Sin IRA y sin fanatismo
Ian Paisley es un reverendo protestaste de Irlanda del Norte, cofundador del Congreso Mundial de Fundamentalistas y líder de una organización política que se desvinculó del Partido Unionista de ese país luego de que en 1998, sus miembros más moderados firmaron el Acuerdo de Viernes Santo con sus enemigos de décadas, el Sin Féin, grupo político católico del Ejército Republicano Irlandés (IRA). Desde entonces, Paisley prometió nunca aceptar ese pacto.
Gerry Adams es un católico nacionalista, miembro del IRA desde 1964 y uno de sus miembros más radicales en los años 70, que en 1983 se convirtió en el líder del Sinn Féin y le tomó más de 15 años asumir una postura pragmática aceptando la conformación de un gobierno autónomo junto a los protestantes del norte, renunciando al dogma de la unificación de toda la isla de Irlanda.
En días recientes una llama de esperanza ilumina el ambiente de escepticismo y pesimismo de 7 años de estancamiento en el cumplimiento de los acuerdos de 1998 que buscan solucionar un conflicto que comenzó en 1922 cuando con la separación de 26 condados del sur de Irlanda – desde entonces, republica independiente – de los 6 del norte aún bajo soberanía inglesa. Paisly y Adams se reunieron por primera vez en la historia para conversar, negociar y anunciar que sus partidos conformaran un gobierno de unidad nacional a partir del 8 de mayo.
El hombre más demonizado por Paisly, Adams, y el hombre más aborrecible para Adams, Paisly, dos figuras emblemáticas de la intransigencia que durante más de 30 años generó uno de los conflictos contemporáneos más sangrientos de Europa, se vieron obligados a reconocer el anhelo de paz que su pueblo expreso en recientes comicios y así, reconocerse ellos, como los dirigentes de las dos fuerzas políticas más votadas en Irlanda del Norte.
Una definitiva victoria de la democracia en tiempos cuando, el menos malo de todos los sistemas, está en crisis.
