Opinión Internacional

Martes 11 de septiembre a 28 años… La profunda ola de la crisis mundial..

La coincidencia en fechas quedó para la historia, cómo símbolo de la guerra global. El ataque a Estados Unidos el martes 11 de septiembre sumó significados al aniversario de la muerte de Salvador Allende, aquel día martes también, en el Palacio de la Moneda con el golpe militar de 1973. 28 años después, la historia da un giro completo al estallar el horror contra las Torres Gemelas de Nueva York, símbolo del capitalismo mundial, y contra oficinas del Pentágono, emblema del Poder, donde ese día festejaron hace 28 años la caída armada y sangrienta del régimen socialista chileno. Cruenta es la historia y enigmática, que en esa fecha marca otra vez un cambio trágico… en este extraño 2001, que inicia con malos signos milenio y siglo…

Después de tanta muerte, ya nadie puede negar la profundidad de la crisis que vivimos… y son los menos que aún creen que el ataque a Norteamérica se explica porque es “el faro de la libertad en el mundo”, como el presidente Bush dice. Más preciso es que, LA SITUACIÓN DE ATAQUE se produce por la patología del “orden” global, cuando más débil se encuentra la economía mundial, como hace 28 años estaba debilitada también por la crisis del petróleo, que afloraba al tiempo que el ejército de EUA salía derrotado de Vietnam y acometían en Sudamérica con la guerra sucia” el Departamento de Estado y el Pentágono, en 73 exactamente.

Es preciso no perder la visión de conjunto, el ataque del 11 de septiembre del 2001 no es una declaración de guerra, sino una batalla de la guerra que parece interminable. De esa guerra de puntales financieros sostenida alrededor del mundo en territorios neurálgicos para la economía de los imperios. La gran diferencia es que ha llegado a territorio de Norteamérica la más rabiosa guerra… con la ética más diabólica y la más perversa lógica… de la guerra global… Tempestad de aquellos vientos… Lo que no debió haber sucedido…

Mas para ver lo que acontece, no hay que dejar de observar que el terrorismo no es sólo producto del fanatismo sino también respuesta rabiosa y desesperada, contra el poder del Imperio financiero que está dando una vuelta de tuerca más al mundo con la globalización, dominante en el estado de piratas sin control del libre cambio administrado por los poderes transnacionales, que a la fuerza de los hechos gobiernan la economía, por encima de fronteras y de los estados nacionales; y los hechos demuestran que: La globalidad no es principio del Orden internacional, sino lo contrario.

Por los matices que está tomando, se observa que esta crisis mundial no es otra que la crisis de la globalización, versión repetida y aumentada de lo vivido en los años 70: crisis general, profunda y amplia, arrasadora, que irrumpe impulsada por las tensiones de la crisis energética, a 28 años de distancia. Hoy igual que ayer. Fue justo en octubre de 73, cuando los árabes exportadores de petróleo subieron el precio del crudo para presionar a los países aliados de Israel y llegaría el barril a más de 30 dólares, a niveles nunca vistos, que no habían vuelto desde entonces sino hasta hace unos meses con la crisis energética que en este 2001 está haciendo extremo, como en estas mismas fechas 28 años atrás derrapaba la economía mundial con el alza a los combustibles, en el momento de estrujón de la crisis.

En el 73, recrudecía como ahora el conflicto árabe-israelí. Hace 28 años, los países árabes de Egipto y Siria preparaban en estas fechas los detalles del ataque sorpresa de aquel sabath 6 de octubre, del día del Yom Kippur (fiesta de la reconciliación), con pleno sentido simbólico concebido en esa fecha representativa; como emblemático es el 11 de septiembre en América, desde hace 28 años.

No son casuales las coincidencias entre este fatídico 2001 y aquella maldita década. Cual torres de Babel, terminadas en 1972 y 1973, en las Torres Gemelas se gestaron los grandes negocios de la época “yuppi”, que nacieron de tal suerte, lugar y tiempo, sustentada en el cinismo político de los golpes de Estado militar para allanar el camino del neoliberalismo en Sudamérica. Empezando justo en 1972 y 1973, con Hugo Banzer en Bolivia y Pinochet en Chile, donde se diseñó el Plan Cóndor promovido por el Pentágono, de coordinación entre los gobiernos de facto de la región incluyendo Uruguay, Argentina y Paraguay, para la destrucción sistemática de los opositores, conforme al modelo del gobierno militar de Brasil. Aquellos eran los golpes de Estado de la globalidad naciente, como ahora son los “golpes de mercado” de la globalidad avanzada que atacan la economía del Sur dirigidos desde Nueva York y de Washington. Era entonces el desquicio de la inflación galopante, como ahora es la histeria del sobreendeudamiento y la tortura sistemática de la sobretasa de interés del “riesgo país”, impuesto de Wall Street..

Eran tiempos aquellos de las Brigadas Rojas en Italia. Cuando en España agravaba el clima de terrorismo, como en este 2001. Fue en el 73 que la ETA mató al presidente español Carrero Blanco. También desde entonces, ningún presidente norteamericano había tenido una posición tan discutida como Bush, desde aquel año de sensación apocalíptica cuando estalló el escándalo de Watergate y Nixon estaba por caer, mientras salían las tropas de Vietnam..

Algo muy grave sucede ahora en las entrañas del monstruo, que retorna la crisis peor que antes. Hace 28 años, durante la guerra de Yom Kippur, la ofensiva árabe tuvo gran éxito inicial, por el factor sorpresa tanto como el moderno armamento soviético, que luego los israelíes superaron con armas nuevas proporcionadas por los Estados Unidos cuando Israel estaba al borde de una gran derrota militar. Entonces todo se explicaba con la trama de la “guerra fria” y del “comunismo” ¿Cómo ahora serían la “guerra global” y el terrorismo?

Esta primera década del siglo se parece tanto a los años setenta, porque es la misma crisis la que repite los tiempos y con ellos vuelven los fantasmas de la historia, contra el hijo de aquel que despachaba en el Pentágono hace 28 años. Y vienen por Henry Kissinger, los demonios que él mismo creó, asesor de seguridad nacional desde 1969, nombrado Secretario de Estado en 1973, 20 días antes del golpe de Estado en Chile, para organizar personalmente desde Washington lo que sería el Plan Cóndor; quien es llamado a Corte en este 2001 por crímenes de entonces.

Por lo antes dicho, no debe ser esta la primera guerra del siglo XXI, sino el principio del fin de la guerra del siglo XX. Lo importante es que no vuelva a suceder. No queremos, nunca más… nada parecido… en ninguna parte !

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