Opinión Internacional

¿Y ahora qué?

La Segunda Guerra Mundial marcó el fin del Colonialismo. Se trueca enteramente el marco de las relaciones internacionales con los nuevos tratados de paz, comercio y cooperación internacional. El asalto de las Torres Gemelas y el Pentágono nos demuestra un orbe poderoso más endeble de lo que se prometió. ¿La Primera Guerra del Siglo 21 se conocerá por el fin de las súper potencias tal como las interpretamos en la actualidad?

La bisoña confrontación ha cambiado los paradigmas de la lucha actual. Esta claro que el cabecilla de estos eventos tiene un señorío perfecto de técnica y planificación militar. Lo más cardinal es que ha cambiado paradigmas y como distinguimos dos cosas sobrevienen cuando un paradigma nuevo surge. La famosa parálisis paradigmática que explicara el futurista Joel Baker y lo accesorio, la ley resultado del emplazo: Nada de lo que haya logrado antes sirve.

Injuriar a una súper potencia, encontrarla desnudada y con solo una marcha de treinta minutos inmovilizar el movimiento bursátil, el sistema aéreo y migratorio del país sin conocerse con certeza quién o quiénes están detrás de este ataque es una victoria en sí misma. Sun Wu Tzu en el siglo V escribió: “Los expertos en defensa son capaces de esconderse en el rincón más secreto de la tierra y lo expertos en ataque se mueven como si lo hicieran desde las cumbres más altas del cielo. Así los dos son capaces: Uno de protegerse y el otro de vencer” “No cabe duda que seremos incapaces de aprovechar las ventajas naturales del país, a menos que utilicemos las provechosas enseñanzas de sus guías” Osama Bin Laden, todo indica, el hostigador de los ataques, habría entrenado a sus kamikazes en escuelas aéreas en La Florida. Esta explotando el sistema americano para destruirlo desde sus entrañas. Es una nueva amenaza, una con soltura táctica.

La inspiración me hace confiar que no está el enemigo fuera, sino adentro del territorio americano y esta con harto pertrecho. La historia ha señalado como otros grupos antiamericanos dentro del propio territorio puede unirse. Algunas sectas y violentos podrían ver este momento para diferir sus desacuerdos o buscar que marchitar al gobierno federal. Durante años han desplegado cloacas logísticas y se han prevenido para una conflagración. No puedo anticipar en esta análisis quién ganará, pero lo que sí tengo claro es que en una guerra no hay ganadores, sino niveles de derrota.

Estados Unidos por ahora no encuentra un territorio que invadir. No puede por el momento utilizar lo que mejor presenta, ejerce y atesora; sus fuerzas convencionales de guerra. Nada de eso parece ser útil.

Vietnam: Una derrota para aprender

Uno de los países más desheredados logro una victoria que deslució a EE.UU. La estrategia estadounidense fue desenrollada por tres consejeros del Presidente Kennedy. Robert McNamara, McGeorge Bundy y Dean Rusk, El paradigma usado por estos estadounidenses era una combinación de la supremacía territorial y del desgaste del adversario. Siempre el Vietcong tuvo más bajas, pero nunca consideraron que eso no les importaba, el concepto de vida occidental ostensiblemente varia en Oriente y sospecho más en el mundo de los fundamentalistas islámicos. La idea forjada era que, derrotando a las fuerzas principales del norte, la guerrilla del sur estaría acabada. La estrategia falló por dos razones: el Vietcong estaba haciendo una guerra de guerrillas y no, como suponía EE.UU., una guerra convencional y el hecho que en un día podía combatirse por una colina y al día siguiente abandonarla desconcertaba y desmoralizaba a las tropas americanas, que no entendían para que luchar por una posición que no sería defendida el día siguiente.

El cambio de paradigma anduvo mientras las máximas le fueron permutadas a EE.UU., no así en la ofensiva tradicional que desarrolló Saddam Hussein. Una coalición internacional lo desalojó rápidamente.

Guerra insatisfactoria

Es seguro que cerca de 10 mil personas hayan caído. Las cifras no están definidas, pero si así fuera ¿Cómo se obtendría una satisfacción? ¿Bombardeando objetivos civiles? ¿Usando armas de destrucción masiva? ¿Invadiendo uno o más países? Es preciso aclarar que si la guerra es contra un gobierno, un grupo de países o contra la cultura islámica. Recordemos que el tener objetivos mensurables y cuantificables es importante en la cultura del hemisferio occidental. No así en el sur, ni en oriente. Con prerrogativa de los Tigres Asiáticos, a otros poco les importa. No tener objetivos claros fue un acápite para la capitulación estadounidense y no debe repetirse.

