Primera propuesta del PSOE a Izquierda Unida para un pacto de gobierno
La Ejecutiva Federal ha decidido apoyar una propuesta que he sometido esta mañana a su consideración y de la cual les doy cuenta a continuación:
El PSOE ofrece a IU la consecución de un acuerdo en torno a un programa de gobierno, y la formación de un Gobierno de Progreso en base a esos compromisos tras las elecciones de Marzo. Estamos convencidos de que la mayoría social de progreso que existe en nuestro país apoyará en las urnas del 12 de Marzo ese acuerdo, y con su voto hará posible ese gobierno.
Ese gobierno será el mejor instrumento para dar cauce a las aspiraciones de progreso, justicia social y solidaridad de la mayoría de nuestros conciudadanos.
El gobierno que ofrezco constituir a IU junto con nosotros, después del triunfo electoral de todos los progresistas, será capaz de recoger las aspiraciones de los pensionistas, de las mujeres, de los jóvenes, de todos los ciudadanos que han sido excluidos de la bonanza económica, de los millones de españoles que se rebelan contra el egoísmo y la resignación.
Ofrecemos a IU compartir con el PSOE un Gobierno de progreso que ofrezca a todos los españoles, sin excepción, la posibilidad de construir un país mas justo y más prospero. Por eso los compromisos programáticos en torno a los que se establece el acuerdo son realistas y viables, similares a los de otros gobiernos de progresos existentes hoy en la Unión Europea. Y son compromisos positivos; el acuerdo no es un frente contra nadie, sino una oportunidad abierta a todos.
Esta misma mañana, al finalizar el debate en la Ejecutiva, he enviado una carta al candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, D. Francisco Frutos para trasladarle formalmente esta propuesta en nombre del PSOE.
El ofrecimiento para formar un Gobierno de progreso después de las elecciones generales se concreta en un conjunto de diez propuestas que son la base irrenunciable para establecer el programa de actuación de un Gobierno progresista.
Ofrezco un Pacto de Gobierno dirigido a ofrecer a las españolas y los españoles de todas las edades y condiciones un país distinto, un país mejor.
En el que se haga realidad la igualdad de hombres y mujeres.
En el que la educación se convierta en garantía de igualdad de oportunidades y en instrumento de dominio de las nuevas tecnologías.
En el que los servicios públicos estén a disposición equitativa de todos los ciudadanos y se democratice su gestión.
En el que la Justicia, la Administración, la Sanidad, tengan como punto de referencia el servicio al ciudadano.
En el que los resultados de una economía gestionada con rigor y con sujeción a los compromisos europeos se utilicen para consolidar el crecimiento, invertir en investigación e infraestructuras, favorecer la creación de empleo y mejorar las rentas de los menos favorecidos.
En el que el reconocimiento de la diversidad histórica de nuestro Estado conviva con la solidaridad y cohesión entre todos sus territorios y la fortaleza del proyecto común.
En el que la defensa de las libertades y derechos, el respeto a la diferencia, la integración del extraño, el compromiso con la paz, sean valores especialmente protegidos.
En el que la decencia, la transparencia en la gestión y la responsabilidad con los compromisos contraídos sean las señas de identidad de los poderes públicos.
En concreto, los puntos que constituyen los objetivos prioritarios del Gobierno serían los siguientes:
1. EDUCACIÓN: Consideración de la educación como el principal instrumento para garantizar la igualdad de oportunidades y contribuir al desarrollo y al crecimiento económico de España. Defensa de la enseñanza como servicio público.
2. EMPLEO: Lucha contra la precariedad en el empleo. Plan de Fomento del empleo para jóvenes y mujeres.
3. PENSIONES, SANIDAD Y BIENESTAR SOCIAL: Aumento del poder adquisitivo de las pensiones más bajas. Compromiso con la defensa del Sistema Nacional de Salud, ampliación de sus prestaciones y mejora de la calidad de sus servicios. Consolidación y extensión de los sistemas públicos de protección social (Seguridad Social y Servicios Sociales).
4. INNOVACIÓN: Garantizar a todos los ciudadanos la oportunidad de acceder a las nuevas tecnologías de la información. Potenciar las políticas de formación y capacitación, así como la incorporación de las nuevas tecnologías a las empresas.
5. MEDIO AMBIENTE: Sustitución de la energía nuclear y fomento de energías alternativas. Aprobación urgente del Plan Hidrológico Nacional. Reforestación del medio rural y de los núcleos urbanos.
6. POLÍTICA ECONÓMICA: Una política económica que eleve nuestro potencial de crecimiento, dé prioridad a la inversión, favorezca la competencia en beneficio de los consumidores y haga más equitativa la distribución de la renta y la riqueza, asumiendo los compromisos contenidos en el Pacto de Estabilidad en materia de déficit público.
