Respirándole en la nuca
Este fue el término empleado por el ministro Vargas para referirse a un gobernador del Caribe supuestamente implicado en desvíos de los recursos obtenidos para la reconstrucción de las zonas afectadas por el crudo invierno.
Antes de entrar a analizar semejante acusación, debo precisar que ese terminacho utilizado por el futuro aspirante a la Presidencia, en la zona donde se dice está el gobernador presuntamente corrupto, tiene una acepción bastante comprometedora tanto para el que la recibe pasivamente como para el que la ejerce. Con tanta agua recorriendo los campos algunos se preguntarán si es que se les “inunda la canoa”.
Como el del Interior no precisa a quién va dirigida tan poco amable acción, algo que debe incomodar a los siete inocentes para que no caigan en la misma “cochada”, yo me atrevo a exonerar a dos de ellos. Uno es el destituido “restituido” y el otro el General “retirado”.
El primero no estaba a cargo del despacho y el segundo apenas lleva cuatro días. En el caso del nacido en la antigua Villa de San Juan Bautista de la Ciénaga la impresión que me produce es la de un hombre honesto, aunque su austeridad queda en duda con el boato de su posesión.
No ubico a Eduardo Verano dentro del panel de “sindicados”. Fue mi compañero de aulas en el Colegio del Prado de Barranquilla; no tengo trato con él en los últimos años pero conociendo sus orígenes y la forma como se ha desempeñado en la vida pública, tanto como gerente de empresas públicas de la ciudad, luego como Constituyente y después como Ministro de Estado, no me cabe en la cabeza verlo en esas andanzas.
Su victoria electoral, contra todo pronóstico, porque se enfrentaba a uno de los propietarios de la cauda electoral tradicional del departamento, fue para los de la tierra la certeza que al frente de sus destinos llegaba alguien sin mancha. Además era garantía de que las gestión de saneamiento fiscal dejada por su antecesor, quedaba en buenas manos.
Las declaraciones del alcalde de Campo de la Cruz, señalando a los políticos de ese departamento como aprovechadores de la situación para beneficiarse electoralmente, es algo que debe investigarse a fondo y el burgomaestre tiene que identificar a los culpables.
No conozco a los demás mandatarios seccionales, pero con la expresión de Germán Vargas sin duda que todos ellos son sospechosos de ser culpables. Les corresponde a ellos, incluido al mismo Verano, exigirle al nieto de “Cleofás Pérez” que precise a quién se dirigen sus amenazas procaces.
En mi columna anterior no dudé en escribir que esta situación lamentable generada por los errores de administraciones anteriores, desidia oficial sin lugar a dudas, con la colaboración de un invierno cruel, es la mejor ocasión para que la Región Caribe aproveche para salir del marasmo y el atraso que en varias áreas presenta. Una zona tan rica en recursos naturales de toda índole no puede estar en la cola del desarrollo de nuestra Nación.
Comillas: Los “sin tocayos” colombianos deberán cambiar sus adefesios por nombres cristianos.
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El interprete
Tomado de el Nuevo siglo
Tomado de el Nuevo siglo
Por : Gabriel Ortiz
Todo sucedió tan rápidamente, que a todos se nos pasó por alto, en medio del tropel de noticias comandadas por el inclemente invierno que nos ahoga, de los crímenes cometidos por la policía en el rio Medellín, de los políticos al asecho del dinero de los damnificados, de los niños víctimas de las balas perdidas, de las insolidarias ferias y fiestas que olvidan las tragedias que nos agobian, del precario incremento del salario mínimo, de las injustificadas alzas de pasajes, parqueaderos, combustibles y en general de los artículos de primera necesidad y de tantas cosas más que nos bombardearon a través de los medios.
Solo pudimos ver una fotografía en los periódicos y efímeras imágenes en la televisión, que nos mostraron un hecho fundamental que afianza nuestra acción en el escenario de la nueva, eficaz, moderna, vigorosa y fructífera acción diplomática colombiana, desde hace 5 meses.
Como dirían El Colombo-Americano, “la ventaja de saber inglés…”
El Presidente Santos, con toda la propiedad de una persona que domina el idioma de Shakespeare, “juntó” a Hillary Clinton, Canciller Norteamericana, con Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, en el momento en que estaban más resquebrajadas las relaciones entre los dos países. Venezuela le negó el “beneplácito” a Larry Palmer, designado embajador de Estados Unidos en Venezuela, porque éste habló impropiamente del gobierno de nuestros vecinos. De inmediato Hillary revocó la visa al embajador de Venezuela en Washington.
La canciller y Chávez se encontraron, durante la posesión de Dilma Rousseff, como presidenta de Brasil, por gestión de Santos. Tal fue la sorpresa de dicho encuentro, aparentemente casual, que Santos le dijo a Hillary: “!esto es un milagro!” y Hillary le respondió: “!sí es un milagro!”
De ahí en adelante, con Santos como amigable componedor e intérprete, se desarrolló un placentero dialogo que enfrió el tenso clima que vivían las dos naciones, a tal punto que Washington reveló, a través del vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley, que el nombramiento de Larry Palmer, rechazado por Hugo Chávez, había quedado sin efecto.
Al ya cordial dialogo Santos-Hillary-Chávez, Juan Manuel llamó al Presidente chileno, Sebastián Piñera, quien aprovechó el momento para refrescar, entablar diálogo afectuoso con el venezolano, y limar asperezas.
Santos airoso tras la cordial junta, aprovechó la oportunidad para comprometer a la cancillera norteamericana, con la reconstrucción nacional a raíz del invierno y para recibir su reconocimiento y exaltación de la política exterior, bien diferente, que ha puesto en marcha este gobierno… la importancia de saber inglés…