Pero volviendo a mi pregunta ¿Cómo Estados Unidos medirá el éxito o fracaso de su guerra?. ¿Será victoria cuando capture a Osama Bin Laden? ¿Es victoria cuando Afganistán lo entregue? O caso esta se medirá ¿Por la cantidad de territorios ocupados? ¿Logrando un cambio de gobierno en Afganistán? ¿Quizás pueda ser fijada victoria militar cuando se sumen víctimas mayores a 10 mil personas en el bando fundamentalistas? Y ¿Cómo lograr esto? Bombardeando mezquitas, escuelas o solo bases militares. Porque no veo como puedan liquidar a tantos cruzados si no se trata de una guerra convencional.

Victoria pírrica

Si Osama Bin Laden fuera internado y ajusticiado, escenario difícil pero creíble, seguiría siendo una defunción por millares a cambio. No creo que satisfaga a nadie. Creo que los propios americanos estarían chasqueados. Además la captura del terrorista no es el fin de esta campaña, la posta puede ser asumida por otro. El conflicto de núcleo sigue sin zanjarse. Definir cuándo y cómo será victoria es algo que debe delimitarse con celeridad. Pero concluyentemente la captura de cuanta pandilla terrorista exista no extingue el foco. Acaso el plato de fondo es la ojeriza de los árabes contra EE.UU. germinado por su sempiterno favor a Israel. Por ello, los aliados árabes que tiene la OTAN no estarán por mucho hieráticos ante la muerte de musulmanes. La Alianza durante la guerra del Golfo Persa fue siempre quebradiza y convenida a la no-intervención de Israel.

¿No fue acaso la muerte del político palestino del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) Abu Alí Mustafá, víctima de disparos de helicópteros Apache la que hizo jurar una venganza? Lo que agrava el escenario mundial es que el teatro invita a varios países. Irán, Irak, Libano, Afganistán, Sudán, Libia, Siria, Corea del Norte y mantiene a otros como China y Rusia con medios apoyos.

Estados Unidos: muchos enemigos y pocos aliados

Uno de los resultados de la unipolaridad es que EE.UU. esta solo, es decir uno contra todos y todos contra él. Mientras George W. Bush insistía en su Escudo Anti Mísiles, el ataque vino desde dentro. La diplomacia vaquera había logrado antipatía en la comunidad internacional. Sus tradicionales aliados europeos y otros del Gemeinschaft habían marcado distancia hasta antes del alevoso y cobarde ataque contra civiles y militares del 11 de septiembre. La decisión del presidente George W. Bush de rechazar el Protocolo de Kyoto sobre reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático, es una muestra clara de total irresponsabilidad y sumisión a los intereses de unas pocas empresas contaminantes, agrupadas en la «Global Climate Coalition». Para José Santamarta de Wordwatch “Estados Unidos es el tipo malo de esta película planetaria que pone en peligro la estabilidad del clima”

Recuento geopolítico

España perdió su imperio al enfrentarse a EE.UU. en la guerra de 1898, viendo un viejo y apolillado imperio, conspiraron por sus propios intereses sin preocuparse por el destino ni el bienestar de los pueblos que los habitaban. Los Alemanes, Franceses e Ingleses fueron los terceros en discordia. La Segunda Guerra Mundial debilitó la economía europea tremendamente y fue trasladando su poder hacia EE.UU. La guerra puso de manifiesto la fragilidad de los imperios, minados, por el fermento de las ideas nacionalistas que se habían desarrollados en las colonias durante el conflicto, es decir se alimentó su insurgencia. Algunas de las potencias colonialistas habían sido derrotadas, humilladas y empobrecidas: ante la embestida japonesa, por ejemplo, los imperios de Inglaterra, Francia y Holanda en el sudeste asiático se habían derrumbado sin resistencia. Inglaterra aunque ganó en la Segunda Guerra Mundial, perdió su status de imperio y el mundo financiero se trasladó de Londres a Wall Street. Quizás veamos emerger un nuevo polo de poder.

Hasta ahora Japón parece estar lo suficientemente lejos de nubes radiológicas, químicas, bacteriológicas, su isla puede, sí se administra bien, convertirse en un paraíso financiero mejor que Suiza. Quizás solo deba estar en paz con Corea del Norte y por ello su posición geopolítica resulta expectante. Podría ser el siguiente polo de poder en emerger. Porque aunque todos parecen hacer cierrafilas con EE.UU., está claro que más de uno tiene agenda propia, inaudita altera parte. Quizás sea hora de aprender japonés.

El autor es director del Centro de Entrenamiento de Bomberos Profesionales y asociado de Global Emergency Response un consorcio americano-canadiense-ruso que responde situaciones de emergencia regional y realiza labores de ayuda humanitaria en sociedad con el Ministerio de la Defensa Civil de la Federación Rusa, Emercom.
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