Operación Uribe
Con la noticia del rescate de 15 secuestrados comenzó la espera de la alocución de Uribe. Primero fue su ‘sobrio silencio’ pero alrededor de las 22 horas se montó un espectáculo en cadena internacional.
Por el formato utilizado aquello parecía una edición especial de Aló Presidente, seccional Colombia. Todo estaba dispuesto para no decir la verdad, para la manipulación y el irrespeto a la inteligencia.
Min. Defensa y el jefe del Ejército señalaron que la clave del éxito fue la infiltración tanto en el secretariado como en otras instancias de las FARC. Esto hizo posible que uno de los infiltrados convenciera a la jefatura del cautiverio de la necesidad de reunir los tres grupos de secuestrados canjeables y trasladarlos al Sur para ponerlos directamente bajo las órdenes de Alfonso Cano. El viaje se haría en el helicóptero de una organización humanitaria.
También se convence a los jefes del secuestro César y Gafas para que entreguen personalmente a los plagiados. La nave blanca sin ninguna identificación llega al Guaviare. A ella suben secuestrados y jefes guerrilleros. Uno de ellos se sentó donde no podía ser controlado y se le convence para que cambie de asiento. Desarmar y someter fue una tarea fácil. Y de inmediato el anuncio de que la Perfecta Operación Uribe había triunfado.
Lo que sigue es la exaltación de lo que el candidato a la segunda reelección calificó como ‘Una de las grandes gestas heroicas de la humanidad’. Los únicos disparos fueron la infiltración y el engaño.
Así contada la operación resulta totalmente endeble. La única aceptación posible tiene que ver con la emoción y los intereses creados. No hay que olvidar que en este cuadro está inscrito un Plan Colombia que muy poco ha avanzado en el control de uno de los mayores aparatos del narcotráfico del mundo actual. Y una guerrilla que, en conexión con inmensos capitales, parece favorecer ese descomunal mercado.
¿Hacia dónde apunta esta operación? ¿Cuál fue la inversión? Por poco McCain presencia el ‘rescate’ y escucha a Ingrid decir que lo mejor que le pudo pasar a Colombia fue la reelección de Uribe. Y de esta manera -¿improvisadamente?- lanzó su nueva candidatura. ¿Es esta la actuación del PC para mantener su presidente? Sancho, ¿tendrá algo que ver esta historia con el narcotráfico como gran ficha de la globalización?