7. POLÍTICA FISCAL: Mantenimiento de la carga fiscal y de los tipos del IRPF. Mejora del tratamiento fiscal de las rentas del trabajo más bajas. Reorientación de la fiscalidad, reduciendo la imposición de las rentas salariales e incorporando impuestos ecológicos. Lucha activa contra el fraude fiscal.
8. POLÍTICA AUTONÓMICA: Fortalecimiento y profundización del Estado de las Autonomías en una perspectiva federal. Un nuevo sistema de financiación autonómica consensuado y estable. Reforma del Senado.
9. POLÍTICA EXTERIOR Y DE SEGURIDAD: Participación activa en la construcción de la Europa económica, social y política. Mantenimiento de nuestros compromisos internacionales en materia de seguridad y defensa. Una política exterior comprometida con la paz, la defensa de los derechos humanos y la cooperación al desarrollo.
10. TERRORISMO: Compromiso estricto con la lucha policial y el fomento de la cooperación internacional contra el terrorismo. Restablecimiento de la unidad de las fuerzas democráticas para lograr el fin de la violencia terrorista.
Como he dicho anteriormente las diez propuestas son, a mi juicio, incuestionables, si bien pueden incorporarse otras, si así lo acordamos con IU.
Para gobernar, además de ofrecer un programa y asumir unos compromisos, hay que ganar las elecciones. Ganarlas en votos y en escaños.
El Partido socialista ha demostrado que es capaz de ganar las elecciones al PP. Lo hemos hecho antes en muchas ocasiones, y estamos dispuestos a volver a hacerlo el próximo 12 de Marzo.
Sin embargo, los resultados de las ultimas elecciones generales y autonómicas merecen una reflexión por parte de los partidos de izquierda.
En 1996 el PSOE se quedó a solo 300.000 votos del PP. El PP con esa exigua diferencia obtuvo, sin embargo 15 escaños mas que los socialistas.
En 1996 la suma de los votos obtenidos por la izquierda supuso el 48% del voto popular, frente al 39% de la derecha. La izquierda ganó a la derecha por mas de dos millones y medio de votos. Sin embargo, desde 1996 gobierna la derecha.
En las recientes elecciones catalanas el PSC gano a CiU en votos populares. Sin embargo gobierna CiU porque tuvo un escaño más.
En ambos casos, generales de 1996 y catalanas de 1999, se perdieron muchos miles de votos de izquierda, porque fueron a partidos que no tenían ninguna posibilidad de tener escaños.
Esto no puede suceder de nuevo el 12 de Marzo. tenemos la obligación de conseguir que todos los votos de la izquierda sean al menos tan útiles como los que obtiene la derecha. Y si lo hacemos, gobernaremos.
Desde hace algunos años la izquierda gana las elecciones y la derecha gobierna. Quiero decirles, como le he dicho a Francisco Frutos, que estoy personalmente dispuesto a hacer cuanto este en mi mano para que esto no ocurra el 12 de Marzo.
La derecha ha unido todas sus fuerzas en el PP. Desde la extrema derecha hasta la derecha moderada.
La respuesta de las diferentes formaciones políticas de la izquierda, y en particular de IU y del PSOE, no tiene que ser la pérdida de su identidad, ni la renuncia a su propia personalidad. La izquierda es plural y debe seguir siéndolo.
Todas las fuerzas progresistas tienen derecho a tener presencia como tales en las instituciones que representan a los ciudadanos, siempre que éstos les den el respaldo necesario.
En España, en la izquierda existen dos fuerzas principales: una mayoritaria, el Partido socialista, y otra, IU con una presencia significativa en el conjunto del electorado.
No quiero que una absorba a la otra. No quiero que nadie renuncie a nada de lo que razonablemente pueda conseguir. Quiero sumar fuerzas sin que nadie pierda nada. Quiero que todos los votos de la izquierda sean útiles, como son los de la derecha.
Pero hay que evitar que la derecha se beneficie de un solo voto de la izquierda. Si la derecha saca el máximo partido parlamentario de los votos que obtiene, la izquierda tiene que hacer lo mismo, para jugar en las mismas condiciones.
Queremos que los ciudadanos puedan votar una opción de izquierdas, plural, mayoritaria, dispuesta a ganar las elecciones y a formar un gobierno progresista.
Queremos, en suma, ganar las elecciones no solo en votos, también en escaños. Ganar en el Congreso y en el Senado. Y eso es perfectamente posible. Está al alcance de nuestra mano.
Existen una serie de provincias en las que IU ha obtenido escaños, ya sea en las ultimas elecciones, ya sea en algunas de las anteriores. Es lógico que IU desee, en estas provincias, seguir teniendo diputados elegidos en sus propias candidaturas, o tratar de recuperar su representación parlamentaria.
