Al Comisario Marcos Chávez
El día viernes me tocó leer, con profunda tristeza, sus declaraciones ante la lamentable muerte de un venezolano más en manos de «las reconocidas bandas que roban vehículos y secuestran» según usted. Me dí cuenta que la culpa esa de las víctimas que salimos en la noche, o compramos vehículos apetecibles por el «hampa» porque si el funcionario Mármol no hubiera salido de la Comisaría a llevar las novedades a las 12 de la noche «eso no hubiese pasado» ¿qué cosas no? La culpa fue de él pero jamás de ustedes, del poder, del Estado! Esa es la eterna declaración que nos han pretendido hacer aprender como normal.
Ahora bien, tengo algunas preguntas y me gustaría usted me ayudara a aclararla, seguro que muchos más venezolanos las tienen en su cabeza: ¿Cómo lograron en menos de 48 horas encontrar a los agresores y los abatieron en un enfrentamiento policial de alta efectividad? ¿Será tan fácil descubrir un crimen en tan pocas horas? ¿Son demasiados los investigadores que tienen como para esto?, porque en la mayoría de los casos dicen que nada avanza porque no hay personal. Pareciera que en algunos casos percibimos más celeridad y hasta una sorpresiva excesiva eficiencia policial. Quizá me hago una pregunta más inocente aún ¿será que hay policías implicados con estas «reconocidas bandas» que cobran por no investigar, que piden su tajada por permitirles seguir secuestrando, robando y matando con una segura impunidad? ¿Quiénes Comisario Chávez son los que permiten que estemos viviendo este terror a costa de un dinero podrido hecho de las lágrimas y la sangre de las víctimas.
Sintieron esta vez, una vez más, la muerte de un compañero como día a día nosotros sentimos la muerte de nuestros familiares, amigos, vecinos y conocidos porque hache Sr. Comisario Chávez la vida no vale nada porque quien tiene que garantizarla piensa que la culpa es nuestra porque somos víctimas provocadoras de delito, y contando las cifras como aclaró el Ministro Rodríguez Chacín, su jefe, superamos los 16mil homicidios el año pasado, con una tasa en Caracas de más de 166 por cada 100mil habitantes, más que en la guerra.
Sabe hoy miles de madres lloran la pérdida de sus hijos asesinados por robarles un vehículo, o unos zapatos, o un celular a bordo de un carrito por puesto. Otras buscan con desespero el dinero para pagar el rescate de un secuestro express que no se denuncia porque no confiamos en ustedes.
La violencia ya no es contra los que más tienen, ya es entre iguales, entre ese pueblo al que ustedes le han prometido socialismo y patria, pero al que solo le han dado MUERTE, impunidad y dolor.
El funcionario Mármol ya no está y fue su culpa, la banda ha sido encontrada, asesinada, se vengó su muerte como en el lejano Oeste, oramos por su alma y nos solidarizamos con sus familiares.
Y lloramos con tristeza porque los venezolanos seguiremos recibiendo como respuesta la misma: nada, nada y más nada, mientras el terror nos inmoviliza y ni siquiera denunciamos porque da igual hacerlo o no. Los delincuentes saben quienes son ustedes y los demás también.
Por cierto ya cumplí 5 meses desde que en mi habitación en la Clínica la Floresta usted prometió justicia en mi caso donde casualmente también operó una para usted reconocida banda.
Por cierto me gustaría saber porqué es tan reconocida y nada ha pasado, mientras tanto ellos bajo el amparo y complicidad de algunos siguen haciendo lo que hacen, «su negocio».
