A revisar la estructura de costos… ¡ya!
Por fortuna, uno de los primeros puntos a tratar en estas reuniones ha sido la estructura de costos de uno de los sectores que más afectado se ha visto por la crisis, como es el de los alimentos. Además, cabe destacar que no solamente está en la mira revisar esa estructura, sino la de otros sectores como la de los medicamentos y otros rubros que aunque no son prioritarios, si son importantes para el día a día del venezolano.
«Le corresponde ahora al Gobierno Bolivariano, el Gobierno económico, las decisiones que deban tomarse a partir de los insumos que recibamos de ustedes, de los trabajadores, del área de la economía social, del pueblo», dijo el Vicepresidente Jorge Arreaza y sobre la base de esta afirmación mantenemos la esperanza de que la revisión de esa estructura se comenzará a hacer realidad de manera inmediata porque de esto depende, en gran parte, la normalización del abastecimiento.
En el caso de los alimentos, hemos repetido hasta el cansancio que las estructuras de costos tienen dos o tres años de retraso y esta situación se ha tornado grave. Revisar los precios ha sido una petición reiterada por todos los sectores cuyos productos tienen los precios regulados y controlados por la desaparecida Sundecop que al final nunca dio pie con bola y lo que hizo fue hacer más difícil la sustitución de los productos en los anaqueles.
Otro de los acuerdos a los que se ha llegado en estas reuniones es que se dará prioridad a las necesidades en divisas que tiene el sector de los alimentos. En este sentido, nuestra súplica va dirigida a que se cumpla la palabra empeñada, porque la necesidad de divisas ya no es de emergencia, sino simplemente que de eso depende la sobrevivencia de la economía y de los venezolanos que cada vez hacen más colas para conseguir menos productos de primera necesidad. No es una exageración. En estos días «libres», ha sido recurrente ver en los abastos, supermercados y cuanto establecimiento de venta de alimentos abierto, largas colas de amas de casa y hasta familias enteras, en espera de entrar para conseguir leche, pollo, huevos, aceite, harina de maíz, mantequilla, azúcar, papel higiénico y así.
También cabe destacar que en las conversaciones se vio con claridad lo importante que es que se revisen igualmente los trámites y permisos que requiere el sector para la importación de insumos y materias primas. Y un elemento más a considerar es la aplicación de la Ley del Trabajo, cuya concepción fue buena, pero que a la hora de llevarla a la realidad ha resultado perjudicial para los sectores que se han esforzado por acatarla, a un costo muy elevado.
La importación, a través del Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) de bienes capitales destinados a la agroindustria, ha sido otro tema de importancia en las conversaciones, así como la suspensión de la fianza en dólares que implicaba el contrato de fiel cumplimiento, puesto que su aplicación ha sido enredada y por lo tanto se debe someter a revisión, en material de consultoría jurídica.
Y finalmente, también se espera explicar los nuevos trámites para el acceso a las divisas, todo derivado de la nueva ley que regula el sector cambiario, ahora que estamos a la espera de la instauración del dólar permuta que oxigenará nuestra economía.