Sin embargo, existen otras provincias en las que IU jamas ha obtenido representación parlamentaria. Ni en las elecciones de 1996 ni en ninguna otra desde 1977. Ni bajo las siglas IU ni antes, con las siglas PCE. En esas provincias sus votos nunca han sido útiles para la izquierda, nunca han conseguido llevar un solo representante al Congreso. Paradójicamente, esos votos han reforzado a la derecha.
En esas provincias, en las que IU jamas ha logrado obtener representación parlamentaria, lo que propongo es que IU pida el voto para la única opción de la izquierda plural capaz de obtener escaños, PSOE-progresistas, renunciando a presentarse como tal.
De esta forma todos los votos de izquierda contribuirían a la victoria electoral de las fuerzas progresistas.
En algunas provincias, eligiendo diputados del PSOE o de IU. En otras evitando la dispersión de votos de la izquierda y concentrándolos en la única candidatura de la izquierda plural con posibilidades reales.
Es posible ganar también las elecciones en el Senado. El sistema electoral en esta Cámara es mayoritario, por lo que la estrategia para ganar debe ser distinta.
¿Qué hubiera ocurrido si en 1996 se hubieran agrupado los votos del PSOE y de IU en el Senado? Pues que en un buen numero de provincias en las que el PP obtuvo 3 senadores y el PSOE 1 la relación se invertiría. Recuerden que IU no tiene en la actualidad ningún senador.
Los progresistas podemos alcanzar la mayoría en el Senado. El PSOE puede aumentar su numero de Senadores. IU puede conseguir un numero significativo de senadores. Y ambas fuerzas políticas, PSOE e IU, podemos alcanzar conjuntamente la mayoría.
Para ello le propongo a IU que sumemos nuestros votos en las provincias en las que la derecha obtuvo tres senadores. Formemos en ellas candidaturas conjuntas, candidaturas progresistas para obtener tres senadores, dos del PSOE y uno de IU. El PSOE pasaría a tener dos senadores donde ahora tiene uno. IU obtendría un senador donde ahora no tiene ninguno.
¿Qué hubiera pasado en las elecciones de 1996 si el PSOE e IU hubieran firmado un acuerdo como el que hoy le propongo a Francisco Frutos?
Pues que las fuerzas progresistas hubiésemos tenido mayoría en ambas Cámaras. En el Congreso y en el Senado. El PSOE hubiera tenido 150 escaños. IU 21.Y el PP 147.Las dos principales fuerzas progresistas 171 y la derecha española, 147.
¿Y en el Senado? La suma de senadores progresistas seria de 101.La derecha tendría 94 senadores.
En resumen la izquierda estaría gobernando en España. En el Congreso y en el Senado habría una mayoría progresista. Ambas fuerzas políticas, PSOE e IU, habrían mejorado su representación parlamentaria. La capacidad de los grupos nacionalistas para condicionar con sus votos la política española se hubiese visto muy disminuida.
Quisiera hacer algunas consideraciones finales.
El acuerdo para formar un gobierno progresista que hoy he ofrecido a IU es inédito en España. Pero no lo es en Europa. Acuerdos semejantes permiten hoy la existencia de gobiernos progresistas en Francia, en Italia, en Alemania, en Suecia.
Un acuerdo electoral idéntico al que hoy hemos propuesto a IU permitió la victoria electoral de Lionel Jospin en Francia. La izquierda francesa acordó un programa de Gobierno, sumó fuerzas electorales concentrando los votos de todos los progresistas franceses y ganó las elecciones. Esto es exactamente lo que hoy estoy proponiendo a IU.
Acabo ya. Hemos hecho a IU una oferta sincera. De gran calado político. Para el PSOE supone un esfuerzo considerable, pero lo que vamos a conseguir si alcanzamos el acuerdo es más importante que las cesiones que esta oferta implican para nuestro partido.
Se trata ni mas ni menos que de asegurar que la mayoría de ciudadanos progresistas que hay en España se vea reflejada en un Gobierno que responda a sus ideas.
El PSOE, y yo personalmente, estamos preparados para afrontar la campaña electoral con nuestras propias fuerzas y ganar a la derecha. Pero creo que los ciudadanos progresistas quieren que hagamos un esfuerzo unitario. Yo no quiero defraudarles.
No tenemos mucho tiempo.
Porque el calendario electoral nos obliga a presentar en los últimos días de la semana que viene las listas electorales. Porque debemos dedicar todo el tiempo disponible, de aquí al 12 de Marzo, para confrontar nuestras ideas con las de la derecha.
Tenemos unos días para cerrar un acuerdo.
Pero nuestra, mi voluntad esta clara. Si toda la derecha se ha unido bajo las siglas del PP, busquemos un acuerdo en la izquierda. Formemos un Gobierno de progreso. No dejemos escapar esta oportunidad.