Subsecretario de Estado norteamericano llega a Colombia
El subsecretario de Estado norteamericano para Asuntos Políticos, Thomas Pickering, inició su segunda visita en seis meses a Colombia, donde examinará la prometida ayuda de Washington para la lucha antidrogas en el país andino, señalaron fuentes diplomáticas.
Pickering hablará con el presidente colombiano Andrés Pastrana y diversos responsables gubernamentales sobre la asistencia por 1.300 millones de dólares que la Casa Blanca ha ofrecido a Bogotá y otros asuntos de interés bilateral, indicaron las fuentes.
Con esa ayuda, que aún debe ser confirmada por el Congreso estadounidense, se financiará parcialmente el Plan Colombia, lanzado en 1999 por Pastrana para combatir a los narcotraficantes, pacificar el país, reactivar la economía y promover el desarrollo social.
La visita de Pickering se produce un mes después de que la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, se entrevistara con Pastrana en balneario de Cartagena (Caribe de Colombia) y asegurara que Washington apoyará los esfuerzos de Bogotá por combatir a los narcotraficantes. Pickering también examinará en Bogotá «los temas vinculados con el proceso de paz y los derechos humanos», según fuentes oficiales de Washington.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que negocian un acuerdo de pacificación con el Gobierno, han afirmado que la ayuda norteamericana «atizará la guerra», aunque Pastrana ha descartado que Estados Unidos termine involucrado militarmente en el conflicto.
En su editorial del pasado domingo el diario The New York Times advierte que los planes de Clinton de ayudar a Colombia a combatir el narcotráfico y la subversión empantanaría a Estados Unidos en una guerra en ese país.
«Peligrosos planes para Colombia», titula el rotativo su editorial, en el que afirma: «El plan no refleja ni una estrategia realista para combatir las drogas ilícitas ni un efectivo método a largo plazo para establecer la paz y la estabilidad. En vez de ello, crea el riesgo de arrastrar a Estados Unidos a una costosa guerra antiguerrillera».
El Times opina que el narcotráfico y la estabilidad de Colombia son «legítimas inquietudes» de Estados Unidos, y que el presidente colombiano «tiene buenas intenciones y merece el respaldo estadounidense».
Sin embargo, agrega que «este plan está demasiado inclinado hacia una solución militar de problemas que por años no ha sido posible resolver con soluciones militares».
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