Opinión Internacional

No Irán en América Latina

El presidente Ahmadinejad ha organizado su gobierno con la línea mas dura
Participamos de aquellos latinoamericanos que rechazan la visita oficial de
Mahmud Ahmadinejad a nuestro continente por ser expresión de un gobierno
teocrático, autoritario, violador de los Derechos Humanos y fraudulento en
las pasadas elecciones de Irán. Además, su actitud bélica y provocativa en
el sistema internacional con su proyecto nuclear ha merecido la condena de
la gran mayoría de países miembros de la ONU. Injustificable su actitud del
desarrollo atómico sin control internacional dejando de lado al Organismo
Internacional de Energía Atómica y al Tratado de No Proliferación de Armas
Nucleares, Irán es el segundo productor de petróleo de la OPEP y el segundo
con gas después de Rusia, con estas reservas energéticas no justifica los
pretendidos desarrollos pacíficos atómicos que ha emprendido. Después de los
misiles y la bomba atómica de Corea de Norte, la comunidad internacional no
permitirá que Irán acceda al arma atómica impulsada por el binomio del
presidente Ahmadinejad y el Guía Supremo de la revolución Alí Jamenei. 

La Constitución iraní fue concebida para darle a los religiosos el poder
total, por eso el papel fundamental de Alí Jamenei como Jefe de Estado y su
alianza con Ahmadinejad. El régimen iraní dominado por los conservadores
frente a los problemas económicos y la crisis de gobernabilidad a pesar de
la riqueza que genera el petróleo permanentemente desvía la atención a su
confrontación con Estados Unidos y la presencia de Israel en el Medio
Oriente. Como todas las revoluciones con sus utopías políticas, el fracaso
está unido al terror del Gobierno, Lenin en Rusia, Hitler en Alemania, Mao
en China, Pol Pot en Camboya; el Ayatolá Jomeini en 1979 orientó su proyecto
bajo la bandera del Islam en esa dirección. Jamenei y Ahmadinejad han
agudizado la crisis internacional con la amenaza atómica para hacer olvidar
la problemática económica y social de su país. La guerra siempre ha
permitido a los dictadores unir fuerzas políticas frente a un enemigo común,
buscando sobrepasar los antagonismos y canalizando las energías hacia un
mismo fin: la defensa de la patria en peligro y en el caso de un país
musulmán como Irán con el Yihad para defender la comunidad de creyentes del
Corán frente al Occidente ateo, y los hermanos musulmanes desviados, amenaza
implícita a los gobiernos árabes sunitas y a las monarquías del Golfo. 

Hace unos días en las más grandes maniobras militares, Irán demostró su
potencial bélico y la fuerza del nuevo cuerpo armado los Pasdarans o
Guardianes de la Revolución, grupos ideologizados que paulatinamente han
desplazado a las fuerzas armadas profesionales y quienes manejan importantes
sectores de la política y la economía. Son los Pasdarans quienes controlan
el complejo nuclear iraní y los sistemas de misiles, los cuales pueden ser
equipados con bombas nucleares. El presidente Ahmadinejad ha organizado su
Gobierno con la línea más dura, en gran parte miembros del cuerpo de
Guardianes de la Revolución y ha acentuado la represión contra todo medio de
oposición incluyendo el hostigamiento a los ex presidentes Jatami y
Rafsanjani. Rafsanjani recientemente declaró que la política de Ahmadinejad
ha puesto a Irán en una posición seria y crucial y exhortó a las autoridades
a poner fin a la retórica militar. 

El periodista francés especialista en problemas geopolíticos Laurent Artur
Du Plessis recientemente publicó un libro «Irán en la Tercera Guerra
Mundial» donde afirma que una próxima guerra causada por Irán, sería nuclear
y que opondrá al Occidente y sus aliados, especialmente a la India y Japón,
con el Eje Islámico Confuciano y con la interrogante de qué campo escogería
Rusia. Irán se beneficia del apoyo tecnológico y diplomático de China, de
equipos nucleares y balísticos de Corea del Norte y Pakistán. En el 2003 el
Organismo Nuclear Internacional señaló las similitudes del programa iraní
con el pakistaní, los mismos tipos de centrifugas para enriquecer uranio y
la participación del doctor Abdul Qadeer Khan llamado el padre de la bomba
islámica que explotó en 1998. En el libro el Choque de las Civilizaciones de
Samuel Huntington, forjó el concepto del eje de Irán y China. 

Las manifestaciones contra Ahmadinejad y las declaraciones condenando su
visita tanto en Brasil como en Bolivia y Venezuela forman parte del contexto
mundial que se opone a la dictadura en Irán y a la amenaza nuclear que
representa Jamenei-Ahmadinejad para el mundo. 

En otra oportunidad nos referiremos a la peligrosa relación del Gobierno
venezolano en lo diplomático y comercial con Irán, y el aislamiento
internacional, consecuencia de esa relación bilateral. 

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