde Washington sienta su posición oficial en asuntos de política internacional.

La Casa Blanca anunció que estudia un pronunciamiento, pero con lo manifestado ayer por la funcionaria del Departamento de Estado no queda duda de que en Estados Unidos hay un profundo malestar por lo ocurrido en Perú. Malestar que podría traducirse en sanciones, pues el presidente Bill Clinton firmó una resolución del Congreso de su país en la que se comprometió a revisar sus relaciones con el país andino si los comicios no eran transparentes y justos.

Pero Washington no fue el único que dejó ver su inquietud. En Madrid, el canciller español, Josep Piqué, indicó que España «deplora» que Perú haya celebrado sus elecciones sin «garantías de limpieza». Y la cancillería francesa calificó de “no satisfactorias” las condiciones en las cuales se produjo la reelección del presidente peruano.

Incluso Japón, uno de los principales donantes y socios del Perú, calificó a través de su cancillería de “lamentable” , que «la segunda vuelta de las elecciones se haya realizado sin la supervisión de la Organización de Estados Americanos (OEA)».

Del lado latinoamericano, la reacción más fuerte vino de Chile, donde el presidente Ricardo Lagos manifestó que la reelección Fujimori en unos comicios en los que fue el único candidato «no es algo bueno para el continente».

La gran mayoría de la prensa iberoamericana resaltó el carácter irregular de los comicios y la conclusión de que la elección carece de legitimidad fue prácticamente unánime.

Los diarios argentinos calificaron lo ocurrido como una demostración de «autoritarismo y Clarin puntualizó que «el simulacro de balotage» realizado en Perú «no hace más que confirmar que la democracia en América Latina no goza de buena salud».

El Mundo, de España, tituló en primera página: “Fujimori desafía a Occidente con una reelección sin contrincante». Mientras que vario diarios chilenos, brasileños y Uruguayos coincidieron en que Perú se arriesga a un aislamiento y a unas sanciones que podrían poner en jaque su recuperación económica.

La única reacción de relativo respaldo a Perú provino de Cuba, donde Alejandro González, portavoz de la Cancillería, dijo que su país respeta “la voluntad del pueblo peruano expresada en esas elecciones” y considera que este es “un asunto interno de ese país” . Fujimori es hoy por hoy el segundo mandatario con más tiempo en poder después de Fidel Castro, que lleva cuatro décadas en el poder.

Alejandro Toledo, el candidato opositor que el domingo no se presentó a las urnas por considerar que el proceso electoral no era ni justo ni transparente, declaró ayer que ha llegado el momento en que América Latina «contemple seriamente» la posibilidad de aplicar la resolución 1080 de la OEA, creada para la defensa de la democracia.

Esa resolución, suscrita en 1991, establece la posibilidad de adoptar sanciones en el caso de ruptura de un proceso político, institucional, democrático o del legítimo ejercicio del poder en cualquiera de los estados miembros.

Toledo afirmó que la elección de Fujimori «es una elección ilegítima, carece de legitimidad y va a ser una fuente de inestabilidad lamentablemente». Y acusó a Fujimori de estar llevando al país al aislamiento internacional
La OEA debate en estos momentos la posibilidad de que el tema peruano sea uno de los puntos centrales de la agenda de su próxima asamblea general, que se llevará a cabo del 4 al 6 de junio en Windsor, Canadá.

Fujimori habló al país

Lima (AFP-Reuters)

El presidente Alberto Fujimori dijo anoche en un mensaje radio-televisado que se inicia una nueva etapa de auténtica democratización en el Perú e hizo un llamado a evitar desencuentros y a trabajar por el desarrollo.

El mandatario señaló que su nuevo gobierno no será el continuismo, sino que se buscará solucionar la falta de empleo, impulsar una política más agresiva en la agricultura y el desarrollo de otros sectores, como el de las exportaciones.

«Mi promesa es de no defraudarlos (…) respecto de iniciar la más auténtica democratización del país», sostuvo Fujimori en su alocución de cinco minutos.

«No debemos entender lo que viene adelante como un mero continuismo, sino como una etapa superior que permita superar los problemas pendientes, corregir errores con el propósito de fortalecer una institucionalidad democrática que sea el pilar del desarrollo en el Perú», afirmó.

Recordó que la mayoría de los peruanos decidió confiarle nuevamente la alta magistratura de la nación.

«Espero que se supere el clima generado por la contienda electoral -agregó-. Debemos iniciar uno nuevo período de bienestar social para todos los peruanos, solucionando los problemas de pobreza, de descentralización y de falta de empleo” .

Recuadro
Últimos resultados La Oficina Nacional de Procesos Electorales de Perú informó anoche que al escrutarse el 94,42 por ciento de los sufragios, el presidente Fujimori obtenía 51,07 por ciento, mientras Toledo sumaba 17,42 por ciento. Sin embargo, los votos nulos alcanzaron un histórico 30,28 por ciento.

Jorge Mario Eastman, ex embajador en Perú
La elección de Fujimori es una tentativa tramposa de buscarle a la democracia una salida autocrática a través de comicios amañados, de censura de los medios y de apropiación indebida de todas las fuerzas reales de poder. Fujimori se ha quedado solo y debe producirse, en mi concepto, una rápida condena de parte de los países suramericanos. Es un problema de orden regional. Un ejemplo que empieza a ser nefasto para la región porque comienza a reeditar, con una careta distinta, las dictaduras fascistas que caracterizaron a América Latina durante los 1950 y 1960.

Rafael Nieto Loaiza, Politólogo
La elección de Fujimori se produce en un ambiente de ilegitimidad muy grande en donde el principal interrogante de ahora en adelante es si el presidente peruano será capaz de mantenerse o no en el poder.

Sin embargo, a pesar de la denuncias internacionales, Fujimori se ve muy fuerte y no hay atisbos de que esa situación vaya a cambiar excepto en la eventualidad de que el gobierno de E.U., a través de una ley del Congreso, ejerza algún tipo de sanciones sobre el régimen peruano. En lo inmediato, Perú entrará en un período de confrontación y polarización interna muy aguda en donde la gobernabilidad va a ser tremendamente difícil para el Presidente.

Augusto Ramírez Ocampo, Ex canciller.

Las condiciones en las que fue elegido Fujimori dejan grandes dudas sobre la legitimidad de los comicios. Esta circunstancia le creará al nuevo gobierno muchas complicaciones tanto desde el punto de vista nacional e internacional. Las consecuencias son difíciles de determinar y dependerá, entre otras, de las medidas que adopte la OEA durante su Asamblea General la próxima semana. Que pueden ir desde una declaración de descontento hasta la aplicación de la resolución 1.080 de la defensa colectiva de la democracia.

ALVARO TIRADO, analista político
El procedimiento electoral que se adelantó en Perú le resta legitimidad al presidente Fujimori primero porque hay antecedentes repetidos de que se trata de un régimen que conculca las libertades fundamentales. Segundo, por que prácticamente la mitad del país expresó la necesidad de un cambio político y tercero, por la amplia condena internacional sobre la claridad del procedimiento electoral. A ello se suman los problemas económicos pues si se presenta un proceso de desestabilización en el Perú eso influirá sobre la economía y tendrá repercusiones sobre el grupo andino.

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