Opinión Nacional

Basta de amenazarnos con el coco

De nuevo debo manifestar mi estupor y grave preocupación por el acontecer del país. Como era de esperar y todos lo vaticinamos, siendo o no correctos los erráticos conceptos expresados tanto por el gobierno como por los afectados en torno a la cesación del uso de la señal radio eléctrica de una televisora, causaron y seguirán provocando las mas airadas propuestas y comentarios tanto a nivel nacional como extranjero.

Debo confesar que no me esperaba que algo diera en el clavo para que realmente la conciencia nacional despertara a la serie continuada de desatinos que vienen cometiendo quienes ostentan el poder y han pretendido sin justificación ni consentimiento de quienes lo apoyaron, cambiar nuestro sistema de gobierno democrático con sesgo centrista, pero definitivamente no comunista ni socialista, sea modelos siglo pasado o nuevo siglo XXI.

Una cosa que no parecen entender los rojos rojitos ni quienes los aupan y conducen como corderos con enseñarles los billetes y ofertas de baratijas, tal cual otrora lo hicieran nuestros conquistadores con espejitos y baratijas, es que haber votado por ellos es una cosa, y otra es que con ese voto, sin haberlo declarado ni pronunciado clara ni enfáticamente, se pretenda con habernos dicho , que íbamos a dejar los viejos caminos de la democracia, mas bien tortocracia de los gobiernos precedentes, meternos en cintura por un vulgar, periclitado y obsoleto socialismo a ultranza, y se nos convoque a socialismo, patria o muerte, en lugar de instarnos a progreso, patria y libertad.

No puede ser que quienes nos gobiernan consideren que con el cuento de igualdad y paz haya justicia, sino que es la justicia la que brinda igualdad y paz. Tampoco podemos admitir, ni lo acepta nuestro pueblo que porque hayan pobres, todos los que no lo son deben convertirse en ese deplorable estado humano, y de que como no hay, como no podrá haber nunca educación de calidad para todos y al mismo nivel, no tengamos sino una mediocre y nefasta educación que pretendemos llevar a todos, sin siquiera contar con el elemento subjetivo calificado para recibirla.

Es una mentira troglodita insensata y malpensada que nuestras instituciones universitarias privadas tengan celos, envidia o molestia porque un Presidente insensato, sin tener idea que dice ni como lo dice ofrezca como bisutería política la creación de cincuenta y tantos institutos educacionales superiores, sin que haya podido siquiera arrancar una seudo educación de calidad con todo y los reales que le han metido a la nueva y desdicha universidad bolivariana, ni a una Unefa, donde ya desde hace meses no hay con que pagar sueldos ni al personal ni a profesores.

Señores, lo dijimos y lo repetimos, con Juan Pueblo no se juega, ni se puede creer que su ingenuidad y buena fe dure para siempre y que acepte mentira tras mentira y disparates de politicastros a doquier, ni se le cuente que un fulano partido único sea el que garantice la democracia de un país, por que no hay, ni habrá un uno ,ni un único, que pueda garantizar su ejercicio ni que suponga la posibilidad de disentir, y para eso no se necesita ni saber leer ni escribir, sino simplemente vivir la vida. El movimiento estudiantil ha dado ejemplo y le ha retumbado eco. Ya mucho compatriota hasta ahora silente comenzó también a reclamar.

Todo ese menaje de barbaridades y saltimbanquis que los repiten, o como ahora también lo tenemos que llamar para copiarnos del modelo cubano, un zambombazo, para lo único que si han servido es para aclarar la conciencia de nuestros estudiantes y del mismo pueblo de abajo, de ese con el cual se juega a ponerlo de enemigos de sus demás conciudadanos, bajo el cuento de las diferencias sociales y raciales que nunca, a pesar de lo que nos quieran vender los acomplejados zambos que andan en el gobierno las hemos tenido en nuestro medio, pues jamás han existido en nuestra tierra diferencias por color, raza, religión ni culturas.

Con tales cuentos y su uso, lo que si han hecho es alertarnos definitivamente de por cual camino se nos queriendo conducir contra la voluntad de las mayorías y eso no se lo come nuestro pueblo, ni nuestros hijos, ni nuestros estudiantes.

Estaba preocupado por la apatía aparente de nuestros chamos y jóvenes, pero estaba engañado, realmente me dieron una grata y valiente sorpresa, de una lucha bien planteada con ideas, no con bailo terapia, ni con paros alocados y sin sentido de los petrolocos, ni los acomodaticios del comercio y la industria, ahora, como debe ser han salido a dar la pelea ideológica, están reclamando lo que de verdad quieren como país, al cual absolutamente por lo demás tienen derecho, esto es, a una patria libre, donde exista absoluta y clara libertad de expresión y de información, donde cada quien tenga y ejerza la ideología que le parezca y convenza sin tener que preocuparse por la venganza.

El nuevamente sórdido e irresponsable llamado del señor Chávez a que bajen los cerros, y sus burdas amenazas de los shukov o como se llamen, y su peleadera con los gringos está bien para que se lo cuente a su preferido musiu norteño, al tal Bush, pero el pueblo se obstinó de irresponsabilidades y conflictos, de amenazas y bravuconadas.

Si por defender ideas y exponerlas tendremos presos, creo que es bueno mandemos a cercar a toda Venezuela, pues los que habitamos en éste país, precisamente lo que tenemos ganas es de exponerlas libremente y sin que por ello nos metan miedo ni nos enseñen al coco.

Si por estar en contra de esas ideas y manifestarlo públicamente, se pretende estamos conspirando e instando a los militares del país, y por eso como dice nuestro flamante Ministro del poder popular de Interiores y Justicia, tendremos presos y represalias, al primero que debían meterlo en cintura es al Presidente y a sus seguidores, que si amenazan, en clara y a viva voz, por radio, televisión y prensa; que si arengan a cada momento a nuestros uniformados, a quienes se cita como ciegos soportantes del sistema y se les pide públicamente por la patria, pero con socialismo o muerte y de lo contrario que se den de baja.

Ya hemos dicho también, una y otra vez, que la instigación a realizar ciertos hechos, tales como propalar invasiones, pedir bajadas o subidas de cerros, que no es otra cosa que instar a las masas a cometer atropellos, en buen derecho se denominan “instigaciones a delinquir”, lo que ocurre, como también lo han reclamado nuestros conciudadanos en estos pasados días , es que no puede pretenderse que convivan en un mismo país, un grupo de privilegiados que gritan, amenazan y atropellan sin sanción alguna, a quienes inclusive se les arma, e instiga a usar esa fuerza, con otros a quienes se les impone silencio, soportar la inseguridad, los vejámenes y la injusticia y encima se les amenace con la pérdida de sus libertades. La patria es una y es de todos, no solo de los que gritan socialismo o muerte.

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