Ocupación policial de la UNAM en México
Unos 2.500 policías federales ocuparon el domingo la principal universidad pública de México y, en una operación que no dejó lesionados ni heridos, detuvieron a más de 600 estudiantes huelguistas que la mantenían paralizada desde hacía casi 10 meses.
Los 632 detenidos durante la ocupación policial del domingo se sumaron a otros 251 arrestados el martes, luego de graves choques entre huelguistas y un grupo de seguridad interna de la UNAM, que dejaron 37 heridos en un instituto de nivel preparatorio.
El gobierno del presidente mexicano, Ernesto Zedillo, justificó de inmediato la acción policial que, según dijo, fue ordenada por la justicia.
«El conflicto dejó de ser entre universitarios y se convirtió en un asunto de Estado», declaró el secretario de Gobernación (ministro del Interior), Diódoro Carrasco.
«La operación se llevó a cabo con absoluto sustento legal», agregó, al asegurar que los efectivos policiales no usaron armas o violencia.
El Comité General de Huelga (CGH), que comandaba la protesta en la UNAM, se declaró en «emergencia» luego de la ocupación y anunció en un comunicado difundido por la Internet que «el movimiento apenas comienza».
«Así dialoga el gobierno», dijo el CGH en su primera reacción a la intervención policial, al denunciar ese trato «a los estudiantes que pedimos educación gratuita para todos los mexicanos».
«¡Organicémonos para impedir esta acción atroz!» dijo el CGH, refiriéndose a la ocupación policial de los recintos de la UNAM.