Opinión Nacional

Aguantando callados

 Descuido, olvido y desidia. Trabajos de mantenimiento en la vialidad de Anzoátegui y desconcierto por fallas eléctricas, tienen en jaque a toda la población que ya no haya como hacer frente a los míseros servicios públicos que ofrece el oficialismo para con ellos que han sido pacientes aguantando callados.

            La represa de Santa Rosa en Puerto Píritu se llevó un vehículo en días pasados por la estrepitosa crecida que arreció contra este pujante pueblo que aclama limpieza de la misma desde hace años. Tal así es el caos con la magnitud del turbulento caudal que cientos de familias prefieren salir de sus hogares cuando llueve, que esperar una fuerte arremetida que pueda generar una tragedia.

            También la electricidad, la perturbación más grande que tienen los venezolanos ahorita, continúa causando estragos en el oeste. Clarines, Valle Guanape, Guanape, Sabana de Uchire, Píritu, Puerto Píritu, Onoto, Aragua de Barcelona, Boca de Uchire, son comunidades mitad urbanas, mitad rurales, que tienen diariamente un corte, apagón, bajón de intensidad, desnivel de potencia, y miles de problemas eléctricos que obviamente Corpoelec conoce pero se hace de la vista gorda.

            ¿De dónde compra Josefa Pueblo, que trabaja vendiendo empanadas en el bulevar de Puerto Píritu de 6am a 10am, una nevera nueva si lo que hace en el día le da para comprar la comida y pagar los gastos de la casa a duras penas? Son venezolanos igual que todos nosotros y el sistema los desprecia por quejarse y decirle a los chavistas en su  cara que lo están haciendo mal y por eso se les va tanta gente de sus filas.

            Igual ocurre con las carreteras que tanto denunciamos. Si Pablo González que vive en Piedra Azul, municipio Bruzual, o Vilma Fernández que habita por los lados de Onoto en Cajigal, quiere vender maíz, tendrá que usar un helicóptero tiuna como los que usa el Presidente para poder trasladarse al conuco. Las vías de acceso a las fincas y pequeños hatos, están destruidas y pese a que hemos elevado la denuncia siempre, aún no hay un doliente en el poder que meta la mano para resolver.

            En nuestro querido Capachal, del municipio Píritu, pobladores trancaron la vía este lunes con un grupo de aproximadamente cinco familias que están con sus casas inundadas y no hay autoridad que aparezca para ayudar a estos ciudadanos. Apenas llegó la Policía de Anzoátegui y lanzó bombas lacrimógenas a todos los presentes. La tranca duró algo más de media hora en el caliente sol de la zona y nunca apareció dirigente alguno del gobierno a dar una respuesta.

 

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