Posada Carriles
Luis Posada Carriles forma parte de ese ejército que ha combatido al tirano Fidel Castro y sus planes de subversión continental con las armas en la mano. Fue brigadista en Bahía de Cochinos, oficial del ejército norteamericano, funcionario de la Disip y agente de la CIA. Su lucha frontal provocó, estando en Guatemala, que los servicios secretos de Castro le tendieron una emboscada, de la cual estuvo a punto de perder la vida.
Hoy, los gobiernos comunistas de Cuba y Venezuela, la arremeten nuevamente contra LPC, en una orquestada campaña, para solicitar su extradición por ser el autor de la voladura del DC8 de Cubana de Aviación, a pesar que los tribunales civiles y militares venezolanos nunca encontraron evidencias ni lo condenaron por tan monstruoso crimen.
La fuga de LPC de la prisión se compara con las fugas recientes de Carlos Ortega, los hermanos Faría y Eduardo Lapi. Los acusados se cansaron de esperar tras las rejas, por una justicia manipulada desde las altas esferas del poder. En el caso del primero fueron siete años, 1976-1982 de inexplicable encierro.
Por años han circulado ciertas evidencias que señalan que Fidel Castro, fue responsable de la explosión del vuelo CU-455, efectuado para inculpar a enemigos de su régimen. No consta la veracidad de esa acusación, pero un personaje siniestro como Fidel que supo, volar el vapor La Coubre en el puerto de La Habana para inculpar a la CIA, o desaparecer a Camilo Cienfuegos cuando regresaba de Camagüey después de haber hecho preso a Hubert Matos, o abandonar al Ché Guevara y su gente en las selvas de Bolivia, porque ya se habían convertido en un estorbo para sus planes de liquidar la guerra de guerrillas, si sabemos que fuera capaz de tan grande canallada.
En vista de que la patraña sobre el avión cubano no resultó convincente, el G2 cubano se aboca actualmente junto al FBI, a recabar pruebas para inculpar a LPC por otros hechos terroristas. La persecución no para.
