Opinión Nacional

Alicia se fue de juerga, que dolor, que dolor, que pena ….

Se acaba de estrenar el divertimento visual de Tim Burton, “Alicia en el País de las Maravillas”. Malas noticias para la histórica niña. En la ultima secuencia del film vemos la jovencita capitaneando un barco de la Compañía Británica de las Indias Orientales. Buques en los cuales la Corona comerciaba. ¡¡ Atención Alicia ¡¡: traficaban, cual capo colombiano, opio y este constituía el primer artículo de cambio comercial para los ingleses, ellos lo mercadeaban y pirateaban en China por orden de la Reina Victoria.

Asunto sabido por Lewis Carrol y según sus diarios, el 4 de julio de 1862 el párroco Dodgson inventó el argumento de la historia que más tarde llegaría a ser su primer y más grande éxito comercial.

Sin duda para alguien tan alerta y critico como Lewis los antecedentes  eran de gran jolgorio y emoción. En junio 1858  Inglaterra concluyó la Guerra del Opio con la firma del tratado de Tientsin. En este acto vandálico se unieron, a los ingleses, Francia, Rusia y los Estados Unidos. Los chinos inicialmente se negaron a firmar el tratado. Pero cedieron al recibir un terrible bombardeo sobre Cantón. Parte del tratado era entregar, sin pago alguno, la Isla de Hong Kong. Ver como ampliación * Guerra del Opio ver: http://analitica.com/va/sociedad/articulos/5672825.asp

De allí el homenaje a este precedente histórico rendido por Burton al colocar a la jovencita como una yuppie corsaria en camino a China con su respectivo cargamento de opio.

La película esta concebida dentro del Género de las  aventuras. Uso de la animación, y mucha fantasía irrelevante. Todo al gusto del productor Walt Disney, cuyo contrabando de frivolidad y falta de criterio es demasiado conocido. Siempre justificado por cuanto su mercado es  infantil.  Suponiendo que los niños  que asisten al cine mantienen un peligroso atraso en su desarrollo mental.

Relevante la actuación de Johnny Deep  en el rol del sombrero, gracioso y muy firme en su papel. Lamentables las actuaciones de los personajes de las Reinas. La Roja es sencillamente desapasionada y sin fuerza. La Blanca parece una piruetera de teatro y ballet bobalicona muy al gusto Light de Mickey Mouse.

En cuanto a los otros elementos de la obra habría que decir que Tim Burton, bien conceptuoso en otras piezas construyendo personajes inolvidables, como El Retorno de Batman y Bettlejuice. O la muy critica hasta el ácida, Charlie y la Fabrica de Chocolates  y terroríficas y sin piedad como en la siempre presente Sweeney  Todd. Lamentablemente, en esta la cercanía con Disney y la voracidad por la ganancia lo llevan a ejecutar un guión definitivamente indefendible por banal.

No olvidar que el Párroco Dogson, luego devenido en Lewis Carroll, fue un personaje bien critico con la monarquía inglesa. Por tanto colocar a la Reina Roja para caricaturizar las actitudes violentas o la pacatería de  la Reina Victoria no fue nada simple. Su compromiso lo llevo a riesgos y habría de traerle problemas con la moral victoriana, e incluso, con los principios anglicanos de su propia familia. Los cuales el film Burton sencillamente omite o burla. Todos los escritos de Dogson son de gran sentido del  humor y satíricos al extremos.  Valores omitidos caprichosamente por Tim Burton.

Para entender los diálogos y absurdos de Gatos que hacen filosofía. Orugas Azules que fuman opio y discuten asuntos de profundidad notable es necesario hablar del personaje Dogson. Sus biógrafos consideran muy probable  que halla utilizado de “vez en cuando”  el  láudano u opio, sabido, productor de “notas psicotrópicas”.  La droga  era comerciada por la Corona y su consumo fue bastante común en la época, entre la gente de la corte y el mundo de los intelectuales. Sir Conan Doyle dio fe de gusto por su uso, tanto como su personaje Sherlock Holmes y supongo que al Dr. Watson le pudieron haber tirado su cachito.

No es fácil, sin estimulantes, imaginar las arbitrariedades del lenguaje y los abusos y vuelos filosóficos del habla de sus personajes. Un apurado Conejo con un Reloj. Un Sombrero Loco que dice: “Qué reloj más raro! -exclamó-. ¡Señala el día del mes, y no señala la hora que es  …… -¿Y por qué habría de hacerlo? -rezongó el Sombrerero –. ¿Señala tu reloj el año en que estamos? …….-Claro que no -reconoció Alicia con prontitud-. Pero esto es porque está tanto tiempo dentro del mismo año”. Diálogos todos con muchas lecturas,  que Burton hace insustanciales.

Lewis critica a los filosofo cartesianos por comenzar dudando de los sentidos, como hechos patentes: “éstos me engañan alguna vez, luego he de pensar que pueden engañarme siempre”. Cuando sueño siento la existencia de las cosas igual que en la vigilia y, sin embargo, no existen”.

Asunto dilemático para la pobre Alicia, nunca consiente en la película, pues no tiene seguridad si el Monstruo volador de la Reina será un sueño o asunto real capaz de matarla.  Ya había sido reprendida por el Sombrero que muchas veces se hace el positivista para decirle: “Solo es real lo practico y si no es rentable no existe ”.

Los texto de Alicia se mueven entre empirismo de Locke y el idealismo de Berkeley. El Sombrero le pregunta: ¿Qué otras cosas aprendías allí?

-Pues aprendía Histeria, histeria antigua y moderna”.  También: “ saber apreciar el sabor  de la Sopa de Tortuga, aunque sea un Tortuga Falsa”.

 Humor sobra en el texto, pero falta en el guión de Burton.

Dogson o su super yo, Lewis Carrol, a quién también se ha acusado de otros pecadillos. En la película de Burton, se ve a la niña Alicia muy pequeña y acostada en su cama. Su imagen no puede ser mas cercana a una Barbie erotizada. Quizás tenga que ver con aquello de que se acuso al Párroco o Diácono Dogson, de realizar y coleccionar fotografías de niñas y hasta desnudos bastante comprometedores. Para otros comentaristas, rasgos de notable cercanía  con la pedofilia. “Se creía que la fotos se habían perdido, pero se han encontrado seis desnudos, de los cuales cuatro han sido publicados y dos se conocen apenas. Las fotografías y esbozos de desnudos que Dodgson realizaba alentaron la suposición de que tenía tendencias pedofílicas.”

Lo concreto, no el sueño. Este ensayo visual animado batió récords en la taquilla estadounidense al erigirse como el estreno primaveral. En 3D con muy alta recaudación en su primer fin de semana en los cines tuvo una recuperación de 116,3 millones le dio el «Oscar» de la taquilla este fin de semana a la imaginería del director Tim Burton y los estudios Disney.  Los negocios son los negocios. La critica, ni la filosofía producen ganancias.

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