Aniversario del 26 de julio
Un aniversario de la toma del cuartel Moncada por los rebeldes de Fidel. Los cubanos han sido exitosos en algunas cosas. Apartando por supuesto el tabaco, el ron y las mulatas. Han dado un líder longevo, astuto y sagaz. No ha sido un buen gobernante, de haberlo sido no habría el inmenso exilio en USA y en el mundo ni el drama de los balseros. Pero si que han vendido al mundo de las izquierdas intelectuales, un modelo de revolución existente, real. Poco importa el nivel de vida de sus ciudadanos ni el hecho cruel que se encuentren en cautiverio en su propia isla país. ¡Menudo drama! Pero ven alli una revolución.
Fidel muere lentamente, agoniza con mala leche. Su entorno espera para repartirse el despojo. El exilio espera para volver a saco sobre lo que siempre considera propio. La isla toda.
El gobierno es torpe dentro de su estretagia brillante. De un tiempo a esta parte persigue con más saña a los opositores. Generalmente intelectuales, pues los otros yacen bajo tierra o comidos por los tiburones. Con ello, se gana la animadversión de la pacata Comunidad Europea. Lo hace porque dispone de combustible a discreción y recursos financieros suministrados por su hijo adoptivo Hugo, el de Venezuela. Permite a cambio y para asegurar ambos procesos revolucionarios que contingentes de ambos países se desplacen para cumplir misiones, entrenamiento y adoctrinamiento.
¿Que sucederá si la oposición Democrática Venezolana gana el revocatorio?, imagino que para Cuba poco. Ya en pasados gobiernos había entrenadores y médicos que venían para ayudar a controlar ciertas plagas. En consecuencia diría que seguirían, quizás en menor número, pero seguirían aquí. Ellos hacen lo que tienen que hacer, imbéciles nosotros que pagamos por que debemos hacer nosotros con nuestra gente, con nuestros jóvenes.
Cierta presencia en organismos de seguridad y fuerza armada, seguramente desparecerá. No tienen los isleños aparte de coraje, la tecnología requerida en el mundo de hoy. El voluntarismo en estas cosas vale menos que información satelital.
De manera que normalizada la situación, Venezuela de nuevo en sus cabales, es posible que podamos vivir sin tanta bulla al lado de revolucionarios y defensores del libre mercado y la globalización. Tomando, como es natural, para nuestro país lo mejor de ambos mundos. Con independencia, con autodeterminación. Sin miedo y con audacia negociar para ganar, para obtener beneficios. ¿Eso es pecado?
Necesitamos que los cubanos celebren, si así lo desean, la toma del Cuartel Moncada o la batalla de santa Clara, pero que lo hagan en el ambiente que mejor les plazca. Allá en su idílica isla.
Por nuestra parte, esperamos recobrar el equilibrio y la sindéresis necesaria. Que un líder demodé y único no nos marque la pauta a millones de Venezolanos que tienen o tenemos nuestra particular manera de ver las cosas. El pensamiento único me produce náuseas, sus promotores temor. No Se cuando cambian palabras por armas, y ese es un camino doloroso y triste de deshacer.
Orlando Augusto Nieto Willett
