Posguerra es posguerra
«¿Frente al enorme desafío de construir una democracia en Iraq como podemos estar seguros de lograrlo?» se interroga Fareed Zakaria, al igual que se interroga el mundo entero. Sin embargo, cierta opinión pública internacional y americana misma, creen que es posible construir una democracia en apenas 90 días. Personajes y medios, que no se atreven a pasar la página, e insisten en vivir empantanados en la hipocresía occidental que hace que sea mucho más fácil desfilar en las seguras calles de París y Londres, tomados de la mano activistas de la extrema derecha, junto a trotskistas y demás artistas, enarbolando afiches del perseguido y jamas comprendido Hussein. Esa gente olvida que no podrían vivir ni por un minuto en Libia, Irán, Cuba o cualquier país de esos donde la libertad de expresión es considerada una obscenidad. En ese sentido, la reciente movida de mata dentro del New York Times, poniéndole fin a la rochela editorial de dicho diario, es un indicio positivo contra la hipocresía de ciertos medios occidentales.
Así las cosas, del lado político el veterano Chirac al ver las tropas americanas entrar como río crecido en conuco en Bagdad, decidió en el acto pasar la página y comenzó un acoso telefónico hacia la Casa Blanca, que rindió sus frutos. Chirac reconocía que su error y prepotencia le saldrían caro, como le puede suceder a Bush en las venideras elecciones americanas. Es así como desde hace 90 días Francia gesticula y dice presente en el concierto de naciones; atrás quedaban los días en que el flamboyant Dominique de Villepin, se comportaba cual Lawrence de Arabia. Recientemente Villepin declaró a Le Figaro: » Los americanos, no pueden continuar otorgándose todos los contratos petroleros» . Chirac sabía que mientras más rápido pasaba la página, más rápido sería invitado a la repartición de contratos post Saddam. Pero ciertos medios franceses no han pasado la página, «Los americanos nos necesitan…» titulaba Le Parisien y Le Monde » tres meses más tarde, los servicios básicos – como el agua, electricidad y las cloacas – no han sido restablecidos en Iraq.» Esos hipócritas medios franceses, olvidan que tanto la ocupación de posguerra alemana y japonesa, tardó entre 6 y 4 años respectivamente; igualmente parecieran desconocer las dificultades en la transición democrática en Indonesia, donde no hubo guerra de por medio. En todo caso, que no se crea cierta opinión de la «vieja Europa», parlanchina e impotente, que por vieja sabe y opina de todo mejor que el resto del mundo.
En revancha, hoy a pesar del oligofrénico Bush y del torpe Rumsfeld, el Consejo de gobierno transitorio iraquí, en su condición de poder ejecutivo post Hussein, se reunió por primera vez el pasado domingo 13 de julio. Como quiera que sea, es un primer paso para llenar el vacío político tras la caída de Hussein, dicho Consejo deberá otorgarle poder a los iraquíes, y en ese orden el mismo refleja en su conformación la variedad étnica y religiosa de los 26 millones de iraquíes. La tarea básica que tiene por delante el Consejo, será diseñar una nueva Constitución; que le permita al torturado, masacrado y olvidado pueblo iraquí, de una vez por todas borrar los males del atroz régimen de Hussein y familia.
Obviamente la comunidad internacional deberá estar atenta para mediar entre la torpeza americana y la hipocresía de los antiguerra; ayudando al pueblo iraquí a sobrellevar los dilemas de orden e inestabilidad, liberalismo y democracia, laicismo y radicalismo religioso.
