AN vivita y coleando
Ante el cerco presumido, estalinista e irracional que el régimen ilegítimo pretende imponer a los legisladores puestos en sus posiciones mediante elecciones acordes con la normativa electoral y constitucional, de cuyo seno, en virtud de la usurpación que protagonizan Nicolás Maduro y su caterva, el diputado Juan Guaidó ha tenido que fungir de presidente interino, con la venia y reconocimiento de unas 50 naciones y organismos internacionales, aparte del pueblo que le apoya, los diputados opositores intentan, audazmente, mantener el vigor e impulso de este órgano legislativo, por lo que las agresiones y fallos judiciales en contra de algunos de sus integrantes se han hecho rutinarios y consecuentes, ínterin, el pueblo continúa a la espera de acuerdos y/o decisiones que permitan volver a la regularidad cotidiana.
Mal podríamos obviar la decisión del gobierno al abandonar la mesa de diálogo por temor a comprometerse con la cesión de posiciones, lo cual expone a toda luz ante la comunidad internacional de manera irreflexiva y hasta incivil la forma de conducir la política nacional a través de sus adláteres del PSUV y ANC.
Y, a todo este desmán se añade el bloqueo de acceso a los periodistas impedido por grupos de oficialistas, aparte de los bloqueos de redes programados por la CONATEL.
No le queda otra a Guaidó que continuar con su llamamiento, ponderado y cauteloso, a militares y sociedad civil a fin de que desconozcan, radicalmente, al régimen actual para lo cual contamos con aval del Grupo de Lima, OEA y CE.
Pero, no podemos sumirnos en indecisiones a causa del miedo paralizante o seguiremos arando en el mar, tal y como quizá nos hubiese advertido el Libertador Simón Bolívar por esta época en la que las decisiones de envergadura no pueden postergarse o desaparecemos.