Opinión Nacional

Ataque

El régimen intenta descalificar a la Iglesia con ataques desconsiderados y reiterados en contra del Cardenal y arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, llamándolo “indigno” y “troglodita” por disentir de las políticas del Gobierno que nos llevan al socialismo-comunismo. La Iglesia no puede quedarse callada ante lo que esta pasando. Sería un grave pecado de omisión.

Los obispos a la cabeza del Cardenal interpretan el sentimiento popular. Los obispos y su Cardenal advierten que se está “llevando al país a un modelo de sociedad totalitaria socialista-comunista intrínsicamente perversa que busca someter a los pueblos a la mas pavorosa de las miserias”.

Como cristiano comprometido me escandalizo al ver como desde el gobierno se fustiga, amenaza y de paso se intenta dividir a la Iglesia. Algunos sacerdotes, muy pocos gracias a Dios, caen en la trampa y se prestan para hacer coro a los que con la persecución, el descrédito y el ataque sistemático procuran callar a la Iglesia que se hace eco de sus hijos que sufren.

Con una matriz de opinión falsa presentan la imagen de Jesucristo como un político cayendo en el “reduccionismo” que limita la acción salvadora del mensaje del Evangelio. Está claro Jesús no vino a enseñar o crear nuevas estructuras sociales sino a traer el mensaje trascendente de la salvación del hombre.

Sin embargo, Dios no menosprecia lo humano, lo terrenal que lo juzga desde lo eterno, “mi reino no es de este mundo”, dice en San Juan 18,36. Su fuerza no está en el poder, en el dinero, en los soldados, en las armas, está en la verdad que es lo único que conduce a la libertad plena del hombre. Por eso condena la violencia que hoy usan para intimidar y aplastar al adversario atropellando lo más sagrado su dignidad humana. Por eso condena la violencia y Jesucristo mismo se describe como “manso y humilde de corazón” Mateo 11,28-30.

El siempre recordado Juan Pablo II insistía en que hay que resistirse a la tentación de reinterpretar la palabra de Dios acomodándola a las circunstancias que nos convenga.

Hay que ver los graves problemas del país a la luz del Evangelio no a la inversa porque de lo contrario se adultera el poder transformador de la palabra.

Decía Juan Pablo II en el texto Palabras de Vida “la Iglesia no necesita recurrir a sistemas o ideologías para amar, defender y colaborar con la liberación del hombre”.

En este ataque a la Iglesia se percibe una manera muy perversa de desacreditar la personalidad y la acción salvadora de Jesucristo limitándolo a la figura de un político.

Es oportuno recordar que el Evangelio no habla directamente de cambio de estructuras sociales sino de cambiar radicalmente el corazón de los hombres y de esta manera transformar la sociedad haciéndola más justa, más humana y más digna.

El régimen sus personeros y burócratas deben entender que la Iglesia busca la conversión profunda del hombre combatiendo el odio, el resentimiento, la intolerancia, el egoísmo y la mentira que son el producto de la perversión del corazón de estos hombres porque “de lo que habla la boca, reboza el corazón” Mateo 12,34

La Conferencia Episcopal y toda la Iglesia de la que formamos parte rechazamos categóricamente la división y la acción violenta de los que detentan el poder.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba