A los ciudadanos venezolanos, a las nuevas autoridades del CNE
A los ciudadanos Venezolanos, a las nuevas autoridades del CNE y a todas
las autoridades competentes.
La Red de Veedores, con base en las observaciones del proceso
automatizado del voto y los estimados efectuados por nuestros expertos,
sometemos a la consideración pública los siguientes resultados y
consideraciones:
1. Anexamos el análisis que demuestra que la duración de la votación
para 500 electores con una máquina y seis boletas es aproximadamente de
12 horas, sin problemas y suponiendo alimentación continua de la
máquina, sin pausa entre elector y elector. Con 1000 votantes eso sube a
24 horas. Añádase el tiempo de los procedimientos de apertura y cierre
de mesa, escrutinio e impresión de actas y obtendremos una cantidad de
horas superior a las 14 horas seguidas de votación para mesas de 500
electores. 28 horas para mesas de 1000 electores.
En el segundo anexo de promedios de electores por mesa por estado,
calculando un 40% de abstención, estimamos que el proceso de votación en
estados como Aragua, Miranda y Distrito Federal duraría hasta 30 horas y
en Carabobo 32 horas.
Los escenarios estimados son óptimos; sin ninguna interrupción de la
cola de gente para meter sus boletas y sin complicaciones técnicas o
humanas. Si estimásemos el tiempo real del suceder de la votación,
seguramente podríamos duplicar los tiempos y estar hablando de un
proceso electoral de 48 horas seguidas.
2. Según nuestras reuniones diarias con diferentes técnicos del CNE y
nuestras observaciones en sitio, estimamos que los principales
obstáculos para reanudar el proceso electoral radican en las boletas. No
sólo no han llegado todas las boletas; también presentan problemas de
impresión, corte, y empaquetamiento no discriminado. Además, podemos
estimar que el depósito de las boletas durante 2 meses las inutilizaría
para su uso automatizado, tanto por la humedad como por el peso que
alteraría su forma.
Las fuerzas políticas deberán considerar esta información y tomar
decisiones al respecto. No obstante, nosotros, ciudadanos, hacemos valer
nuestro derecho a protestar por la arbitrariedad de los actores
políticos que pretenden someter la población a esa ordalía electoral.
Por tanto solicitamos que las decisiones tomadas por las autoridades
competentes respeten no sólo nuestros derechos como electores sino
también como ciudadanos y personas.
