Opinión Nacional

Ante el TSJ

Decanos de las facultades de derecho de algunas universidades autónomas y privadas y uno conjunto de reputados juristas han emitido juicio sobre la Reforma a la Constitución, que, en definitiva, hace severos cuestionamientos que concluyen en la ilegalidad e ilegitimidad de tal propuesta. Esta iniciativa un tanto tardía, empero, podría alcanzar una elevada significación, si además de los señalamientos, que pudieran ser recusados de “políticos” y sumadas otras universidades, la ULA, LUZ, dolorosamente ausentes y cuya ausencia obliga a inferir que o bien se convalida la reforma o bien se refugian en el silencio para la preservación de intereses no universitarios, se proceda a formalizar muy cuidadosamente un estudio dirigido al TSJ, reclamando, exigiendo, dada su autoridad, y en acatamiento de la disposición que la Ley de Universidades impone, un dictamen de este supremo tribunal sobre la “materia”, para emplear el lugar común.

Mis lectores saben de mis desvelos por el diálogo, que creo prudente y necesario per se, incluso bajo el fuego, a consciencia plena de las dificultades. El ruido de las armas puede ser derrotado por el valor la palabra. La sordera curada por su melodía. La imbecilidad sustituida por la razón., el fundamentalismo superado por la poesía. Y para el caso, reinsisto, se que si es casi imposible dialogar con el Excelentísimo Presidente, es absolutamente imposible dialogar con sus secuaces, habitantes idólatras en todos los poderes. Basta verlos actuar, repetir, su originalidad si hubiere, parece ser una dosis de mayor violencia en su habla que la del supremo y único líder del proceso, la revolución. Extremos hay que la razón no comprende y provocan justa ira. Su actitud ante el otro, sea éste artista, creador, crítico, estudiante, o simplemente disidente, etc., quien no profese idolatría al Señor, queda execrado, tal como lo reafirma Farruco Sesto. Castigo ejemplar para la disidencia. Fabiola, por ejemplo, no ha escrito Los Versos Satánicos ni ha osado decir que la tierra se mueve, o que Chávez es mortal…pero ahí queda su cabeza, en bandeja de plata, como ejemplo, pero hasta ahí la analogía, Farruco no es Salomé…ni Hugo Rafael su padrastro. Qué decir a las lecciones de derecho canónigo del ministro William Lara para ilustrar a los obispos, arzobispos, cardenal y quizá sus lecciones crucen el Atlántico y oídas sean en el Vaticano.

Pero, Ah!, el diálogo no tiene en ellos el interlocutor. El otro para el diálogo es el pueblo venezolano y en especial el chavista, cuyos únicos nexos con el Señor, presidente, no tienen como fuente la razón, ni proyecto alguno para hacerlos superar la miseria real, su ausencia de vivienda, salud, la inseguridad sin límites que libre alcanza a todo el pueblo, sin discriminaciones raciales, religiosas, sociales, económicas, la violencia real, el destino de sí y de su familia. Dialogar con ese pueblo cuya identidad pseudo-religiosa ya echó a un lado su fase bolivariana y se “transubstanció” en chavista, y este chavista confía aún en el milagro de la redención, las dádivas al ocio, la cortesía de los médicos cubanos, el culto al odio, que brota del malévolo discurso que culpa al rico de su pobreza, de su desgracia…

