Actúe señor fiscal
Una de las grandes banderas izadas por el Gobierno y sus representantes, o aquellos que se atribuyen la vocería de la reciente nacida V República, es la frontal lucha contra el flagelo de la corrupción. Una corrupción que se constituyó en uno de los más grandes vicios de nuestro país, una corrupción que ha estado arropada de la más absoluta impunidad a todos los niveles. Tantos casos denunciados, tantas pruebas evidenciadas, y nada, ni un solo preso, ni un solo político tras las rejas, o por lo menos castigado y obligado a restituir al patrimonio público lo sustraído.
Cuando analizamos el presente, y lo que han sido estos últimos meses, podemos observar que otra vez, una vez más, esa supuesta lucha contra la corrupción se ha vuelto puro discurso, pura palabrería, los venezolanos estábamos esperanzados de que el supuesto nuevo estamento político daría un golpe certero contra la corrupción. Mucho se le atribuía el no hacer nada a las trabas del sistema, a la falta de gente idónea y honesta en los cargos públicos de importancia, pero esto desde hace un tiempo dejó de ser así, desde hace meses el sistema fue volteado, el Presidente y su equipo adquirieron todo el poder necesario para actuar, y la verdad es una sola: la corrupción sigue de fiesta. Sobre la falta de personas idóneas y honestas en altos cargos públicos, debemos afirmar que han sido designados nuevos actores en los mismos; ahora bien, todavía no podemos emitir un pronunciamiento al respecto de su idoneidad u honestidad; antecedentes tienen, buenos o malos, lo que sí hemos de resaltar es que estos atributos se ganan cuando no se es cómplice de la impunidad, cuando a sabiendas de un hecho concreto y con pruebas suficientes se actúa con firmeza.
Quisiera creer que es una cuestión de tiempo, que es una cuestión de darle oportunidad a la entrada en vigencia de la nueva Constitución, a la depuracion del Poder Judicial, a la elección de nuevos jueces, al cambio del fiscal y contralor, pero la experiencia me dice que es una cuestión de voluntad, de ejercer el poder por parte de quien lo detenta, y creo que con el poder que tiene el presidente Chávez, y que en numerosas ocasiones lo ha puesto en práctica, si deseara que los juicios de corrupción se adelantaran, éstos arrancarían con la misma velocidad de la solicitud. No quisiera pensar que no se hace porque el actual Gobierno presenta los mismos vicios del pasado, que se esté produciendo el típico ‘quítate tú para ponerme yo’, y así la corrupción continúe con sus mismas prácticas pero con distintos actores.
Traigo a colación este tema por el caso de la corrupción del Congreso, el cual pareciera está durmiendo el sueño de los mortales. Una vez que asumí la presidencia de Diputados, una de mis primeras acciones fue realizar una verificación de la gestión administrativa que estaba recibiendo en ese momento, de allí surgieron gravísimas irregularidades que podían, y que en efecto considero que son, constituir delitos penales, delitos sancionados por la Ley de Salvaguarda. Hago referencia nada más y nada menos que a 47 casos, hechos concretos que el país pudo conocer a través de los medios de comunicación social, hechos referidos a compras de computadoras con sobreprecio, regalos adquiridos para ser supuestamente entregados a embajadores y éstos nunca los recibieron, adquisición de licores, remodelaciones, compra de muebles de lujo, gastos de tela, gastos de celulares millonarios (unos cinco millones en mes y medio), gastos de floristería, gastos en restaurantes de lujo sin ningún motivo, gastos en encuestas o estudios que nunca se realizaron, gastos en supuestas cuñas institucionales que nunca se efectuaron. Primeramente el Tribunal 17 Penal conoció de 36 casos, sustanció completamente el expediente, determinó hasta 5 presuntos indiciados, pero la entrada en vigencia del Código Procesal Penal le obligó en la última semana del pasado mes de julio a remitir tal expediente a la Fiscalía para el ejercicio de la acción penal. Luego, fueron presentados a la misma Fiscalía los restantes 11 casos para el total citado de 47, determinando un monto aproximado de irregularidades de más de 600 millones de bolívares.
Antes de entregar la presidencia de Diputados, remití un informe con toda la información al presidente Chávez, al presidente de la ANC, al ministro del Interior y Justicia y sobre todo al ex procurador y ahora nuevo fiscal, a quien corresponde el ejercicio de la acción penal. Han pasado casi seis meses desde que el expediente llegó al Ministerio Público, y al igual que muchos venezolanos demando justicia, que se castigue la corrupción, que no se deje en el olvido un esfuerzo que se hizo. Le pido al señor fiscal que actúe y que cumpla con lo que dijo en una oportunidad: ‘seré implacable contra la corrupción’.