Si este diálogo se abre, se socializa intensamente, en este caso concreto sobre la reforma, cuya ilegalidad es de fácil demostración, constitución en mano, y cuya ilegitimidad es aún mayor, constitución en mano, porque es un paso que conduce a un cambio radical de vida individual, social, etc., pues el paso a una sociedad socialista tal como allí se dibuja, implica transformaciones cualitativas en la vida de la sociedad toda y en la existencia de cada individuo. Implica un cambio de valores esenciales al hombre, sobre su libertad, su propiedad, su modo de existir. Se trata de redimensionar la democracia, no como simple expresión de votos, o de escogencia, lo cual es bueno, y bueno es porque es una conquista de la humanidad, sino determinar la democracia como limitación del poder. Y esta limitación empieza cuando yo adquiero el poder de decidir sobre lo que soy y quiero ser, bajo el estricto respeto de cuanto es y quiere y pueda legítimamente hacer y ser el Otro. Esa limitación del poder se alcanza cuando yo tengo el poder sobre la toma de decisiones fundamentales y cuando establezco reglas claras para eliminar cualquier hegemonía. Ese diálogo obliga a las instituciones a ir de casa en casa, no para llevar un nuevo fundamentalismo, la libre empresa, el capitalismo, el anticomunismo, el antifedelismo…y otros clichés, lo que en esencia es exactamente lo mismo pero con otros intereses que el discurso chavista, sino para contribuir a generar consciencia colectiva, social, individual, ajena, desde luego, a toda manipulación, de las decisiones que se deben tomar.

Que es dificilísimo lo se. Es muy sencillo maldecir a Chávez, pero eso es absolutamente inútil. Más aún, es hacer y vivir su juego. Dejen a Hugo Rafael en el más absoluto silencio, es más sencillo probar la asexualidad o androginia de los ángeles que convencer al presidente de sus yerros. Cuando se tiene en la cabeza, o por allí, una tan curiosa visión de su socialismo, indoamericano, originario, bolivariano, robinsoniano, zamorano, cristiano, humanista…ni San Agustín, ni Santo Tomás, y mucho menos Platón y Aristóteles resucitados, podrían abordar tan curioso complejo, Carlos Marx, simplemente habría pedido al Diablo se ocupase de estos asuntos y aún nos ha faltado un narrador que abordar pueda este samplegorio, palabra clave de mi abuela para definir lo indefinible. En cambio la reflexión sobre el destino de cada ser que en esta tierra cohabitamos es deslindable. Este análisis en el diálogo debe dejar muy lejos condenar a los curitas chavistas, cuyos extremos me resultan inenarrables, Cristo Socialista, Chávez heredero y apóstol…en cambio deben abrirse las iglesias para la conversación, la tertulia sobre el contenido de su documento, sobre la doctrina social de la Iglesia, sobre la Conferencia de Puebla, sobre el compromiso con lo humano esencial. Asumir que si razonable y justificado es su postura ante el marxismo, el socialismo real, etc.,..no menos razonable es su condena al capitalismo salvaje y con ese mundo a cuestas y en el alma con la belleza de Cristo, dialogar y dialogar con la gente, con los feligreses, con los ateos, con los chavistas sobre el compromiso de la Iglesia del tiempo que vendrá por la libertad, la ética, la justicia…Y confieso, esto no se logra con el discurso de Lükert , si los venezolanos nos equivocamos y bueno sea llorar en el monto, sea éste el Sinaí o a la Montaña para escuchar de nuevo el insuperable Sermón de Jesucristo, así conocido, tal vez fuese bueno adornar el lugar con el Juramento en el Monte Sacro, quitándole el adjetivo español, dejarlo en …voluntad del poder *. Menos aún se obtendría éxito si los obispos no van a las calles, a los barrios. En esos palacios no vive Dios, lascivo rumia el diablo.

El documento de los juristas debe ser texto de obligado análisis en las aulas y cada universitario llevarlo al diálogo con toda la sociedad, y así…
Pido perdón a mis lectores, a mis amigos sacerdotes, obispos, a los chavistas, porque pareciera ser una especie de lección cuanto escrito queda. No es mi propósito, más bien es un ruego, un ejemplo para la consideración, pero se que si esto se hace: hasta los que no quieren ver ni oír, verán y oirán… y mas, y más: la fuerza de la razón y la ética derrotará tanta sordera vil y tanta vista ciega.

*Juramento de Bolívar en Roma.

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